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martes, 31 de marzo de 2015

Matilde Conesa y "los periquines"

 Ha fallecido la actriz Matilde Conesa


Por Esperanza Cabello

Ayer leíamos en la prensa que la actriz Matilde Conesa había fallecido. 
Siempre nos entristecemos cuando alguna persona conocida nos abandona, pero si esa persona conocida tiene además relación con nuestra infancia o con nuestro pueblo, su muerte hace que nos sintamos un poco más huérfano.
Matilde Conesa  era actriz de doblaje. Nacida en 1928, comenzó a ser muy famosa con la serie radiofónica "Matilde, Perico y Periquín", como Matilde, la madre de Periquín, el niño que hacía las delicias de todos los niños entre 1954 y 1971.
En Ubrique, como en todos los pueblos, los niños estaban jugando en las calles, pero a la hora del serial las madres llamaban: "!Los periquines¡" y todos los niños íbamos a la casa, en aquellos tiempos en los que el televisor era aún un lujo, para oír las avecturas de aquel niño  tan travieso.
A partir de entonces relacionábamos la palabra "periquines" con una emisión especial para niños, por lo que al ir llegando los dibujos animados los fuimos llamando también "periquines", de ahí esa palabra ubriqueña que a los que no son del pueblo les llama tanto la atención. En este enlace explicábamos cómo había sido.


Los personajes a los que Matilde Conesa había prestado su voz


Además, leyendo la noticia de su muerte, hemos sabido que Matilde Conesa ha formado parte de la banda sonora de nuestra vida y de la de nuestros hijos, desde la voz de la Bruja Avería hasta la malvada Úrsula, pasando por Lisa, la entrañable esposa de David el Gnomo y decenas de personajes más.
En la página Decultura podemos leer la relación de papeles que Matilde Conesa ha interpretado a lo largo de su vida, prestando su voz a nuestros "periquines" favoritos.
Toda una vida dedicada a hacer felices a los niños ¿Se puede pedir algo más?
Gracias, Matilde, descansa en paz.


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lunes, 30 de marzo de 2015

El matadero de la calle Matadero

La calle Matadero en marzo de 2015


Por Esperanza Cabello

Ubrique es un pueblo que se ha ido expandiendo muchísimo en los últimos años, de ser un pueblecito con una veintena de calles cuando nació nuestra madre ha pasado a ser un gran pueblo con más de doscientas cincuenta actualmente.
La calle Matadero (sí, con ese nombre tan feo) es nuestra calle. No nacimos ahí, porque los primeros años de su existencia nuestra familia vivió en la calle San Pedro, pero fue nuestro lugar de residencia desde finales de los sesenta.
Al principio del siglo pasado, por supuesto, no existía esta calle. Era una ladera, la ladera de Cirilo, que lindaba por el norte con el garaje del caserón de Juan Sánchez Gago (conocido por todos como "Juan el del Cándalo", por la finca de ese nombre) y por el sur con un corral que funcionaba como matadero público desde finales del siglo XIX.


 Recibo del tranportista  Juan Sánchez a Fidel por 1500 kilos de calabazas y tomates


 Juan Sánchez, Trinidad Rubio y sus hijos vivían en la calle Ingeniero Juan Romero Carrasco, frente al Jardín. Su casa era una de aquellas casas antiguas gigantescas, que daba a tres calles. El garaje de Juan Sánchez daba a la calle Matadero; antes había sido la cuadra en la que se cuidaba a las caballerías pues Juan Sánchez siempre había sido empresario dedicado a los transportes.
En una ocasión Juan Sánchez hizo varios portes para el Ayuntamiento de Ubrique, y en el momento de cobrar hizo un trato con el alcalde: para pagarle le cedería la ladera de Cirilo y la tira de terreno que iba desde el garaje hasta la "Salía" del lugar (que así se conocía entonces la calle Ingeniero Juan Romero Carrasco). Por lo que la propiedad de lo que después sería la calle Matadero pasó a ser de Juan Sánchez.
Justo en la esquina con la salida vivía la familia Canto Sánchez: José Canto era carnicero y se encargaba del matadero, Ana Sánchez, su mujer, también se ocupaba de la carnicería. Los recordamos como muy buenos vecinos, siempre trabajando, siempre amables y educados. Ana era una mujer encantadora.
En la otra esquina de la calle Juan Sánchez había construído en los años cincuenta una casa para su hija Carmen y otra para su hijo Juan. 
A finales de los sesenta se construyeron, sobre el terreno de la ladera, tres viviendas. En la primera vivía José Rincón (conductor de Los Amarillos), su mujer Lola y sus hijos. Las otras dos las compró Leandro Izquierdo en 1968 para sus hijas, María Remedios y Esperanza, adquiriendo también la tira de terreno que es, actualmente, el "patio" de la calle.

El matadero siempre fue el  "compañero" de aquellas familias. Era habitual ver cómo llegaban los animales y oír sus alaridos mientras los sacrificaban. 
Cuando nos mudamos allí era espantoso oír aquellos gritos, mugidos y balidos constantemente. Lo peor era oír a los cerdos. Si alguna vez entrábamos con nuestra amiga Ana María a ver a sus padres la visión era terrible, y el olor, impresionante.
Pero a todo se acostumbran las personas, y nuestro dormitorio daba directamente sobre el corral, desde allí podíamos ver a los borregos o a los chivos tranquilamente al sol y pronto nos acostumbramos a no mirar nada más.
Curiosamente solo esas familias originales han vivido en la calle Matadero. Es una calle muy pequeña, y no ha habido otros vecinos. La casa grande de Juan Sánchez y Trinidad se convirtió en bloque de pisos y allí viven otras familias pero tienen la entrada principal justo frente a  El Jardín.
La calle nunca tuvo nombre, aunque su seña de identidad era el matadero, que  había estado allí desde finales del siglo XIX. Construyeron una calle justo detrás en los setenta, y la llamaron "Barriada Nuestra Señora del Carmen", y un poco más abajo,cerca del río, se construyó en la misma época la calle Curtidores pero curiosamente la calle en escalera que une las tres calles tampoco tiene nombre



Diario "El Orden", mayo de 1883


Nos preguntábamos desde cuándo estuvo allí el matadero. Sabíamos que el primer matadero del pueblo estuvo, a mediados del siglo XIX, donde hoy se encuentra la Peña Flamenca, y que a finales de ese siglo se trasladó a "La Salida del lugar".
Precisamente tenemos localizado, en el ejemplar del seis de mayo de 1883 del diario "El Orden", la subasta presentada por: " el Ayuntamiento de Ubrique para el alquiler de una casa para matadero público y los servicios de bagajes, uso voluntario de pesas y derecho al degüello de reses".
Así que debió de ser en 1883 cuando se trasladó el matadero desde la Plaza de la Verdura (allí estaba la calle Carnecería) hasta la salida del lugar.
Como decíamos durante los primeros veinte años de su existencia la calle no tenía nombre, de pronto un día, a finales de los ochenta, a alguien del ayuntamiento se le ocurrió poner un rótulo con el nombre del matadero en la fachada de Pepe Canto, a la entrada de la calle, y a pesar de las protestas de los vecinos ese horrible nombre se quedó allí.
Se hicieron escritos de protesta, se propusieron otros nombres, pero no nos hicieron ningún caso. Los vecinos utilizábamos "Antiguo Matadero" al principio, pero finalmente el nombre se ha quedado ahí.
Nuestra familia, la de Manuel Cabello Janeiro y Esperanza Izquierdo Fernández, ha vivido en la calle Matadero toda una vida y desde el principio se empeñó en hacer de esta una calle bonita y ajardinada. Trinidad Rubio, María Morales, María Remedios, Leonor Bastida, Lolita Vallecillos y  Esperanza se encargaron siempre de que las flores y las plantas se adueñaran de  la calle como en las calles del casco antiguo.
Y también los vecinos solicitaron por escrito al ayuntamiento que se arreglaran las escaleras y el pavimento. Como triste coincidencia el día de la muerte de nuestro padre, el 31 de mayo de 2000, recibió una carta de respuesta del alcalde Reguera (al que se había dirigido en varias ocasiones solicitando que se arreglara el pavimento, porque estaba muy deteriorado) diciéndole que no se iba a arreglar la calle, que, por cierto, sigue sin pavimentar a día de hoy.


El arriate de la calle Matadero
Siempre frondoso

Y esta es la calle Matadero, una calle que debe su nombre al matadero que estuvo allí casi cien años. Actualmente sobre aquel corral y aquel matadero está construida la Escuela de Adultos (también hubo dos escuelas allí, pero de niños y niñas (en los sesenta, setenta y ochenta), precisamente encima del matadero) y también ocupa ese lugar Radio Ubrique, que está justo donde antes vivían las hermanas Ana y María Mancilla (en la misma época que las escuelas), y allí hacían sus tartas y sus gañotes.
Nuestro "patio" sigue igual, como lugar privado que es solo pasan algunos vecinos del bloque, y en la calle solo viven las mismas familias de toda la vida, ahora con hijos y nietos que a su vez han formado sus propias familias.


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Nota del 31 de marzo: Nuestra amiga María Sánchez Coronil nos cuenta que justo antes de las escuelas vivían encima del matadero sus abuelos, José Coronil Cañamaque y María Vallejo Romero, y que ahí nacieron sus hijos, entre ellos la madre de María, Ana Coronil Vallejo.
¡Gracias, María, por la información!

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sábado, 28 de marzo de 2015

De paseo por Ocurris

El Columbario del yacimiento romano de Ocurris


Por Esperanza Cabello


Ha comenzado al primavera, el buen tiempo se ha metido por todos los rincones de nuestra sierra, y nosotros hemos aprovechado los últimos días de clase para visitar con los alumnos el yacimiento romano de Ocurris.
Las Cumbres organiza cada año visitas a nuestros lugares de referencia con todos los grupos de alumnos; unos visitan el Museo de la Piel, otros el San Juan de Letrán, otros el centro histórico... Este año, además, tenemos la suerte de poder visitar las ruinas romanas de Ocurris.
Hemos leído que había polémicas por la forma en que se habían realizado los trabajos y cómo se habían gestionado los recursos.  A nosotros hay algunas cosas que no nos terminan de gustar, pero estamos convencidos de que nuestro ayuntamiento ha hecho un gran esfuerzo empeñándose en realizar los trabajos, en conseguir fondos, en reabrir el yacimiento, en organizarlo todo para poder comenzar las actividades. Ahora es un lujo poder hacer la visita, todo bien organizado, bien explicado y en un lugar paradisíaco, no se puede pedir más.



 María Campos explica al grupo qué era el columbario

Para nosotros subir al Salto de la Mora siempre es algo entrañable y cercano. Los recuerdos llegan como un torbellino, recuerdos de la más tierna infancia, jugando con los primos y los amigos en el foro cuando teníamos dos o tres años;  recorriendo con seis o siete años todos los rincones, entonces sin excavar; asistiendo con once o doce años a las primeras excavaciones, la emoción de descubrir un esqueleto, los trozos de cerámica, las casas, las cisternas...
Subir con los alumnos, y más de la mano de una guía excelente, ha sido una experiencia fantástica. María nos fue llevando por los lugares emblemáticos del yacimiento, dando las explicaciones pertinentes, amable y atenta con los niños, pendiente siempre de sus preguntas.
Se nota que es una enamorada de su trabajo, que lo ha vivido y disfruta haciendo lo que más le gusta: mostrar nuestro patrimonio, insistir en que es de todos, en que hay que cuidarlo.




 Explicando qué es una cisterna y cómo se fabricaba el opus signinum

La visita comienza por el columbario, la ciudad de Ocurris se visita "al revés". Se supone que la entrada original a la ciudad era por la calzada de Ubrique a Benaocaz, y el columbario y la zona de enterramientos estaban al otro lado. 
En el columbario surgió  el recuerdo a nuestro padre. Agradecemos a María que hablara de él, de Manuel Cabello, un maestro ubriqueño que a finales de los sesenta se empeñó en dar a conocer el tesoro que teníamos los ubriqueños en el Salto de la Mora. Un hombre que trabajó más allá de lo normal para conseguir que las autoridades se interesaran por el yacimiento. Sin desanimarse, sin cejar en el empeño.
Porque no era su trabajo, era su pasión. Y tanto se empeñó que consiguió que todos se centraran en este valioso yacimiento.
Consiguió que comenzaron las excavaciones, que don Juan de Mata Carriazo designara a don Salvador de Sancha para que se encargara de los trabajos y que se preservara esta ciudad romana.


 Nuevas excavaciones en el foro

La visita continuaba en la fuente de Minerva y en la cisterna, allí supimos quién era Minerva y cómo se fabricaba el opus signinum. Nuestra guía nos contó muchas  historias y se interesó por la opinión de los visitantes.
También nos llevó al foro, explicando cómo sería hace veinte siglos y haciendo con nosotros un viaje a la antigüedad. Y visitamos la vivienda que tenía una cisterna. (Recordamos cuando se hicieron varias catas en esa vivienda y se comprobó que estaba construida sobre varios asentamientos anteriores).
Supimos quiénes eran los íberos, y cómo desde esta atalaya se podía controlar perfectamente el castillo de Aznalmara.
Realmente el lugar es magnífico, las vistas, extraordinarias y la actividad, amena y muy instructiva.

 Los lugares de siempre, bien cuidados y limpios


Al llegar a la zona de las termas vimos cómo siguen trabajos de limpieza en el yacimiento. Desde luego el ayuntamiento se ha tomado en serio la tarea, y eso nos parece fantástico. 
Ahora que afortunadamente nadie se arroga ya la propiedad de lugar y que podemos volver a ver con nuestros propios ojos esos lugares que han formado parte de la historia de la vida de todos los ubriqueños, nos encanta ver que hay un grupo de personas (empleados del ayuntamiento) que se dedican a mantener, a proteger y a difundir nuestro patrimonio.
Las termas y la cisterna, fantásticas, como siempre. Nos hubiera gustado ver el mosaico que descubrieron y volvieron a ocultar en los setenta, pero desgraciadamente ha desaparecido.


 Las termas, los trabajos de limpieza continúan


Llegando a las termas solo quedaba visitar la casa de Juan Vegazo. A los niños les parecía fantástico saber que el descubrimiento de Ocurris coincidió en el tiempo con la Revolución Francesa. Es curioso saber que mientras en el país vecino se luchaba por la libertad, la igualdad y la fraternidad en nuestra sierra comenzaban los trabajos para descubrir la ciudad romana que aún hoy podemos visitar.


 La casa de Vegazo, casi al final del recorrido


Y ya terminaba la visita al yacimiento. María no olvidó contarnos la historia de este acebuche centenario que consignamos como uno de los árboles singulares de Andalucía. Es un verdadero lujo poder disfrutar de la naturaleza y del patrimonio. Mientras descansábamos junto al acebuche un par de buitres sobrevolaron la zona, volando muy bajito.
La visita nos recordó, con todas sus diferencias, a la visita de Bolonia. Un baño de cultura y patrimonio en un entorno paradisíaco.

El acebuche centenario, emblema del yacimiento


Al terminar la visita pudimos ver el documental de la recreación del lugar, que incluye imágenes grabadas con un dron. !Espectacular¡
Y así terminó nuestra primera visita a Ocurris (con sus dos erres, por supuesto) de este año 2015. Queremos agradecer a los responsables las facilidades para poder hacer esta visita y a nuestra guía, María, sus palabras, sus enseñanzas y su buen hacer. Supo transmitirnos su amor por la historia y por el patrimonio, teniendo buen cuidado de no olvidar ningún detalle.
Un trabajo fantástico.
Así que lo último que nos queda es recomendarles que visiten Ocurris esta Semana Santa, o en cualquier momento. Realmente merece la pena. Solo hay que llamar a la Oficina de Turismo de Ubrique y concertar una cita. Atienden a grupos escolares y a todo tipo de grupos, además de organizar visitas individuales.


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viernes, 27 de marzo de 2015

¡Eureka! Gañotes para celíacos

 Unos gañotes muy especiales
Sin huevo ni gluten


 Por Esperanza Cabello


En estas épocas de Semana Santa se preparan gañotes, magdalenas, torrijas y borrachos en todas las casas ubriqueñas. Nosotros no somos muy de cocina, pero hacer gañotes, más hoy que es el día del Concurso de Gañotes, es algo que nos encanta. 
Desde siempre hemos visto cómo nuestras abuelas, nuestras tías o nuestra madre se afanaban preparando estos dulces de Semana Santa, así que ahora nos toca a nosotros, y hace muchos años que los preparamos con mucho cuidado.
También desde hace un par de años hemos hecho varios intentos para preparar gañotes aptos para celíacos, pero el resultado ha sido un poco decepcionante.



 Harina de arroz, soja, ajonjolí, azúcar, aceite y limón
Los ingredientes de los nuevos gañotes


Hoy, sin embargo, hemos vuelto a meternos en la cocina dispuestos a hacer un nuevo intento. Ya que las harinas preparadas sin gluten no nos habían dado resultado, hemos decidido utilizar harina de arroz, y también hemos sustituido los huevos por soja líquida, pensando en los que son sensibles al huevo, sobre todo en algunos niños y niñas que no pueden tomar huevo bajo ninguna circunstancia.


 Las tiras de masa preparadas para freír
Todo sin gluten y sin huevo

 Hemos utilizado 50 cl de soja, 50 cl de aceite, 50 gramos de azúcar, la ralladura de un limón y dos cucharadas de ajonjolí, (el ajonjolí un poquito frito con el aceite previamente). Hemos mezclado todos los ingredientes y hemos añadido harina de arroz (alrededor de un cuarto de kilo). Al principio la masa era muy pegajosa, pero hemos conseguido que quedara suelta después de amasarla muy bien.
Así se podían hacer las tiras de masa y enrollarlas en las cañas para freírlas.



Los gañotes recién fritos


Y resulta que hemos podido hacer unos delicioso gañotes crujientes y muy buenos, no se han deshecho en la sartén y se han mantenido enrollados.
Así que por fin hemos conseguido, como decimos aquí, "dar con el conque" de los gañotes para celíacos, y también, al mismo tiempo, para alérgicos al huevo. Y esta Semana Santa ningún niño ubriqueño se quedará sin gañotes tradicionales.
¡Todo un descubrimiento!


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jueves, 26 de marzo de 2015

La fábrica de Cristóbal Toro en 1941

Fábrica de Artículos de piel en Ubrique, 1941



Hoy Santiago Saborido Piñero, técnico del Archivo Histórico Provincial de Cádiz, ha publicado en la página de este archivo un documento muy interesante para nuestra historia y nuestro patrimonio: se trata de un plano de la fábrica de Cristóbal Toro en 1941. 
Estas son las palabras de Santiago Saborido:

FABRICA DE ARTICULOS DE PIEL EN UBRIQUE. - 1941 -

[ Fondo Estado. Sección Delegación Provincial Ministerio de Industria. Serie Registro Industrial. Expte. 10855 / 4552. Plano: 46 x 51 cm. Color. Escala 1:25 Cádiz, 1941, Noviembre, 19 ]

El censo industrIal o registro industrial era la manera de controlar el sector industrial en cada localidad, siendo obligatorio el anotar y solicitar a la Administración cada operación que se fuera a realizar en la industria. Así abundan las peticiones de instalación, los cambios de nombre, la mejora de instalaciones por nueva maquinaria, legalización de ampliación, etc.

En este caso, se trata de un proyecto de fábrica en la calle Méndez Núñez, nº 14 de Ubrique (Cádiz). Observar como se aprecia el detalle de las maquinas de planchar, de rebajar, de afilar y de bruñir, además de la instalación del motor eléctrico que daría la energía necesaria a gran parte de taller.

Agradecemos a los trabajadores del Archivo Histórico Provincial la estupenda tarea que realizan  de difusión de nuestros archivos y la gentileza de publicar documentos muy interesantes para nuestro pueblo en nuestra página de "Ubrique en el Recuerdo".



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sábado, 21 de marzo de 2015

Días de lluvia y gañotes

Media tareíta de gañotes para el fin de semana
(o para el sábado, quizás no duren)



Por Esperanza Cabello

Si nos remontamos a cincuenta años atrás, la Semana Santa era una época aburridísima para los niños. A pesar de las esperadas vacaciones escolares los mayores no nos dejaban poner la tele, no ponían películas en el cine, todo el mundo ponía cara de circunstancias, era pecado comer carne y ni siquiera se podía cantar.
Solo había un par de cosas estupendas: que íbamos al campo muchos días y que en las casas hacíamos gañotes, magdalenas, borrachos, tortas de bacalao y hogazas.



Las tiras de masa ya enrolladas en las cañas, lista para freír


Afortunadamente todas aquellas imposiciones de los años sesenta han desaparecido, y hemos conservado en las casas la magnífica costumbre de preparar dulces caseros y tradicionales para estos días de vacaciones.
Nosotros hemos aprovechado que el día estaba lluvioso y que íbamos a pasar la tarde en la casa de nuestra madre para hacer gañotes, siempre viene bien una ayudita.  Pero solo hemos preparado un cuarto de tareíta (tres huevos), para ir haciendo el cuerpo antes de hacer los gañotes de Semana Santa para la familia.
Ya hemos adelantado en varias ocasiones la receta tradicional de nuestra familia  para hacer gañotes, nosotros hacemos desde siempre los que aprendimos en casa de nuestra abuela Natalia (la receta de las Piñeritas, que eran confiteras), pero también hemos hecho los de nuestra tía Isabel Álvarez (la receta de 1918) y también hemos probado varias versiones, entre ellas la de nuestra tía Carmen.




 Ya están los gañotes en el perol
Nosotros los freímos sin caña



Lo que es curioso es que en casi todas las casas ubriqueñas se van a preparar gañotes estos días. Nosotros hemos puesto un anuncio en las redes sociales y nos ha encantado ver cómo los ubriqueños, estén donde estén, recuerdan con cariño y relamiéndose los gañotes de sus casas.
Porqu eel gañote es un dulce tradicional de la sierra. Además de en Ubrique se hace en otros muchos pueblos, en Algodonales también como en Ubrique, desde siempre; es una costumbre que se va extendiendo por doquier.


Nuestra tareíta de gañotes para el fin de semana


Esta semana, además, será el Concurso de Gañotes de Ubrique (la palabra "gañotá" nos sigue pareciendo muy poco acertada). Numerosos aficionados, la mayoría de ellos madres de familia, se inscriben cada año en este concurso de dulces tradicionales. Aún están a tiempo de inscribirse los que están interesados.
Nosotros les recomendamos participar. Hemos participado en varias ediciones de este concurso de dulces tradicionales y siempre ha sido una experiencia muy gratificante.
Esperamos, además, que este año vuelvan las aguas a su cauce, y no participen pasteleros profesionales con rellenos exóticos totalmente ajenos a la receta tradicional.
Personalmente seguimos prefieriendo las recetas de las abuelas y la maestría de esas manos acostumbradas a cocinar con paciencia y cariño.
En cualquier caso, nos gusta conservar, mantener y alimentar esta deliciosa tradición.


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21 de marzo, Día de la Poesía

 Hacia el poema
Por Pedro Pérez Clotet


Por Esperanza Cabello

Hoy, 21 de marzo, es el Dïa Mundial de la Poesía, y nosotros nos hemos acordado, además de nuestro amigo Benítez Ariza (que es el último poeta al que hemos leído), de un poeta serrano, de la Generación del 27, amigo de Juan Ramón y de Miguel Hernández. Se trata de Pedro Pérez Clotet, de Villaluenga.
Hemos seleccionado estos dos escritos, llenos de lirismo.
El primero, Hacia el poema, porque nos ha llamado muchísimo la atención ver cómo ha tratado la poesía y las matemáticas. Es increíble cómo los artistas son capaces de escribir frases como "Y nuestros ojos, bien abiertos, se llenan de dulces matemáticas malvas, rosas, moradas..."



Júrame
Por Pedro Pérez Clotet

Y el segundo es un fragmento de un poema de amor hecho diálogo, nos maravilla la alegría y la claridad de las palabras, la frescura, el ritmo vivo y delicado de las frases, la sencillez de la expresión.
Realmente magistral.
Los dos fragmentos fueron publicados en la Revista del Ateneo de Jerez en 1924, y podemos leerlos en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.


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viernes, 20 de marzo de 2015

Ubrique en la obra de Vicente Blasco Ibáñez

Portada de "Crónicas de Viaje"

Por Esperanza Cabello

Todos conocemos a Blasco Ibáñez como novelista, pero el genial escritor valenciano tiene además muchas otras facetas creativas. El libro que traemos hoy, Crónicas de Viaje, es una recopilación  de artículos periodísticos escritos en los años sesenta y que relata los viajes realizados tanto en nuestro país como en Argel.
Sabíamos que Blasco Ibáñez describía la Sierra de Cádiz en estas crónicas, pero no teníamos acceso al libro, publicado en 2011, así que pedimos a nuestra amiga Rafi Carrasco Román (siempre rodeada de libros) que nos echara una mano para corroborar que, efectivamente, Blasco Ibáñez hablaba de nuestra sierra.
Y, efectivamente, Blasco Ibáñez retrata nuestra sierra en estas crónicas. 
Este retrato no ha sido demasiado benévolo. Blasco Ibáñez es realmente un mago de la descripción, aunque describe el nuestro como un  paisaje seco y rudo, la sierra solo como un lugar pedregoso; la gente, tan pobre y tan miserable...
 Creemos que su visión de nuestra sierra se quedó solo en la primera impresión.

 Hemos podido leer un comentario de José Luis León Roca sobre su crónica:




"Desde sus primeras líneas, el diario del trayecto blasquiano por Andalucía, Gibraltar y Tánger evidencia unas constantes que serán recurrentes en sus artículos de viajes. El cronista nos habla de su marcha a caballo por las fragosidades de la Sierra de Cádiz. Más allá de la dificultad del camino, se impone de inmediato un comentario en tono social y político que delata su actitud comprometida. En aquellos lugares, la lucha por la vida se refleja en las penalidades que tienen que sufrir aquellos que viven del contrabando del tabaco. Gente humilde, denominada como mochileros, que arriesga su vida frente al control y las represalias con que los blanquillos de la Tabacalera castigan tales prácticas…






Y hemos transcrito unas líneas de su descripción de la sierra, concretamente algunas de las que se refieren en concreto a Ubrique:



"La sierra está lo mismo que en aquellos siglos que no conocieron otros medios de locomoción que la mula, el caballo y el asno. Grandes recuas llevan las mercancías a lomos por veredas que ni siquiera merecen este nombre; surcos pedregosos trazados por el agua de las lluvias al descender de las cumbres en espumosos torrentes; callejones abiertos en la roca donde cada paso de las cabalgaduras hace rodar un sinnúmero de pulidos guijarros por los despeñaderos que bordean estas vías primitivas.

La gente vive aquí como vivía la humanidad antes de la invención de la rueda. En Ubrique, hermoso pueblo, famoso en toda España por la fabricación de sus petacas y carteras, los niños llegan a la adolescencia sin saber lo que es un carro, hasta que descienden a la campiña jerezana para ganarse el jornal

El caballo es el eterno compañero del hombre. Los pequeñuelos saben sostenerse en los lomos de una cabalgadura casi antes de aprender a andar; las mujeres son amazonas que galopan por los temibles riscos con sonriente serenidad. En los pueblos, las calles son pedregosas pendientes, donde resbalan a cada paso las ágiles bestias, sin llegar a caer nunca. La tierra roja y suave, solo se ve en los campos cultivados, por todas partes, el pedrusco azul, pulido con el roce y las lluvias, resbaladizo y duro, haciendo pensar en el choque sordo de una caída mortal…"



Nos gusta ver que nuestro pueblo ha estado presente (además de enlibros de geografía o historia) en las obras de algunos de los clásicos:  Azorín, Pío Baroja, Max Aub, Frasquita Larrea, Vargas Llosa, Gerardo Diego, Enrique Zummel, y ahora Blasco Ibáñez (esperamos no olvidar a ninguno de ellos).
Confiamos en que esta lista seguirá creciendo a medida que sigamos conociendo nuevas publicaciones.


Nota: De nuevo agradecemos a Rafi Carrasco Román la gentileza que ha tenido con nosotros proporcionándonos este texto.




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