La Plaza de Fermín Galán, actual Plaza de la Verdura
Fotografía de Ángel Pablo (2009)
La historia de esta fotografía que nuestro amigo Ángel Pablo ha tenido la amabilidad de enviarnos es tan especial que será lo primero que expliquemos: La fotografía original se tomó en 1931 en la Plaza. Manuel Cabello la conservaba como un tesoro porque en ella aparece, en el balcón de la izquierda, su madre embarazada de él mismo, que nació en noviembre de 1931.
Años más tarde la publicó en el tercer capítulo de su primer libro.
Nuestra prima María Remedios, una enamorada de la Plaza y su historia, encontró tan singular la imagen que pidió a su amigo José Antonio Martel que se la pintara. Éste hizo una verdadera obra de arte a partir de la fotografía.
Otro amigo vió el cuadro y pensó que sería una buena idea decorar el actual mercado de abastos con imágenes de los dos anteriores, y encargó unos azulejos que se encuentran actualmente en el mercado y que son una fiel reproducción del cuadro que a su vez era una fiel reproducción de la realidad.
Esos azulejos son los fotografiados por Ángel Pablo.
La Plaza de la Verdura ha sido para nuestra familia un lugar muy especial, en los últimos ciento cincuenta años una parte de nuestra historia se ha desarrollado allí (pinchar aquí para leer la historia de Isabel), y también ha sido el centro de la historia misma del pueblo: la primera armona, la calle Madera, el primer matadero, el primer mercado, el Salón Moderno, la Peña Flamenca, el café de Janeiro, la lectura de la prensa, la Comedia de Ubrique.
Lugar de celebraciones, de fiestas, fundamental para la Fiesta de los Gamones el 3 de mayo cada año, para el Belén Viviente, para los carnavales...
La Plaza de la Verdura
Fiesta de los Gamones (llamada también "Día de la Cruz")
Foto: Ángel Pablo, 3 de mayo de 2009
Muchos ubriqueños han dedicado sus trabajos a la Plaza, (pinchar aquí), han fotografiado, pintado y reflejado la vida de la plaza en el último siglo. Nuestro padre también; transcribimos a continuación un extracto del capítulo III de "Ubrique, Ecrucijada Histórica para caminos juveniles":
La Plaza de la Verdura
Capítulo III de “Ubrique, encrucijada histórica”
Había terminado la misa mayor de aquel domingo, y acudimos a la cita en la Plaza del General Mola, próxima a la Iglesia. Atravesando el callejón de Maza (lateral a dos casas de indudable interés, una por ser “cuna” de los artículos de piel con que tan buena fama tiene ganada Ubrique, y la otra por ser una bella construcción del presente siglo, y estar adornada con múltiples y multicolores azulejos sevillanos) vinimos a desembocar al lugar en el que ya nos esperaban algunos compañeros.
La Plaza, que popularmente es conocida con el nombre de “La Verdura”, era espacio capaz para charlar un poco y, sobre todo, organizarnos mucho para poder continuar con nuestras actividades. Había que centrar los trabajos y no ir dando tumbos sin una meta definida; teníamos que marcar unos objetivos y perseguirlos hasta conseguir su estudio definitivo.
Una idea casi nos obsesionaba: ¿Porqué en aquella altura del Salto de la Mora existió tan interesante población romana? ¿Porqué ese fabuloso Columbario? Tendría que haber una razón muy sencilla para su existencia. ¿Sería la propia defensa natural des sus tajos la que le dio tan vasta fama? ¿Sería la calidad de sus aguas, sus bosques y sus montes los que hubieran servido de atractivo en esa importante época colonial romana? ¿Sería la posibilidad de existencia de alguna mina? Son muchos interrogantes para poderlos contestar en una soleada mañana dominguera desde la plaza de la Verdura de Ubrique...
Entrada a la Plaza de la Verdura
desde el Callejón de Janeiro
Foto: Esperanza Cabello, 1985
Lo que sí nos aventuramos a diagnosticar era que esa población se había asentado sobre el Salto de la Mora, concretamente la “res publica ocurritaror(um)” desde los principios de la romanización hacia el siglo II antes de Cristo y hasta su desaparición, hundida por las huestes vándalas, creadoras y destructoras de Andalucía. Y que su mayor esplendor lo alcanzaría coincidiendo con la denominada "época imperial" sobre todo hacia el siglo I después de Cristo, habiendo nosotros llegado a saber ésto tras los estudios pertinentes del Columbario...
Uno de los nuestros, que tenía pocas ganas de discernir sobre estos pasados tan pretéritos, se ilusionó un poco cuando nos relató algo sobre la plaza en la que estábamos.
¿Porqué se llama “de la Verdura”? -inquirió-. Pues muy fácil. No hace ni medio siglo, Ubrique, carente de mercado público, tenía que atender las necesidades de compra y trueque de las mercaderías, sobre todo los productos de sus numerosas huertas. Y qué mejor que esta bonita plaza, céntrica, para que cada comerciante realizara sus transacciones: aquí, Dolores la de los churros; allí los del pescado de Estepona; María Cordón con su carne; los hortelanos con sus frutas y verduras...
Plaza de Fermín Galán
Mercado de Abastos
Fotografía recuperada por Manuel CabelloY nuestro compañero, sintiéndose centro de nuestras miradas, extendía su mano hacia el frente, girando en redondo , por lo ancho y grande de la plazuela, e indicando supuestamente los sitios de venta. Ahí en el número uno estaba el Café de Janeiro, centro social del Ubrique antiguo. Su café “a perrilla” era degustado por todas las capas sociales de Ubrique. Junto a su puerta ocurrió aquello de “TERMINÓ COMO LA COMEDIA DE UBRIQUE”.
Ante nuestro interés él prosiguió: “Sí, se celebraba, hace ahora unos doscientos años, una representación teatral al aire libre. Los cómicos se habían instalado en la posada de Cañaílla, junto al Ayuntamiento... El día de la actuación, llenita la plaza de público, ocurrió un hecho singular. Se iba a representar “Reinar después de morir”, de Vélez de Guevara, y en el momento supremo, con la muerte de doña Inés pronunciando estas palabras dirigiéndose a su verdugo, el Rey:
“¿La vida queréis quitar a quien rendida tenéis?”
En ese momento el pueblo, ese pueblo sencillo y llano que contemplaba la escena, al ver la ignominia que se iba a cometer, asaltó en masa el escenario, dándole al actor que representaba el papel de Rey una soberana paliza y “liberando” de la muerte a doña Inés de Castro Coello de Garza.
Tuvimos que reír la aclaración, porque el dicho de “Terminar como la comedia de Ubrique” es muy popular y querido de todos.
Original de Francisco García Parra
Frente al café de Janeiro estaba el Matadero Municipal, que más tarde se transformaría en Salón Moderno, sala de teatro que no llegó a alcanzar gran éxito en las artes de Talía; sí, en cambio, en salón de “varietés” muy propio de los años 20.
Y de ese mismo edificio salía el “Toro del Gayumbo” o “toro enmaromado” a principios del siglo XX, en palabras de don Francisco García Parra en 1903, “típica y tradicional costumbre del toro de cuerda que, en determinadas fiestas, recorría las calles de la villa en original desfile, entre el alborozo popular, sujeto con una larga cuerda que le servía de guía a los conductores y, a la vez, de defensa contra el animal”.
Plaza de Fermín Galán
Oleo de Martel según la fotografía precedente
Ubrique, 1991
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