Antonia Mari y Francisco en los cacharritos
Ubrique, feria de 1960
Por Esperanza Cabello
Hoy empieza nuestra feria, y como es habitual, esta noche será presentado el "Pregón de la Feria y Fiestas", como cada vez estamos más modernizados, la invitación la hace una red social:
"Este año la Feria de Ubrique va a abrir sus puertas a cargo de una de las personas más queridas y admiradas de la población, Manuel Román "El Pescaó". Cantaor de flamenco desde su más tierna infancia, uno de los Socios Fundadores de la Peña Cultural Flamenca de Ubrique, y reputado locutor y jefe técnico durante muchos años de Radio Ubrique."
Nosotros queremos añadir además que Manuel Román fue una de las personas más apreciadas por nuestro padre, y ese aprecio era mutuo, se conocían de toda la vida y estrecharon sus lazos gracias a la Radio, en la que uno como jefe técnico y locutor y el otro como cronista trabajaron muchos años.
Aún no sabemos cómo será el pregón de Manuel, desde luego no faltaremos a las once y media en la Avenida, lo que no dudamos es que será un pregón entrañable, fuerte, con sentido y pasión. Seguro que, tratándose de quien es, no falta tampoco buena música y un poquito de cante.
Esperanza Izquierdo con sus amigas
Ubrique, feria de 1950
Desde el año pasado tenemos una asignatura pendiente: el pregón de Bartolomé Pérez Sánchez de Medina.
Bartolo, o don Bartolo, como lo hemos conocido siempre, fue uno de los más queridos maestros de Ubrique, ya jubilado, especialista en nuestro pueblo, en su historia, en su lengua y por el que hemos pasado muchas generaciones de ubriqueños.
Su pregón es formidable: historia de ubrique que conmueve a grandes y chicos, plagada de recuerdos y alusiones a ubriqueños; versos, sevillanas, estrofas y cancioncillas populares.
Nos envió el pregón hace ya muchos meses, pero no habíamos encontrado el momento propicio para publicarlo hasta ahora.
Hemos hecho del pregón una versión para imprimir (pinchar aquí para acceder) y también vamos a publicarlo a continuación, con fotos de la familia:
Esperanza y Paco
Feria de Ubrique, 1939
Pregón de feria de don Bartolomé Pérez Sánchez de Medina
Ubrique, septiembre de 2009
Buenas Noches:
A lo largo de una vida, nuestros sentidos van depositando en la memoria percepciones de toda índole, dejando también en ella la satisfacción o el desagrado que produjeron en la sensibilidad durante el momento de la percepción . Y resulta que al recordarlas, se reavivan las sensaciones de satisfacción o desagrado, aunque por alguna circunstancia extraña puedan invertirse o simplemente desaparecer. Digo todo esto a manera de preámbulo, pues la mayor parte de lo que expreso aquí son recuerdos, con la consiguiente carga asociada de satisfacción, que se traduce en idealizaciones.
La Feria de Ubrique fue en un principio feria de ganado que, al igual que en todas las localidades de España y de Europa donde tenían lugar, se manifestaba la alegría en diversión y disfrute, por la buena marcha del mercado de compras y ventas ganadero. De esta forma iba apareada a la primitiva feria de ganado la otra feria, la del ocio y el esparcimiento.
Feria del Ganado, a la Salida del lugar
Esperanza y Paco Izquierdo 1945
Gracias al Diario de doña Frasquita Larrea, la madre de Fernán Caballero, se sabe que en 1824, la Feria estaba situada en la Plaza; en una anotación correspondiente al día 2 de agosto podemos leer: «...pasaban gentes yendo y viniendo de la Feria ( que está en la Plaza al fin de nuestra calle) con guitarras, cantares y risas”
En aquel entonces la Feria se celebraba durante los días 2, 3 y 4 de agosto. Poco después de 1824, se cambió al 14, 15 y 16 de septiembre.
Pero es en 1838, el 25 de julio, cuando la reina María Cristina le concede a Ubrique el privilegio de la Feria, es decir, que va a cumplir 171 años, que comparándola en edad con la Feria de Sevilla, que Isabel II le concede al Cabildo Municipal sevillano el privilegio de la Feria en marzo de 1847, tras la propuesta que elevaron a dicho cabildo el catalán Narciso Bonaplata y el vasco José Mª de Ibarra, nuestra feria es, en la concesión del privilegio real, nueve años más antigua. Al margen de lo que nos convoca esta noche, no deja de asombrar que un catalán y un vasco fueran, por así decirlo, los promotores de la Feria de Sevilla.
Siguiendo al Padre Sebastián de Ubrique en su Historia de la Villa de Ubrique, el emplazamiento de la Feria estuvo, unas veces en la calle Real, otras, en la calle Botica y, por último, en la calle del Agua, en la calle de San Sebastián y en el Prado.
Había fuegos artificiales desde principios de siglo y llegó a tener cierta importancia. Fundamentalmente la Feria era de ganado, teñida de un suave color festivo.
Al trasladar las fechas de la Feria a Septiembre, suponía un alegre colofón o cierre de la fiesta o fiestas de la Patrona Nuestra Señora de los Remedios. El comienzo, por consiguiente, de las fiestas de Ubrique era y sigue siendo estrictamente religioso, para continuar y acabar en lo festivo de la Feria.
La preparación de lo festivo y el calentamiento de la fiesta comienza con la Novena, hasta completarse el día 7 de septiembre, víspera del día de la Patrona, conocida también como el día o la noche de los fuegos.
Con relación a la noche de los fuegos, a los que contamos cierta edad, se nos puede venir el nombre de Emiliano. Emiliano era zapatero y aprendió pirotecnia por su cuenta, y los fuegos del día 7 por la noche los hacía él. Los plantaba delante del Convento o en los aledaños, de forma que se divisaran lo mejor posible. Fuegos como los de Emiliano no se han visto desde que él murió. Sobre todo, las ruedas que realizaba, que giraban disparando luz y triquitraques a velocidad de vértigo; las estrellas de mil colores que se abrían en el cielo en sordo trueno, y la traca, dilatada y larga traca que cerraba con el trueno gordo una noche de ilusión. La traca sonaba así, a mis aquellos oídos de niño y en mi actual torpe memoria de adulto:
Bien. La traca matraca,
matraca la traca,
tracatrá.
Ven. La flaca aplaca
a la gata.
También. Elpepla
platica con el acólito matón
pa trinca la plata.
Que te den. Cabrón.
Y con este trueno gordo se cierra la noche de los fuegos y se abre la festividad de la Patrona. Función religiosa matinal y procesión vespertina. Caras conocidas pero ausentes, casi olvidadas nos miran, sonríen y nos saludan. Una vez acabada, la Virgen de los Remedios aguardará en la parroquia al domingo siguiente, cuando se celebra el día del Voto. Se saca en procesión por aquellas calles por donde en 1855 se llevara como último recurso contra la epidemia de cólera. Y se obró el milagro desapareciendo la temible enfermedad. Y el pueblo de Ubrique prometió celebrar función religiosa solemne y sacarla en procesión el domingo siguiente a la festividad de la Patrona. Es un voto o promesa que no se redactó ni firmó, solamente consta en la conciencia colectiva de los ubriqueños, transmitiéndose de generación en generación.
Ubrique: Procesión del Voto 2010
Entrada al Convento
Foto: Leandro Cabello
Piadosa fe del pueblo que te aclama
Madre espiritual, remediadora
de males, de sus bienes protectora,
que, al rezarte una Salve, la derrama.
Ubrique lo mismo ríe que llora,
y en el duelo y la alegría te llama
su Patrona, y cantando te proclama
su Paisana, su Virgen, su Señora.
Eleva la plegaria sabatina
impregnada de júbilo devoto
y el alma en claridades va en aumento,
y después la Novena, y ya culmina
en la mariana advocación y el Voto
y el regreso de nuevo a tu Convento.
Acabado el tramo religioso de las fiestas comienzan los preparativos para la Feria.
Hace ya algunos años, la Feria se extendía a lo largo de la calle de San Sebastián, hasta desparramarse por la Salida (La Salía El Lugar). En la Plaza del Ayuntamiento se montaban la Tómbola Benéfica "San Vicente de Paúl" y el tablado de la Música.
La Conferencia de San Vicente de Paúl hacía entonces las veces de Cáritas actualmente, y los beneficios de esta tómbola eran destinados a dicha asociación parroquial para combatir las carencias de muchas familias ubriqueñas; y el tablado de la Música se levantaba alrededor del gran Candelabro que existía en el centro de la plaza, para que la Banda amenizara las noches de Feria mientras un tranquilo auditorio asistía relajado.
En la calle del Agua y en la Pilita Abajo se instalaban puestos de turrón que permanecían algunos días después de acabada la Feria.
María Remedios Izquierdo
Feria de 1946
En el año 1949, Ubrique sufrió la mayor inundación que se recuerda. Una gran tormenta barrió todas las calles poco después de haber finalizado la Feria. Reventó el nacimiento del Ubrique el Alto, se anegaron la iglesia parroquial, el cuartel de la Guardia Civil, sito entonces enfrente de donde hoy se encuentra la Policía Municipal; también la chabola de Antonio Cuéllar, de forma que dicen que los barriles flotaban en el agua, y muchísimas casas. Por supuesto, todas las huertas estaban cubiertas de agua.
Los enseres de los puestos de turrón fueron arrastrados por las aguas, pero los vecinos ayudaron bastante a los pobres desfavorecidos.
Plaza de Toros de Ubrique
Feria de 1922
Uno de los atractivos de la Feria ha sido y sigue siendo la tauromaquia. Siempre hubo en Ubrique una gran afición taurina. En 1909 es inaugurada la plaza de toros hoy desaparecida. En los años cuarenta fue reformada. Bellas tardes de toros vio su arena, en las que la Banda de Música, desde la plaza del Ayuntamiento, a los alegres sones de un pasodoble, conducía a la afición a los tendidos. Por la Salida, en el bar de las Palomas, de Pepe el de la Pila y en el bar de El Empañolao, curiosos y aficionados esperaban la Mú
sica para seguirla a la Plaza de Toros. Pepe Reina, José Morales Ramos, era un gran entendido en materia taurina y buen aficionado, como su hermano Antonio. Ambos, en su juventud, toreaban en las plazas de los pueblos de la Sierra. Tuvieron verdadera vocación taurina, El conocimiento que tenían de la gran familia taurina era inmenso: de matadores, novilleros, subalternos, del mundo del rejón, de ganaderías y ganaderos, empresarios...
Plaza de Toros de Ubrique
Feria de 1918
Pepe tenía una barbería que era lugar de tertulia taurina constante.. En Feria se convertía en destino obligado para los aficionados, sobre todo foráneos que acudían a los acontecimientos taurinos. Su hermano Antonio toreó más que Pepe y fue muy renombrado en los pueblos de la Sierra y en Ronda, donde los dos hermanos eran muy conocidos entre los aficionados. Tuvieron verdadera vocación taurina, tanto es así que Antonio fue admitido y estuvo a punto de entrar en la escuela taurina de Salamanca, pero la Guerra Civil truncó su gran deseo. Curro Márquez llegó a debutar en la plaza de Las Ventas. Reinita Chico, Francisco Coronil y Juan Ortiz hicieron algunos pinitos. Un poco posterior fue Sebastián Macías González "El Pato". Destacó como banderillero y posteriormente se dedicaba en sus ratos libres a la enseñanza del arte de Cuchares a chiquillos que les gustaba y apuntaban cualidades. Es forzoso nombrar a Pedro Vázquez "Carriles" y a Juan Gallego, cuyo empuje, afición y ganas de torear se recuerda en carteles y fotografías. Mención especial hay que hacer de Jesulín, Jesús Janeiro, un torero de masas, controvertido y muy mediático. Ha llevado su nombre por toda la geografía taurina del mundo con su topónimo consabido de Ubrique, conocido hacía mucho tiempo en el Viejo y Nuevo Mundoy en Extremo Oriente por su magnífica artesanía. Su hermano Víctor Janeiro ha seguido el mismo derrotero sin el esplendor rosa de su predecesor, pero sí taurino. A quien sí debemos nombrar es a Juan Vázquez "Cantito", un hombre que ha vivido por y para el toro y sigue haciéndolo . Ha entrenado a sus pupilos en el campo, como hiciera con Jesulín. Don José y don Fermín Bohórquez, ganaderos, hijos de Ubrique, ofrecieron la oportunidad a la afición de nuestro pueblo durante muchos años de disfrutar del toreo de grandes figuras como Antonio Bienvenida, Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordóñez y una ilustre lista de espadas, y la donación de lo recaudado en taquilla era para el Asilo de Ancianos o para obras que redundaban en beneficio de los ubriqueños.
La larga agonía o abandono y la repentina desaparición de la vieja plaza de toros supuso un triste golpe, pero la nueva plaza es motivo de satisfacción, pues tiene una cierta gracia televisiva que la convierte en un sorprendente mirador de la Sierra, otorgando un valor añadido al espectáculo taurino y, por tanto, al espectador.
Manuel Cabello cn sus amigos en la calle de San Sebastián
Feria de Ubrique, 1954
Cambiando de tercio, valga la expresión de la jerga taurina, continuemos con la Feria cuando se extendía por la calle de San Sebastián. En la Pilita Abajo había siempre puestos de turrón, aunque el de Concha estaba todo el año. A la puerta de Manuela Benítez lucía el puesto de los cacharros de metal y, al lado, un olor caliente, dorado y dulzón a almendras garapiñadas, que en alguna que otra ocasión, se encontraba delante del Cine Avenida.
Dolores, María Remedios y Esperanza
"A la puerta de Manuela Benítez lucía el puesto de los cacharros de metal"
Feria de Ubrique, 1954
Más puestos de turrón hasta llegar a la Greera, con frutas escarchadas y turrón duro, de almendras que, al masticar un pedacito, el sabor hace navegar al paladar por sueños sembrados de miel y de sol ; puestos de mil baratijas: caretas, espadas de madera, pitos de gomas forrados de uncartón abocinado y papeles de colores; volaeras como rosas de los vientos, y globos, muchos globos de colores que encendían la retina infantil de un volcán de ilusiones; el puesto de los cocos, el teatro de Cristobita Polichinela o Puchinela, la ruleta del tío de los barquillos, la caseta del tiro de pichón, las patatas fritas de la Morita, que inundaban el aire de apetitoso y crujiente aroma, ningunas como aquéllas; los bartolitos, que subían y bajaban a voluntad del pequeño y fantasioso dueño, los bastoncitos de mimbre pintados de José Gago:
José Gago,
un bastoncito,
yo te lo pago.
Sí, José Gago,
un bastoncito,
ese amarillo y verde,
que es más bonito.
¿Cuánto es, José Gago?
Te voy a pagá el bastoncito.
Dame un real,
es baratito
Y mi niño va soñando
mil fantasías
con un bastón y un globo
y su alegría.
José Gago,
un bastoncito,
yo te lo pago.
José Gago era un viejo muy gracioso. Bebía mucho y se le atribuye la frase de bastón vendio, bastón bebío, que ha quedado como sentencia para expresar la conveniencia de vivir al día.
Y Juan Pajuelo, "Tres Pelos", con un caballo de madera y una motocicleta, plasmando con su gran cámara de trípode y manga negra la historia año tras año de generaciones infantiles, al tierno grito de ¡un pajarito! , mientras quitaba la tapadera del objetivo.
María Remedios
Feria de Ubrique 1950
Durante muchos años formaron parte de la familia festiva de los ubriqueños las cunitas y las barquitas de García, que bien avanzado el verano las instalaba en Los Callejones. En las tardes estivales la chiquillería acudía a montarse, recibiendo de esta manera una gratificante emoción.
Mientras que la Barriada del Jesús surgía de sus cimientos, la plaza del Jardín quedaba sin poderse utilizar en Feria para bailar al ritmo de una orquesta. Entonces se trasladó el baile a los Callejones, junto al bar Capitol, hoy el Cepo. También formaría parte de la familia festiva de Ubrique la Orquesta Soro, con aquella poderosa y melódica trompeta que bañaba de sol los pasodobles y envolvía de romántica luna los boleros, al cobijo de los gigantescos y frondosos árboles ; y al ritmo que mandaba la entrañable orquesta se bailaba el pasodoble, el bailón, el mambo, el cha-cha-cha, la cumbia, el tango, la salsa, el bolero..... Pero para bailar con la persona que se quiere, que se ama, en intimidad, en una unión callada, de latidos que suenan sincronizados y deesa forma muda expresar el amor, para ello, prefiero el bolero:
Hemos vuelto a ver el mundo
viviendo el amor de nuevo
con la alegría de niños,
con la experiencia de viejos.
Del otoño es nuestro amor,
del otoño de la vida,
amor de luna y de noches,
de blando aroma y de brisa.
Paseamos nuestra edad,
y nuestro amor paseamos
por calles llenas de hechizo,
por calles llenas de encanto.
Del beso al anochecer,
presos de felicidad,
en un húmedo destello,
vivimos la eternidad.
Hemos vuelto a ver el mundo
viviendo el amor de nuevo
con la alegría de niños,
con la experiencia de viejos.
Hemos estado navegando en la década de los años cincuenta, poco antes de la inauguración de la Barriada del Jesús. Después, la plaza del Jardín o del Jesús volvió a ser sede de la Caseta de Feria y en los Callejones quedaron sólo el Cine Alcázar y el Cine Avenida.
Y Ubrique se hizo grande y ocupó las huertas y ocurrió lo razonable, necesario y conveniente, que el real de la Feria se asentara por la nueva superficie urbana, abandonando poco a poco su tradicional emplazamiento. Las casetas proliferaron, la calle del infierno o zona de los cacharritos también sufrió su traslado y la mayoría de ellos dejaron de venir, cediendo así su presencia a otros más grandes, seguros y divertidos para los pequeños e intrépidos usuarios.
Quien tuvo, retuvo, y es verdad, pues de la afición taurina surgió primeramente la Peña Taurina Hnos. Bohórquez y, poco después, la Peña Jesulín.
También la Plaza de Toros se utilizaba para ofrecer espectáculos de cante, a los cuales se les llamaba "Los Cantaores". Esta noche hay cantaores en la Plaza Toro. Destacadas figuras del flamenco pasaron por Ubrique . Y es que en Ubrique siempre hubo una afición grande al flamenco y buenos cantaores. Sería la savia joven la que le diera el rango y la dignidad que verdaderamente tiene esta manifestación popular. Y es en 1978, cuando de la mano de Manuel Román "El Pescaó", de José Lámela, de Manuel Maza, de Avelino Ruiz Cortés y de Heliodoro García Serrano, nació La Peña Flamenca de Ubrique, avalados y empujados por Atanasio Villalba, Serranito, Miguel Gil, Loli Moreno, Isabel Benítez, Vicente Domínguez, José Antonio Maza, Paco Cabello, Rafael Flores "El Tato", Antonio Gago Manzanito y muchos más aficionados .
Desde 1981, durante la Feria se celebra la Noche Flamenca de la Piel, asociando a ella a un personaje de gran relevancia en la vida de la localidad. En esta ocasión se trata del pintor Rodríguez Agüera.
También esta peña ha creado el Concurso de Arte Flamenco Ciudad de Ubrique, de categoría nacional. De febrero a junio, cada viernes por la noche pasan muchos artistas por el tablao de la Peña Flamenca. Desde aquí un recuerdo para Antonio Gago Manzanito y para Rafael Flores "El Tato".
La Pintura es otra de las actividades artísticas que destaca en Ubrique y que su eclosión tiene algo que ver con el repujado en piel. En estos días hemos podido admirar exposiciones en algunas calles del casco antiguo: una maravilla, en que la blancura de cal acoge el lienzo con una exquisita delicadeza. En Ubrique suele haber exposiciones durante todo el año. Recientemente la pintura al aire libre ha convertido nuestras plazas, nuestras calles en un rico estudio de luz, formas, colores, que parece que el aire y su transparencia forman parte de la magia pictórica.
Una de las tradiciones que se ha conservado en la Feria es el Enferio. El enferio es el regalo que se hace a algunos miembros de la familia, particularmente a los más pequeños, durante la feria o al término de la misma. No debemos olvidar costumbre tan entrañable, por favor. He de añadir que en la Feria de Ubrique, el buen rato que se pasa se debe a los ubriqueños, a su hospitalidad, a su alegría, a su saber estar, a saber saborear el momento.
José Luis y María Remedios
Felicitando la Feria de Ubrique, 1954
Bueno, me voy a marcar unas sevillanas, claro está, la letra, pues, como mi madre contaba de una mujer, cercana a la familia, cuyas cualidades para el canto, al igual que su memoria musical, eran nulas, decía que la letra sí, pero la música no; pues lo que dijera aquella señora lo tomo para mí. Bueno, ahí va:
De sensaciones,
de sensaciones;
Ubrique es un reguero
de sensaciones,
que nacen y se esparcen
por los rincones.
Subí al Calvario,
subí al Calvario,
Por el Carril arriba
subí al Calvario,
y al salir de la ermita
hallé un milagro
¡Ay qué hermosura!
¡Ay qué hermosura!
en medio de la Sierra
¡Ay qué hermosura!
en medio de la Sierra
tanta blancura!
De sensaciones;
de sensaciones,
Ubrique es un reguero
de sensaciones;
que nacen y se esparcen
por los rincones.
En el Culito,
en el Culito;
mirando las macetas
en el Culito
se me fueron dos horas
en un ratito.
¡Ay qué grandeza!
¡Ay qué grandeza!
que lo sencillo encierre,
¡ay qué grandeza!
que lo sencillo encierre
tanta belleza!
De sensaciones;
de sensaciones,
Ubrique es un reguero
de sensaciones;
que nacen y se esparcen
por los rincones.
Es más fresquita,
Es más fresquita,
la fuente en la que el agua
es más fresquita
la de los Nueve Caños,
que la sed quita.
La de la Plaza,
la de la Plaza
te refresca los labios,
la de la Plaza,
te refresca los labios
y calienta el alma.
De sensaciones;
de sensaciones
Ubrique es un reguero
de sensaciones;
que nacen y se esparcen
por los rincones.
Por la Calzada,
por la Calzada;
bajando de Las Cumbres
por la Calzada,
recogí un manojito
de flores blancas.
Para tu pelo,
para tu pelo;
porque prefiero flores
para tu pelo,
porque prefiero flores
antes que un velo.
De sensaciones;
de sensaciones
Ubrique es un reguero
de sensaciones;
que nacen y se esparcen
por los rincones.
Deseo con toda el alma que os haya gustado. De todas formas, muchas gracias por haberse acordado de mí a la Concejalía de Cultura, y gracias a todos por haberme aguantado. ¡A pasarlo bien! ¡A divertirse! Gracias.
Leandro Cabello
Feria de 2010
Con estas emocionadas palabras terminó el pregón de Don Bartolo. Hoy, la feria empezará de nuevo, como siempre, y los mayores y los niños harán como nuestro sobrino Leandro, que se ilusiona esperando que terminen de montar los cacharritos y espera la feria con ilusión, como todos los niños ubriqueños cada mes de septiembre desde el 25 de julio de 1838.
Gracias, Bartolo, por recordarnos nuestras tradiciones, y ...
¡Animo, Manuel! Esperamos poder poner tu pregón en estas páginas dentro de poco.
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(Nota del día 15: mientras llega el momento de la publicación, en el blog Los Callejones podemos leer la crónica del pregón.)
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