La "catedral" del Palmar de Troya
Por Leandro Cabello
Hace un par de años que al pasar cerca
del Palmar de Troya en un viaje a Sevilla quise visitar el embalse
torre del Águila y de camino echarle un vistazo a la basílica que
estaba construyendo el Papa Clemente desde hace ya muchos años. Así que esta semana me acerqué a ese lugar. está rodeado por una tapia de más de cuatro metros de altura, así que poca cosa se puede ver realmente del edificio, como no sean la torres.
El interior de la basílica. Es muy complicado intentar acercarse más
Y no se puede ver gran cosa del interior
Carteles indicadores de la Cañada Real de Ubrique a Sevilla
En el
trayecto entre Utrera y el Palmar se me fueron los ojos hacia los
indicadores de una vía pecuaria, la cañada Ubrique-Sevilla, de la
que sinceramente no tenía noticias.
Posteriormente me han comentado
algunos miembros del club de atletismo nutrias pantaneras que al
intentar recorrerla se han encontrado con algunos tramos cortados por
fincas y sobre todo por el embalse del tajo del Águila.
En estas fechas que se celebra el día
mundial del turismo podíamos plantearnos, desde esta zona de la cañada, ponerla en algún valor o como mínimo indicarla, para que todos conociéramos los caminos que los arrieros de Ubrique hacían para llegar a Sevilla.
Nuestra bisabuela Antonia Rivera, esposa de Francisco Izquierdo, que era arriero, nos contaba que ella iba a veces a Sevilla con las caballerías por la "cañá", para comprar mercancías que después vendía en su refino, en la calle Portichuelo.
Nos hablaba de esos viajes a Sevilla como de auténticas expediciones, y lo complicado que era para una mujer ir en mulo, acompañada solo por hombres, aunque ella era una mujer decidida, se montaba en su mulo y hacía los dos días de viaje sin problemas.
Nuestra bisabuela Antonia Rivera, esposa de Francisco Izquierdo, que era arriero, nos contaba que ella iba a veces a Sevilla con las caballerías por la "cañá", para comprar mercancías que después vendía en su refino, en la calle Portichuelo.
Nos hablaba de esos viajes a Sevilla como de auténticas expediciones, y lo complicado que era para una mujer ir en mulo, acompañada solo por hombres, aunque ella era una mujer decidida, se montaba en su mulo y hacía los dos días de viaje sin problemas.
En la carretera de Utrera nos hemos encontrado todos los carteles indicadores juntos
El primero, de la Junta de Andalucía y la Unión Europea
El segundo, de la Mancomunidad de Municipios
del Bajo Guadalquivir,
Declarando la Cañada un paraje de interés ambiental
El tercero, de la ciudad de Utrera
La Delegación de Medio Ambiente
En nombre del Ayuntamiento de la localidad
Y el cuarto, de nuevo de la Junta de Andalucía
Red Andaluza de Vías Pecuarias
Lo más curioso es que la Cañada Real llega desde Ubrique a Sevilla, y sólo conocemos la señalización en este lugar en concreto de Utrera, podían haber dejado algún cartelito para ponerlo al comienzo de la Cañada, y así desde Ubrique podíamos tener la oportunidad de intentar recorrer al menos una parte. Lástima que en nuestro propio pueblo sea una gran desconocida.
La Cañada real, con Utrera al fondo
Bueno, ya sabemos por dónde pasa la Cañada Real de Ubrique a Sevilla, nos queda encontrar dónde comienza y dónde termina, e intentar recorrerla lo más posible, quizás en bicicleta, quizás en mulo, como nuestra bisabuela.
Ahora, como están de moda las recreaciones, podíamos hacer una recreación de los arrieros de principios del siglo pasado, y recorrer la Cañada Real en su totalidad.
Mientras la organizamos, he estado haciendo unas fotos de la campiña sur Sevillana
tomadas desde la cañada con el fondo muy difuminado de la sierra de
Cadiz.
Seguro que nuestros bisabuelos encontrarían muchos más árboles en esta campiña
Y seguro también que verían, como nosotros, la sierra de Cádiz al fondo,
muy difuminada, dándoles la bienvenida en el camino de regreso.
La campiña, aún seca, empezará a reverdecer con estas primeras lluvias
Nuestra última fotografía desde la Cañada Real. Aún nos queda mucho para llegar a Ubrique.
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