Por Leandro Cabello
Este año hará veintiséis años que salió a la calle la primera patacabra carnavalesca para cerrar el carnaval. Era 1992, con "Las sirenitas del charco del enriadero (en este enlace). Ubrique es un pueblo en el que la marroquinería juega un papel primordial y en el que las herramientas de los petaqueros forman parte del día a día de todos nosotros.
Ese sonido de la patacabra repiqueteando por doquier, esos petaqueros y petaqueras con sus patacabras bien cuidadas, ese singular contacto con la herramienta más representativa de nuestra manufactura de la piel.
Los carnavaleros y carnavaleras de Ubrique quisimos, hace más de veinticinco años, hacer un homenaje a la patacabra ubriqueña, un homenaje a la altura de su importancia (unos tres metros), fabricando una patacabra gigantesca de cartón y madera que participaba en todos los carnavales y que cerraba estos días con un desfile que lleva por todo el pueblo a los ubriqueños, mayores y pequeños, haciendo un recorrido peculiar en el que figuran muchas más patacabras.
El próximo 25 de febrero, cuando vaya a terminar el carnaval, nuestra Patacabra carnavalesca estará en la Plaza de la Verdura esperando a que vaya anocheciendo para salir a poner el broche de oro al carnaval ubriqueño.
La primera calle, por supuesto, el callejón de Janeiro, con el recuerdo a las fábricas de artículos de piel de Janeiro y de Cabello, una calle en la que siguen resonando los sonidos de la patacabra.
Ya enfilando la calle del Agua, la patacabra carnavalera va a cruzarse con otras "colegas", algunas más pequeñas, y otras más grandes, incluso talladas o incrustadas en el pavimento. Hace veinticinco años no había patacabras "institucionales", ahora podemos ir encontrándolas en toda la ruta.
La primera en la ferretería La Clave, en la misma calle del Agua, en Ubrique es muy fácil encontrar una patacabra yendo a cualquier ferretería, pero también un carpintero puede hacértela por encargo si es que quieres algo especial.
Llegando a la Pilita Abajo nuestra Patacabra carnavalesca va a encontrarse con la primera patacabra "oficial", esta está incrustada en el pavimento, formada por un mosaico de colores.
Esta es la gran patacabra sobre la que pasará todo el cortejo el 25 de febrero, el segundo hito de la Ruta de la Patacabra.
De la Pilita Abajo seguimos por Moreno de Mora, la antigua calle de Cádiz, quizás buscando un poco más de carnaval. Cuando la Patacabra carnavalesca llega aquí ya es muy grande el grupo de personas que la acompaña, y se cuentan por decenas los ubriqueños y ubriqueñas que se asoman a las ventanas y balcones para ver el desfile.
Ya en Los Callejones encontramos, entre las tiendas dedicadas a los artículos de piel, muchos guiños a la marroquinería y, por supuesto, algunas patacabras en los escaparates. Pero en Piel Ubrique, en lo de Juan Cuéllar, hemos encontrado esta patacabra-perchero-reloj tan curiosa: "Recuerdo de Ubrique", para los visitantes.
La Patacabra saluda a Los Callejones y da un quiebro hacia la parte moderna de Ubrique, buscando quizás la plaza del Petaquero, y emprendiendo, en una carrera vertiginosa y divertida, el paso hacia la avenida de España.
Nada más llegar a la avenida, en el antiguo Cine Andalucía, una empresa ha construido un moderno edificio en el que dos flamantes patacabras de metacrilato saludan a todos los visitantes.
Estas dos patacabras tan relucientes habrían sido impensables en otro tiempo. La patacabra era un útil humilde, fabricado en madera, esencial para los trabajadores y aparentemente insignificante. Pero es tan necesaria para los petaqueros y petaqueras que se ha convertido en el símbolo de nuestro pueblo.
La avenida es uno de los mejores lugares para el desfile de la Patacabra, aquí se puede avanzar, retroceder, correr, saltar, agacharse, andar de puntillas y disfrutar.
Y desde el centro de la avenida el cortejo parece que avanza más rápidamente, ya aquí pueden contarse por centenares las personas que quieren acompañar a la Patacabra, contentos de acercarse a la plaza del Petaquero, junto a la plaza de la Estrella.
Precisamente en esta plaza del Petaquero encontramos otra patacabra ubriqueña, esta patacabra servirá para que los más pequeños jueguen, pues en esta remozada plaza del Petaquero la patacabra forma parte del pavimento, de un pavimento especial para los juegos infantiles.
De la plaza del Petaquero a la plaza de la Estrella, donde se encuentra el monumento al petaquero y a la petaquera, y en la que ya vamos vislumbrando, al fondo, la calle de la Patacabra.
Y en este monumento, por supuesto, no puede faltar una patacabra más, una patacabra de piedra en las manos del petaquero.
Y no se trata de una patacabra cualquiera, sino de una patacabra doble, la primera que vemos en este recorrido. Las patacabras también sirven para lujar, y cuando van tomando mucho calor se les da la vuelta para seguir lujando sin estropear la piel.
Continúa el trayecto por la Ruta de la Patacabra. Después de un par de vueltas ala rotonda de la plaza de la Estrella, todo el mundo se dirige a la calle de la Patacabra.
El rótulo de esta calle fue puesto por vez primera en 2016, durante el carnaval (en este enlace), fue un rótulo provisional, que esperó hasta el siguiente Día del Petaquero para tener su nombre definitivo (en este enlace).
La calle de la Patacabra es una pequeña calle empinada por la que la Patacabra carnavalesca es subida con un gran esfuerzo de los porteadores, que la llevan cantando, bailando, saltando y correteando hacia arriba, hacia abajo, hacia arriba otra vez...
Y ya llegamos al catalán. ¡Quién nos iba a decir que una patacabra gigantesca iba a recorrer el camino de nuestro antiguo campo familiar, el camino de La Cerca! Y ahora no solo pasa la patacabra, sino cientos de personas que la acompañan en su recorrido hasta la plaza de Las Palmeras.
Y por fin llegamos al final del recorrido, la plaza de Las Palmeras es, desde hace bastantes años, la meta de nuestra Patacabra carnavalesca. Aquí nos esperan los fuegos artificiales, la música y los últimos momentos del carnaval ubriqueño.
Ahí al fondo de la plaza tendrá lugar la quema de la Patacabra carnavalesca, y aquí terminará la Ruta de la Patacabra en Ubrique. Es una lástima que la patacabra más grande de todas, la gigantesca patacabra de la rotonda del polígono, nos pilla un poquito a trasmano... ¡Pero no!
Desde la misma calle de Harana, un poco más arriba del lugar en el que quemamos la patacabra carnavalesca de cartón y madera, podemos ver, una vez más, el símbolo de nuestro pueblo. Una patacabra de hierro que saluda a todos los petaqueros y petaqueras cuando van al trabajo en el Polígono Industrial "La Piel".
Y desde el mismo lugar en la calle Harana podemos tener una vista privilegiada del pueblo, de ese pueblo por el que hemos hecho un recorrido virtual en esta ruta de la patacabra. Una ruta de poco más de un kilómetro que se ha convertido en un referente del carnaval ubriqueño y que al mismo tiempo es un homenaje a esta herramienta esencial para el trabajo de los marroquineros.
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