Descripción Geográfica e Histórica de la Provincia de Cádiz
Prólogo de la segunda edición
Por Esperanza Cabello
Si hay algo de lo que nos podemos sentir orgullosos es de seguir la estela de nuestros padres, pero aún nos complace más cuando vemos que los más jóvenes se interesan y se entusiasman con las historias de nuestros pueblos.
Tenemos la gran suerte de compartir a diario cientos de momentos con jóvenes de todos los lugares de nuestra sierra, desde Grazalema hasta Villamartín, y no hay curso en el que no aprendamos muchísimas cosas nuevas de nuestro entorno.
A muchos de esos jóvenes les debemos una buena parte de nuestras historias, pero hoy la historia ha cerrado un ciclo abierto desde hace muchos años.
Nuestros alumnos de cuarto estaban preparando su árbol genealógico familiar, buscando los nombres, las profesiones y fotografías de cinco generaciones, y una de ellas, Angélica López Pérez, de Benaocaz, nos comentó que había encontrado un librito de escuela que su abuelo utilizaba, y en él hablaban de todos los pueblos de la sierra.
Nos lo ha traido y hemos podido ver ese librito, fantástico, lleno de datos, de comentarios, de nombres...
Además Angélica nos ha proporcionado un apasionante pasatiempo. El librito está muy deteriorado, sin portada ni contraportada, le faltan las primeras páginas. Comienza directamente en la introducción, dos páginas firmadas por H. Cuenca explicando las razones que lo habían llevado a escribir el libro y que nos daba una fecha: 1º de junio de 1891.
Geografía de la provincia de Cádiz
Por H. Cuenca
Gentileza de Angélica López Pérez
¿Quién sería ese H. Cuenca? ¿Cuál sería el título del libro?
Llevamos un par de días haciendo cientos de búsquedas infructuosas en internet. No pueden ustedes hacerse una idea de la cantidad de posibilidades que las palabras "Cuenca" y "Cádiz" proporcionan en la red, y de la cantidad de nombres que comienzan por H entre los nombres españoles (hemos recordado el cuento del "Enano saltarín").
Ya habíamos casi decidido darnos por vencidos cuando esta mañana, precisamente en otra clase, surgió una conversación sobre la dificultad de algunos nombres y se nos ocurrió el de un conocido maestro arcense: don Hermengaudio Cuenca.
¡Efectivamente! Esta tarde hemos vuelto a la carga y precisamente nosotros, en enero de 2011 (hace ya cuatro años) hablábamos de don Hermengaudio y de sus libros. En este enlace podemos leer todo lo que sabemos sobre don Hermengaudio.
El mundo es un pañuelo: nuestro padre citaba a don Hermengaudio en 1974 (en este enlace), nosotros lo estuvimos buscando en 2011 y ahora aparece su libro de manos de una amable jovencita. Era un libro desconocido, sin título ni autor, pero ya hemos conseguido localizarlo.
Portada, contraportada y ficha bibliográfica del libro de Angélica
Ya lo hemos localizado, ahora queda poder leerlo y mostrarlo a todos. Nos ha llamado mucho la atención la introducción, don Hermengaudio hace gala de uan modestia y de una humildad que le honran, realmente debió de ser muy complicado escribir y publicar una obra de esta envergadura :
EL PORQUÉ DE ESTE
LIBRO
PRÓLOGO DE LA PRIMERA
EDICIÓN
Hace mucho
tiempo que he tratado de averiguar la existencia de alguna obra que describiese
geográficamente nuestra provincia; pero cuantas investigaciones he practicado
todas han sido estériles.
La creencia en
que estoy de que debemos conocer nuestra casa antes que la agena, y lo poco raro que es el encontrar
personas muy ilustradas con grandes conocimientos de la geografía universal y
de la particular de nuestra patria, y que ignoran la especial de su provincia
no debido á otra cosa que á la falta de obras didácticas para el estudio y
enseñanza de ella, es lo que me ha movido á emprender este pequeño trabajo.
Muchos son los
inconvenientes que he tenido que vencer para realizarlo, y el mayor de todos ha
sido mi insuficiencia; pero, ayudado por las discretísimas indicaciones de
buenos é ilustrados amigos y de lo mucho y excelente que hay escrito sobre la
provincia de Cádiz por sabios eruditos y castizos escritores, he conseguido
terminar esta obra, sino todo lo completa y perfecta que yo quisiera, cosa
imposible en quien no se halla adornado de los extensos conocimientos y
galanura de estilo que para ello se necesitan, al menos, lo suficiente, según
mi criterio, para iniciar esta clase de trabajos en las demás provincias por
creer de gran utilidad á nuestra patria.
Si algo bueno
contiene este libro débese, sin duda alguna, á los ilustrados autores de las
obras y escritos que he consultado al escribirlo, como Chao, Orozco, Cambiazo,
Muñoz, Madoz, Igartuburu, Castro, Guillamas; Beltrán, Parada, Malte-Brun y
otros; yo he seguido sus autorizadas opiniones en la exposición de la materia,
ordenando a mi pobre juicio lo que en general se halla desparramado acá y allá,
sin método para la enseñanza y en dificilísima forma para su estudio, y lo
acompaño de algunos datos y bien pobres reflexiones de cosecha propia
inspiradas por mi amor á España y á la provincia donde he nacido.
Quédese pues
para ellos la gloria, si hay alguna, y
para mí las censuras de las omisiones y errores que contengas yo confío han de
serme dispensados, si no por el mérito
del libro, que ninguno tiene, en gracia siquiera á la intención que me
ha guiado al escribirlo y á la iniciativa que he tomado en esta clase de
trabajos.
Cádiz, 1º de marzo de 1879
En esta
segunda edición sólo he rectificado algunos datos que han sufrido alteración
desde la fecha en que fue publicado este libro hasta el día, entre ellos los
referentes a la instrucción pública, Censo oficial de población, parte
Judicial, Carreteras, Ferro-carriles y Telégrafos.
Cádiz, 1º de junio de 1891
Partido Judicial de Grazalema
PARTIDO
JUDICIAL DE GRAZALEMA
Comprende los pueblos de
Grazalema, El Bosque, Benaocaz, Ubrique y Villaluenga del Rosario.
GRAZALEMA
Esta villa, una de las más
importantes de la provincia de Cádiz, se halla situada al Este de la provincia,
en una ladera pendiente, y N.E. de Cádiz.
Créese que sea la antigua ciudad
romana Lacidula, á juzgar, según Chao, por una inscripción grabada en el
pedestal de una estatua, encontrado en una hacienda cerca de Grazalema. El
nombre de Grazalema que hoy ostenta tal vez sea corrupción de Ben-zalama, nombre de un visir de
Córdoba que la mandó reedificar.
Fue reconquistada por D. Rodrigo
Ponce de León, en tiempos de los Reyes Católicos, y usa por blasón un león rojo
en campo azul, orlado con el nombre “La noble villa de Grazalema”.
Atraviesa su término por el
Norte, la Sierra del Pinar: y al Norte de la villa se hallan el monte Prieto y
el arroyo Gaidobar; al Este, el puerto de las Palomas, el arroyo de las Nieves
y el puerto de Los Pedernales; al Sur, el origen del río Guadalete, la sierra
del Endrinal, el cerro del Cao, y las villas de Benaocaz, Ubrique y
Villaluenga; y al Oeste, el puerto del Boyal, el peñón de San Cristóbal ó
Cabeza del Moro, desde el cual se divisan con el auxiliode un buen catalejo el
Cabo de San Vicente, las ciudades de Cádiz, Sevilla, Córdoba y Gibraltar,
siendo también las primeras tierras que se divisan viniendo de América; y el
cerro del Pinar, la aldea de Benamahoma y la villa de El Bosque.
En su término hay mucho arbolado;
ganado cabrío, lanar y de cerda; es riquísima la leche que se obtiene de sus
cabras y ovejas y exquisito el queso que se fabrica en esta villa; posée una
mina de esquisto bituminoso. Su industria consiste en la fabricación de paño
burdo, bayeta y ceñidores; hay fábricas de curtidos, de cordobán, de corcho, de
cardar, hilar y fundir y varios batanes y tintes.
Habla Igartuburu del heroísmo y
del amor patrio de esta villa y de sus hermanas Benaocaz, Ubrique y Villaluenga,
así como de El Bosque, en tiempos de la invasión francesa, en los siguientes
términos: “Nada más denodado; nada más heróico que su contínua resistencia á
las tropas de Napoleón. Nada más admirable que la decisión de sus hijos á
morir, antes que permitir la dominación extranjera, que no lograron tranquilos
los invasores ni por un solo momento: Incendios, saqueos, muertes, horrores de
todo género, todo fue inútil contra su resolución heróica. A falta de sus casas
abrasadas, en los montes, en los desfiladeros, allí vivían vomitando una muerte
sin tregua ni descanso que aterraba y disminuía día por día las tropas
francesas.”
Grazalema es cabeza del partido
judicial de su nombre; militarmente depende de la comandancia de Cádiz; y en lo
eclesiástico del obispado de Málaga.
Dista de Cádiz 99 kilometros 990
metros, y se comunica con esta ciudad y con los demás pueblos de la provincia
por caminos verederos.
Consta de 9059 habitantes por el
censo de 1877, y de 6.760 por el último formado en 1887.
El Bosque, por don Hermengaudio Cuenca
EL BOSQUE
Villa situada al este de la
provincia y oeste de Grazalema, conocida con el nombre de Puebla de Santa
María.
Su fundación se debe a los
servidores de los Duques de Arcos que acompañaban a sus señores á este sitio
donde tenían una casa de recreo.
Usa por Blasón el de los Duques
de Arcos.
Esta villa tiene al Norte la
sierra del Pinar; al Este, la del Albarracín y el arroyo Tabizna que corre
hacia el sur; al Sur, las salinas de Hortales y el Horcajo; y al Oeste, la
sierra de la Espuela, puerto Palo, y el
arroyo Alipajar que en unión con otros forma el río de El Bosque.
Produce madera; grano, legumbres,
sal riquísima y caza en abundancia; tiene canteras de jaspes encarnado, blanco
y negro, y una mina de carbón de piedra; hay ganado cabrío y de cerda y en sus
bosques se crían corzos y lobos.
Depende de Grazalema en lo
judicial; en lo militar de la comandancia de Cádiz; y en lo eclesiástico del
obispado de Málaga.
Dista de Cádiz 83 kilometros 325
metros, y de Grazalema 11 kilometros 110 metros, y se comunica con estas poblaciones
por caminos verederos.
Tiene El Bosque 1292 habitantes
por el censo de 1877; y 1364 por el último formado en 1887.
Benaocaz, por don Hermengaudio Cuenca
BENAOCAZ
Villa situada al este de la
provincia y Sur de Grazalema.
Es de fundación árabe y su
nombre, según Igartuburu, significa casa
o linaje de ocaz, confirmando esta opinión el escritor D. Adolfo de Castro,
pues, según él, el nombre de Benaocaz proviene de ben y aocaz, báculo ó bordón
“del linaje de aocaz”.
Fue reconquistada por D. Rodrigo
Ponce de León, en tiempo de los Reyes Católicos, los cuales recibieron de las
mujeres de esta villa durante su estancia en ella todas las joyas para ayuda en
la guerra, quedando desde entonces el adagio siguiente: “En Benaocaz la hembra
lo más.” De cómo se portaron después los hombres de esta heróica villa en la
guerra de la Independencia, ya lo dejamos expuesto al tratar de Grazalema.
Tiene esta villa un paseo
delicioso, situado en medio de la sierra, y entre las varias fuentes que posée,
es notable el manantial de una de ellas no solo por el caudal de agua que
suministra, sino por la particularidad de darla fresca en el verano y tibia en
el invierno.
Usa por blasón el escudo de
Castilla.
Esta villa tiene al Norte, la
sierra del Endrinal y el cerro del Cao; al Este, el santuario del Calvario; al
sur, el despeñadero de Alchite y al
Oeste y N.O. el arroyo Pajaruco,
el puerto de la Silla y los castillos de Asnamara y Tabizna.
Produce frutas, cereales y toda
clase de semillas; hay ganado cabrío, lanar y de cerda; abunda en ricas aguas,
corcho y bellotas y tiene varias fábricas de paños bastos.
Depende de Grazalema en lo
judicial,; en lo militar de la comandancia de Cádiz y en lo eclesiástico, del
obispado de Málaga.
Dista de Cádiz 83 kilómetros 325
metros; de Grazalema 11 kilómetros; y se comunica con ellas por caminos
verederos.
Consta de 2534 habitantes, por el
censo de 1877; y de 2002 por el último formado en 1887.
UBRIQUE
Se halla situada esta villa al este de la
provincia y Sur de Grazalema, en la falda de una alta sierra.
Nada puede decirse con seguridad
de la antigüedad de esta villa. Chao en su Geografía histórica de España, al
hablar de la antigua Regia, indica que pudo escribirse con aspiración, Rhegia;
en cuyo caso tendría su raíz en el verbo griego Rhegnumi, romper, quebrar, y
debería reducirse á Ubrique.
Fue reconquistada por los Reyes
Católicos, y durante la guerra de la Independencia se mostró tan heroica como
sus hermanas las otras villas del partido, siendo quemada en su mayor parte por
los franceses en distintas ocasiones.
Esta villa tiene al Norte, á
Benaocaz, la sierra del Endrinal, la villa de Grazalema, el despeñadero de
Alchite y el castillo de Benalfí; al este, Villaluenga del Rosario; al sur, el
Calvario, el arroyo Garciago, el monte del Berrueco y la sierra de Bañuelo; y al
Oeste, el arroyo de Barria, el de Marroqueno, el río de Ubrique, el castillo de
Cardela, la garganta Millán y la Junta de los Ríos, origen del río Majaceite.
El terreno es de sierra; tiene
mucho arbolado, como encinas, algarrobos y árboles frutales; produce poco
trigo, algunas semillas, hortalizas y frutas. Hay caza menor; varios
nacimientos de agua; ganado lanar, cabrío y de cerda; muy buena leche y queso
muy apreciado. Existen en esta villa fábricas de paño basto, de corcho y de
petacas tan bien hechas y rematadas, que han obtenido premios en exposiciones
públicas pudiendo competir con las mejores en su clase de España y del
extranjero.
Depende judicialmente de
Grazalema; en lo militar de la comandancia de Cádiz y en lo eclesiástico del
obispado de Málaga.
Dista de Cádiz 83 kilómetros, 325
metros, y de Grazalema, 11 kilómetros, 110 metros, comunicándose con ellas por
caminos verederos.
Tiene 5.712 habitantes, por el
censo de 1877, y 7.055 por el último formado en 1887.
Villaluenga del Rosario, por don Hermengaudio Cuenca
VILLALUENGA DEL ROSARIO
Se halla situada esta villa al
Este de la provincia y Sur de Grazalema, al pie de una sierra áspera y
pedregosa.
Es probable que el nombre de Villaluenga lo haya adoptado por
la forma del pueblo, y el agregado del Rosario por ser la patrona de esta villa
la virgen de esa advocación.
Fue conquistada en tiempo de los
Reyes Católicos.
Esta villa tiene al Norte á
Grazalema, la sierra del Endrinal y el arroyo de las Nieves; al Este, el peñón
de Benaoján y la provincia de Málaga; al Sur, la sierra de Líbar; y al Oeste,
el despeñadero de Alchite y las villas de Ubrique y Benaocaz.
Produce trigo, cebada y bellota;
tiene buenos pastos y algunas huertas; se encuentran en su término jaspes y
mármoles de color rojo; hay ganado lanar, cabrío y de cerda, y abunda en caza
menor; tiene esta villa molinos harineros, fábricas de tapones de corcho y
telares de jerga y lienzo. El agua de que se sirve para su consumo y
necesidades es excelente.
Como las demás villas de este
partido, se hizo célebre en la guerra de la Independencia por la defensa
heróica con que resistió la dominación extranjera.
Judicialmente depende de Grazalema; en lo militar de la
comandancia de Cádiz y en lo eclesiástico del obispado de Málaga.
Dista de Cádiz 88 kilómetros, 880
metros, y de Grazalema, 5 kilómetros, 555metros, comunicándose con ellas por
caminos verederos.
Consta de 1.302 habitantes, por
el censo de 1877, y 934 por el último formado en 1887.
Villaluenga del Rosario es patria
de D. José Sánchez y García, notable y entendido médico.
Hasta aquí la descripción de los pueblos de nuestra sierra. Hemos tenido la oportunidad de escanear todo el libro, en el que hay todo tipo de datos geográficos e históricos de la provincia. Volveremos con nuevas aportaciones.
Y a Angélica y a su familia les agradecemos encarecidamente la gentileza de habernos prestado este pequeño tesoro familiar para compartirlo con todos.
.
Vaya joya!! Mis felicitaciones a Angélica, y a su abuelo, y a su familia por guardar este libro. Espero poder seguir conociéndo mas sobre nuestra provincia. Y gracias Esperanza por enseñarnoslo.
ResponderEliminarEl siguiente texto está sacado de las páginas 106 y 107 de mi libro "El pupitre del Magisterio. Una aproximación a la historia de la profesión y las Escuelas Normales de Cádiz", editado por Quorum en 2008. En el mismo libro en la página 114 está la la imagen de la portada que estáis buscando. Hay un original en la biblioteca municipal de Cádiz. Cándido Gutiérrez Nieto
ResponderEliminarESTA ES LA RESEÑA:
Hermengaudio Cuenca Árias, nació en Arcos de la Frontera en 1836 es considerado uno de los maestros gaditanos más importantes del siglo XIX. Se formó para la docencia en la Escuela Normal Central de Madrid y a sus 21 años ya ejerce de director Regente (al año siguiente ganada por oposición) de la recientemente creada Escuela de Prácticas de niños.
Su dedicación a aquel cargo fue tan completa que lo ejerció desde entonces y hasta los 75 años. Se jubiló, poco tiempo antes de morir, en 1911, a pesar de que no quería hacerlo, después de 54 años de trabajo ininterrumpidos.
Fue un incansable luchador por la mejor educación gaditana y, sin haberse casado, toda su vida la dedicó por entero a aquella escuela; llegando a ser, en el escalafón de todos los maestros, el primero (por antigüedad) de la provincia de Cádiz.
Ejerció simultáneamente de profesor de gramática castellana en la Escuela Normal y de la asignatura de “prácticas de enseñanza”. Recibió elogios por su docencia con niños sordomudos. Asistió y presentó comunicaciones a Congresos pedagógicos, como el de 1882, donde intervino para solicitar que los padres de familias pobres, cuyos hijos asistieran con más frecuencia y puntualidad a clase, tuvieran como premio el pagar menos impuestos. Publicó varias obras como la “Descripción geográfica e histórica de la provincia de Cádiz” que recibió una mención honorífica en la Exposición Universal de Barcelona de 1889; el “Método racional para la enseñanza de la lectura” y otros manuales sobre cálculo mental, instrucción popular, máximas y pensamientos morales. Como balance, ante un expediente intachable y por sus muchos méritos, recibiría la Orden de Caballero de Isabel la Católica.
Contemporáneo y formando parte de aquellos profesores pioneros de la primera Escuela de Maestros y Escuela de Maestras de Cádiz, podemos resaltar también la figura de Manuel María Romero quien, además de ser el primer director de la institución provincial de formación del magisterio gaditano de todos los tiempos, fue un profesional muy activo ya que patrocinó junto a Hermengaudio Cuenca la edición de la “Revista de Primera Enseñanza”(1874-1907) cuya tirada quincenal ocupó e informó la vida profesional del magisterio gaditano de finales del siglo XIX y también “La Escuela” (1861-1863) de edición decenal170. De él hemos obtenido una referencia 171 recogida del Archivo General de Alcalá de Henares, legajo 6355, donde constan algunos informes que vinculan su formación al Seminario o Escuela Central de Maestros dirigido por Montesino y en el que se deja a las claras, según el contenido de los informes enviados a Madrid en su etapa de director, su talante de hombre serio y comprometido además de sus ideas conservadoras.
Podéis encontrar más información acerca de este señor en el libro "La Historia de Arcos a través de sus calles. Volumen II. pÁGINAS 103 Y 104" de Manuel Pérez Regordán. Si qieres, puedo escanearlas y enviartelas. Saludos.
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