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domingo, 31 de mayo de 2009

Manuel Cabello Janeiro (1931-2000)

Foto: Manuel Cabello Janeiro, 1970


Hoy, 31 se mayo de 2009, se cumplen nueve años de la muerte de Manuel Cabello. Queremos dedicarle, de nuevo, el artículo publicado en mayo de 2001 en "El Periódico de Ubrique":


EN MEMORIA DE UN ILUSTRE UBRIQUEÑO: MANUEL CABELLO


Dentro de poco hará un año que murió mi padre, Manuel Cabello Janeiro, y quisiera, en nombre de mi familia, agradecer todas las muestras de condolencia, cariño y simpatía que hemos recibido en estos meses. Desde el primer momento hemos tenido el apoyo de miles de ubriqueños que se han acercado a nosotros para recordarle y honrar su memoria; también hemos contado con toda la familia, los amigos y los compañeros de profesión, porque él era, sobre todo, maestro.
Recuerdo, enmedio de la pena, que en el duelo estuvieron todos los maestros y profesores del pueblo, los alumnos y los antiguos alumnos, los directores de todos los centros de enseñanza y muchos profesores de otros puntos de la provincia.
Y no sólo había allí maestros de pizarra, sino maestros marroquineros: petaqueros y fabricantes que, en otro tiempo, habían sido sus compañeros y con los que nunca había perdido el contacto, porque el mundo de la piel también era su mundo.
Manuel era asimismo querido por la gente del campo, todos los que le ayudaron y acompañaron a la búsqueda de vestigios históricos por toda la serranía, y a los que él ayudó también siempre que pudo.
Porque él era un hombre activo, interesado por todo y enamorado de su pueblo y de su profesión. En todo lo que hacía ponía tal empeño que fue capaz de conseguir imposibles. Su motor vital eran su familia y su pueblo, por eso fue capaz de andar por todo el mundo buscando raíces y llevando el nombre de Ubrique como estandarte.
Mucho antes de que nuestro pueblo fuera conocido por algo que no fueran las petacas, él formó un grupo de MISIÓN RESCATE con el que consiguió una treintena de premios nacionales, culminando las campañas con el TROFEO DE ORO, gracias al cual el nombre y la cultura de Ubrique fueron conocidos en todos los medios de comunicación ya en los años sesenta y setenta. Durante estas campañas se fue dando cuenta de que el potencial cultural y arqueológico de nuestra comarca era importante, y removió cielo y tierra hasta que consiguió que se hicieran las primeras campañas arqueológicas en el SALTO DE LA MORA, logrando así que lo que era un corral de cabras recuperara su nombre y esplendor.
Después comenzó a escribir sobre el pueblo y sobre ubriqueños ilustres, comenzando así una bibliografía imprescindible para quien quiera conocer nuestra tierra.
Junto a mi madre recorrió muchos países, dejando atrás siempre amigos a los que fascinó e infundió ganas de venir a conocer nuestra tierra.
Tras su muerte hemos recibido el cariño de alcaldes en Santo Domingo, en Argentina, en Francia...traspasando fronteras e ideas políticas. Nos han escrito desde un profesor de la Sorbona hasta un maestro de Sunchales, en Argentina. Hemos leído reportajes sobre él y sobre Ubrique en periódicos de muchas ciudades, y hemos compartido la pena con aquellos que le querían, le admiraban y le respetaban.
También queremos agradecer los homenajes que se le han rendido; desde las palabras, las canciones o los programas en la radio hasta el poema o el artículo de algunos amigos; desde el homenaje más reciente: la dedicatoria del último libro de un escritor ubriqueño, hasta el que, pocos días después de su muerte, le rindieron sus convecinos junto con el Canal 19 de televisión. Son los hombres y mujeres del pueblo, de su pueblo, los que le rinden un homenaje merecidísimo, por encima de la mezquindad de algunos políticos.
Lamentablemente, Manuel Cabello no está con nosotros desde hace un año, pero quisiéramos dar las gracias a todos los que, como nosotros, siguen recordándolo, a todos los que no quieren que la memoria de este ubriqueño fascinante y entregado a su pueblo se pierda; a todos los que piden que se haga ya el MUSEO DE LA PIEL, por el que tanto luchó, en su memoria; a todos los que piden su nombre para alguno de los rincones de esta tierra que él tanto amó; a todos los que aún recuerdan sus belenes vivientes, sus exposiciones antropológicas, su Peña, sus carrozas de romería, sus convenciones “Janeiro”, sus Juegos Florales de la Sierra, sus libros, sus subidas multitudinarias al pico de San Cristóbal, sus crónicas de radio...; en definitiva, quisiéramos dar las gracias a todos los ubriqueños.

ESPERANZA CABELLO IZQUIERDO, mayo de 2001



Para nosotros es una gran satisfacción que alguien haya conseguido, con tesón y voluntad, un MUSEO DE LA PIEL en Ubrique y, aunque aún no es definitivo, es un meritazo que debemos, fundamentalmente, a Maribel Lobato y a Paco Solano. Por otro lado es un orgullo oír a Maribel explicar cuánto se acuerda de Manuel Cabello .

También es una alegría ver cómo en el Centro de Interpretación de la historia de Ubrique hay un reconocimiento a su labor como precursor de las movilizaciones para salvar Ocurris.
(Utilizamos el nombre de Ocurris con conocimiento de causa, y como recuerdo a Manuel Cabello, separándonos voluntariamente de la corriente que ha querido cambiar el nombre de siempre por otro difícil de pronunciar, como pueden comprobar.)

También nos alegra poder encontrar en blogs y páginas webs comentarios sobre su obra y su persona, siempre respetuosos y agradecidos.

Aún hoy nos siguen parando por la calle y nos dicen. "Yo fui alumno o alumna de tu padre", "Yo fui con tu padre a Madrid", " Yo fui a Misión Rescate con tu padre","Nosotros estuvimos con tu padre en El Salto de la Mora", "Yo estuve en la escuela de Artes y Oficios con tu padre", "Tu padre me enseñó a interesarme por la historia"...

Y en todos los comentarios se nota cariño, devoción y simpatía. Gracias a todos.

Esperanza Cabello, mayo 2009

sábado, 30 de mayo de 2009

Manuel Cabello Janeiro: mi abuelo Manolo

Foto: Manuel Cabello Janeiro, 1978

Manuel Cabello había nacido en Ubrique el 15 de noviembre de 1931, hijo de Julia Janeiro y Francisco Cabello, un conocido empresario Ubriqueño. Se casó con Esperanza Izquierdo Fernández el 10 de septiembre de 1956, tuvieron cinco hijos y diez nietos, a los dos más pequeños, Laura y Leandro, no llegó a conocerlos, pero también los estaba esperando.
Durante toda vida puso entusiasmo y pasión en todo lo que hizo, dedicándose fundamentalmente a su familia, a su magisterio y a su pueblo.
Murió demasiado pronto, a los sesenta y ocho años, el 31 de mayo del año 2000, y hoy queremos dedicarle las palabras que su primera nieta, Ester, escribió para él el primer aniversario de su muerte.


Abuelo Manolo con Ester y José Manuel
Boda de Tito Francisco 8 de junio de 1986


Ester fue la primera nieta, vino como un regalo del cielo el 25 de mayo de 1978 y fue la alegría de toda la familia, sobre todo de sus abuelos, para los que siempre ha sido especial. Un poco más tarde llegó José Manuel, siempre sonriente y fantástico, para completar la felicidad de todos. Los abuelos se volcaron en los primeros nietos, y a ellos dedicaron toda la ilusión y el cariño del mundo.
Después vendrían Serafín, Arturo, Francisco José, Julia y María, y con todos ellos compartieron los mejores momentos del mundo...


Abuelo Manolo con Ester, José Manuel, Serafín, Arturo,
Francisco José, Julia y María

Navidad de 1994



Abuelo Manolo y Abuela Esperanza con sus nietos
Ubrique, Carnaval 1995




En el Carranza, con unos nietos entusiasmados
Cádiz, agosto 1995



Cumpleaños de abuelo
15 de noviembre de 1996


Ester con sus abuelos el día de su graduación
Granada, 1999


Ester, quizás por ser la primera, ha resultado ser una magnífica heredera del espíritu familiar, y esta es la carta que escribió a su abuelo:

Hace un año…

Hace un año…

UNAS LETRAS A MI ABUELO:


Te voy a echar mucho de menos. Hay cosas que se quedaron por decir, se han quedado guardadas en ese gran tintero que es el corazón.

El corazón de mi abuelo ha latido siempre con fuerza, incansable, buscando por doquier la manera de realizarse y de agradar a los demás. Eso sí, con un fuerte carácter y carisma capaz de hacer que todos fuéramos atraídos como planetas en órbita hacia él, el rey sol.

Esa atracción se llama amor y devoción por alguien que se ha desvivido por su mujer, por sus hijos, sus nietos, sus amigos y, en general, por todas las personas que han tenido la inmensa fortuna de haberlo conocido. Como yo, que guardo y guardaré infinitos recuerdos con él: las subidas al Salto de la Mora, los días de campo, las visitas a Villaluenga a por queso y al campo a por manzanilla, las comiditas en el Stop, los años de colegio… él siempre estaba allí; la nieve, los cumpleaños en la calle Matadero, el carnaval con la Patacabra de Tito Leandro, las Navidades, el sonido de su máquina de escribir, sus historias de viajero…

Todo eso no son nada más que pequeñas gotas que han formado parte de su gran océano, de esa vida que le ha tocado vivir y a la que ha sabido sacar el mejor partido.

¡Qué decir de mi abuelo al que he admirado y querido siempre y, aunque ya no esté, su esencia perdurará infinitamente en todos los corazones de sus seres queridos!


Ester Cabello Núñez, 31 de mayo de 2001



viernes, 29 de mayo de 2009

Los chicos del coro

Fotografía del coro parroquial y sacerdotes
Ubrique, 1949


Por Esperanza Cabello

Esta fotografía fue tomada a los componentes del coro parroquial en 1949, reconocemos a los siguientes:
(Siempre de izquierda a derecha y de arriba a abajo)
- Francisco Sánchez Bazán, Manuel Cabello Janeiro, ........................., Juan Ponce Saborido, Lucindo Mohedas Gómez, Antonio Cotrino, Manuel ..............., Ángel Fatou, José María Cabello Janeiro, Rafael Fatou Bohórquez.

-José Sánchez Bazán, Don José "El Organista", Pedro Bohórquez, Carrasco Miguel León, Eduardo Fatou Bohórquez, Luis Reguera Arenas, Rafael Ponce Sánchez, José Rubiales Carrasco, Luis Álvarez?, ......................, .........................

- ........., ..................., Miguel Ángel Corrales García, Don Antonio Cañadas, Don Rafael Jiménez Cárdenas, Don Antonio, Ángel Vilches Moreno, "El chaleco" (sacristán).

Nos encantaría poder completar esta relación, a ver si alguien puede ayudarnos con los nombres de los que faltan.


miércoles, 27 de mayo de 2009

La familia Janeiro Rubiales


Familia Janeiro Rubiales, sobre 1910



Nos ha commovido y emocionado el regalo que Esperanza Izquierdo nos ha ofrecido hoy: una fotografía de la familia Janeiro Rubiales al completo.
Nuestros bisabuelos, Manuel Janeiro Córdoba (1859) y Julia Janeiro Coveñas (1895) en el centro; detrás, los hijos que Manuel había tenido en un matrimonio previo con la hermana de Julia, Isabel (1881): Manuel, que se fue a Argentina y nunca regresó, Isabel, que fue esposa de Antonio Álvarez y madre ocho hijos, entre ellos nuestra tía Isabelita a la que mandamos un beso desde aquí; Ana, que cuidó toda la vida de su hermana Julia y la ayudó con sus hijos, y Pedro.
Después están los pequeños: Ángel, Rogelio, Arsenio, Julia, Humberto y Eloy.
Hubo un pequeño Edmundo, que murió tempranamente.
Todos ellos conforman el modelo de gran familia, son el germen de decenas de familias que se han ido formando a lo largo de todos estos años, familias donde siempre ha habido un "Janeiro" o una "Janeira" que ha unido, aglutinado y reunido a todos. Nosotros estamos muy orgullosos de pertenecer a este grupo familiar en el que ha habido de todo: amas de casa, cocineros, profesores, carteros, funcionarios, políticos, toreros, cantantes, artistas, pintores, campesinos, fotógrafos, ganaderos, electricistas, fontaneros, ingenieros, farmacéuticos,maestros, forestales, policías, médicos, sacerdotes, costureras, petaqueros... y siempre buenas personas.
Manuel Cabello fue uno de esos "Janeiros" aglutinantes, ejemplo de ello es la fotografía siguiente:





Convención Janeiro. Verano de 1992
Cientos de Janeiros y allegados, venidos de
todas las partes del mundo, se reunieron durante
un fin de semana en Ubrique

Manuel Cabello creía en la familia, era su mejor baza, y, junto con su esposa, recorrió medio mundo buscando sus raíces y a su gente. Con la colaboración de otros Janeiros empedernidos, consiguió reunir a representantes de los cientos de familias que forman el árbol genealógico. (No hay que olvidar que Manuel Janeiro Córdoba tenía cinco hermanos).
Mirando la foto familiar de esta "I Convención Janeiro", impecablemente organizada en reuniones en el Cañajoso y muchos días de preparación con trabajadores incansables como Mª Ángeles y Bartolo, Isabel y Clara, Manuel y Paqui, Manuel y Esperanza, Manuel y Ana Mª, Manuel "El genuino", el otro Manuel, Pilar, Julia, Jesús, Carmen, Eduardo, Joaquina, Rogelio, Reme, Francisco, Juan y tantos y tantos otros, comprendemos que el esfuerzo que realizaron valió la pena. Ahora algunos de ellos no están ya con nosotros, pero el espíritu de la familia seguirá siempre aquí.


Esperanza Cabello Izquierdo. Ubrique, mayo de 2009.

lunes, 25 de mayo de 2009

La boda de nuestros abuelos

Foto: Pedro Janeiro Abuela Julia con su familia y sus amigas pasando un día de campo cerquita del Rancho Janeiro.1919
 
 
 
Nuestra abuela Julia había nacido en Ubrique el dos de diciembre de 1898 . Pero a ella le gustaba decir que era del año 1900, y siempre se quitaba un par de años, porque su marido, nuestro abuelo Paco,había nacido el diez de enero de 1900, y no le parecía bien ser dos años mayor que su marido. Paco había llegado a Ubrique en 1907, con siete añitos, procedente de Argentina, donde acababa de morir su padre. Por lo visto fue todo un acontecimiento cuando la familia llegó a Ubrique, Doña Joaquina Orellana, la cuñada del párroco Don José Cabello, que llegaba con sus diez hijos desde el otro lado del mundo. Dicen que fue mucha gente a recibirlos, y que Rojillas, el pregonero, llevó al pequeño Francisco en hombros. Francisco empezó pronto a trabajar en la petaquería, y pronto también empezó el noviazgo de Francisco y Julia. Duró poco tiempo, y su hermana Ana fue la que ayudó a Julia con los preparativos, porque su madre ya había muerto. Lamentablemente su padre, Manuel Janeiro, también murió poco antes de la boda, por lo que la ceremonia tuvo lugar, pero sin celebraciones. Se casaron el once de septiembre de 1926, de madrugada . La novia llevaba un velo largo y negro que la cubría hasta los pies, porque estaba de luto. Y para celebrarlo sólo prepararon muchos dulces y los comieron en la casa familiar. 
 
Foto: Marín, Ronda, 1927
Julia Janeiro y Francisco Cabello unos meses después de su boda
Para el viaje de novios, Ana y Julia prepararon lo necesario: los recién casados se iban al Rancho Janeiro, que había sido adquirido por Manuel Janeiro cuando le tocó la lotería, y sólo necesitaban comida para unos días. Después de la boda Julia y Paco cogieron su burro y se fueron al rancho. Allí Julia preparó una cena, y de postre dulces. Como habían comido ya muchos dulces Paco quería fruta, pero no llevaban, así que la aventura de recién casados fue la siguiente: comer uvas en los campos vecinos para el postre de la noche de bodas. De todas formas, y por encima de las aventuras y las curiosidades, la familia se consolidó con muchos hijos y nietos. Nuestra abuela, mujer piadosa y devota de la patrona de Ubrique, encargó todos los años una misa en el mes de septiembre para celebrar su aniversario de bodas. Hemos pasado muchísimas veces con nuestro padre cerca del Rancho Janeiro, y hemos estado en la casa en alguna ocasión, y cada vez que pasábamos por la carretera de El Bosque y dejábamos atrás la cueva del Arenal, él nos decía: "Ese es el Rancho Janeiro, allí fué el viaje de novios de mis padres. Un buen sitio, cerquita del pueblo y con buenas uvas en los campos vecinos." 
 
 
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miércoles, 20 de mayo de 2009

Leandro Izquierdo Rivera: El transporte de pieles y artículos de piel

Camión de transporte nevado con Mateo Zapata
Los Callejones. Ubrique febrero de 1954
Fotografía recuperada por Luis Eduardo Rubio Bernal




Por Esperanza Cabello


NIEVE EN LOS CALLEJONES

Comentábamos que después de la guerra Leandro Izquierdo había comprado un Buick para hacer el reparto de las piezas fabricadas, pero pronto hubo muchos pedidos y mucha piel que comprar, así que se hizo necesario recurrir a un camión de transportes. Mateo Zapata Vázquez, que trabajaba con el camión de Juan Benítez desde 1953, era quien se encargaba, la mayor parte de las veces, de traerle los fardos de cocodrilo, que venían desde Francia y que Mateo recogía en un agente de aduanas en Sevilla, en la Puerta de Carmona.
Los viajes eran muy frecuentes, y recuerda nuestro amigo Mateo el día que hicieron esta fotografía: era a principios del año 54, y había nevado copiosamente desde que emprendieron el viaje de vuelta de Sevilla. Al llegar al cruce de Las Cabezas la nevada arreció y al llegar al Villamartín tuvieron que hacer noche porque ni siquiera se veía la carretera.
Al día siguiente emprendieron de nuevo el camino hacia Ubrique y llegaron al mediodía. El camión venía llenito de nieve, y muchos curiosos se arremolinaron alrededor. Y así lo vemos en la fotografía, con el conductor, Mateo Zapata, montado encima de su camión, aún con la carga dentro.
Es una curiosa fotografía del Ubrique de entonces, con un par de burros "aparcados" en la puerta de la Policía Municipal, que casualmente está justo enfrente del antiguo Cuartel de la Guardia Civil, la Perla, la casa de obras públicas, el cine Cristina, los árboles centenarios de Los Callejones, las casas de José Vallejo Gutiérrez, Los Amarillos... y lamentablemente no podemos ver con claridad , aunque sabemos que están ahí, todos los edificios que conforman la arquitectura y la estructura de Los Callejones que dibujan, sin lugar a dudas, una de las mejores tarjetas de presentación de nuestro pueblo, con sus jardines bien cuidados, sus árboles, sus azulejos centenarios, sus pinsapos y sus fuentes.
Mateo Zapata estuvo trabajando como conductor para la misma empresa entre los años 1953 y 1963. Al morir Rafael León compraron la parte de la empresa a su viuda, y siguió con "Transportes León" hasta 1982, año en que dejó su labor como transportista, casi al mismo tiempo que cerraba la fábrica de artículos de piel de Leandro Izquierdo. Los dos empresarios trabajaron juntos durante muchos años, y aún hoy guarda Mateo una cartera de cocodrilo "sin estrenar", de aquellas que hicieron célebre, por su calidad, la marca LIZ.
 
 
Nota del 22 de febrero de 2010
Las dos mujeres que se ven en primer término, a la derecha de la imagen, son Ana Venegas Rodríguez, madre de nuestro compañero Modesto Angulo, y su cuñada, Manuela Barea Atienza, que lleva un gracioso pañuelo en la cabeza.



Nota de diciembre de 2012
Acabamos de saber que precisamente el 3 de febrero de 1954 hubo una gigantesca nevada en la zona, y dos fotografías de ese día nos muestran Ubrique y Arcos tras la nevada.


 Arcos, nevada del 3 de febrero de 1954


 Ubrique, nevada del 3 de febrero de 1954
Fotografía: Francisco García Parra


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martes, 19 de mayo de 2009

Piñonate para dos huevos


Receta del piñonate que hacían las Piñeritas desde
final del siglo XIX, escrita por Natalia Fernández
que heredó de ellas el buen hacer confitero.



Piñonate para dos huevos

Se echa en una perola un chato de vino, otro de aceite, un 1/4 kilo de azúcar, 1/2 de harina, canela y ralladura de limón. Con el todo se hace una masa y se van haciendo rollos y después se fríen. Después se muelen . Después se mondan dos medios de almendras y se fríen o se tuestan, se apartan las que parezca para adornarlos después y las demás se muelen y se le agregan a los rollos molidos ajolí dos pesetas tostado, cinco clavos y canela molida.
Todo esto se pesa y la mitad de lo que pese se le echa de miel pero la mitad se pone a la candela sola y cuando esté en punto se le agrega la masa que ya está revuelta y sin dejar de mover durante cinco minutos. Después se aparta y se echa en los moldes y se aprensan con la mano del almirez








Receta del bizcocho para adornar el piñonate
Está escrita al reverso de lareceta del piñonate




Bizcocho para molerlos y echar los molidos por la pared del piñonate:
3 huevos, un 1/4 kilo de azúcar y lo mismo de harina se echan en un papel a cucharadas y se meten al horno.



Los buñuelos de las Piñeritas

Receta de los buñuelos de las Piñeritas,
escrita por Natalia Fernández a principios del
siglo XX
.Ubrique



BUÑUELOS DE LECHE
1 medida de leche
un 1/2 kilo azúcar
canela y una cáscara de
limón una taza de
harina todo removido
antes de ponerlo a la
candela y cuando
esté cociendo sin dejar
de mover y cuando es-
te dura se apartan
y seguidaamente se le
agregan los huevos
que admitan hasta
ponerla blanda y
después se fríen
rodandolas
con una cuchara


Ésto es lo que escribió Natalia Fernández, sobrina de Josefa Coveñas Piñero, confitera en Ubrique, de su puño y letra sobre el envoltorio de una tableta de chocolate Rocío, de Hijo de Rodríguez Serrano, Granada. Es una receta que tiene más de cien años y que, junto con la del piñonate, fue la más apreciada de su tienda.

sábado, 16 de mayo de 2009

De Ubrique a Ronda: muchos años estudiando

Carretera Ubrique-Ronda, año 1946
 Fotografía realizada por Leandro Izquierdo 
y recuperada por Esperanza Izquierdo   


Natalia Fernández Piñero tuvo siempre muy claro que sus hijos e hijas tenían que formarse e ir a la escuela. Ella siempre confió la educación de sus hijos, mientras fueron pequeños, a las religiosas del Rebaño de María, pero en la época sólo se podían estudiar en Ubrique las primeras letras, por lo que pronto tuvo que mandar a sus hijos mayores a hacer el bachillerato en Ronda.
Así que, el siete de octubre de 1942, y con sólo nueve añitos, Esperanza Izquierdo Fernández fue enviada al internado de las Esclavas de Ronda, para estudiar bachillerato. Al principio hacía el viaje como podía, en camiones o coches particulares que hacían esa ruta, pero a partir de 1945 se instauró la línea de Los Amarillos "Ubrique-Ronda". Eran cinco horas de un viaje interminable que comenzaba a las cinco de la mañana y terminaba, si había suerte, pasadas las diez.

Ronda, 1942
Esperanza Izquierdo(abajo a la derecha)
con sus compañeras de internado


Durante siete años estuvo interna, viniendo a Ubrique sólo en Navidad, Semana Santa y verano, y comenzando siempre el siete de octubre. Estudió en Ronda los siete años de bachillerato, e hizo la reválida de séptimo en Granada. Entre sus asignaturas había inglés, francés, alemán, latín, griego, física, química, matemáticas, piano, geometría y un sinfín de materias más. Trabajaba todo el día, y no pudo salir a la calle, en todos esos años, nada más que un día, para ir al dentista.
Pero se habituó y fue una excelente estudiante con brillantes resultados, lectora empedernida, y con una muy buena memoria, consiguió la "Excelencia" a los estudios y aprendió muchísimo.(A ella no le gusta que le echemos tantas flores, pero la verdad es que se esforzó todo lo que pudo y trabajó muchísimo).
Cuando terminó esos siete años podía haber hecho la oposición para ser maestra, pero su padre quería que hiciera estudios de farmacia. Ella hubiera querido estudiar Filosofía y Letras, pero las cosas se le complicaron en el momento de tomar la decisión. Así que volvió a Ubrique con su reválida bajo el brazo.
Muchos años después, cuando los hijos mayores comenzaron en la Universidad, ella se matriculó de Filosofía y Ciencias de la Educación en la UNED. Hizo un formidable esfuerzo y consiguió muy buenas notas... pero las madres de familia numerosa por vocación renuncian a muchas cosas por su familia, y de nuevo renunció a sus estudios, aunque nunca ha dejado de leer y de aprender. Actualmente sigue leyendo y escribiendo, colabora y participa en cada uno de los clubs de lectura que organiza la Biblioteca Municipal, siendo un ejemplo para todos nosotros.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Manuel Janeiro Córdoba. La Plaza de Toros de Ubrique, un recuerdo familiar

Plaza de Abastos de Ubrique. Toro del gayumbo
Fotografía de 1875 recuperada por Manuel Cabello



Por Esperanza Cabello


Ana de Córdoba y Manuel Janeiro tuvieron cinco hijos de los que nuestro bisabuelo, Manuel Janeiro Córdoba, fue el mayor. La pronta muerte de su padre hizo que Manuel se viera obligado a trabajar pronto en la armona (fábrica de jabón) y en la fábrica de pasta, y a continuación siguió trabajando en la carpintería de la calle Madera.
Su alergia hizo que tuviera que dedicarse a otros menesteres, y pronto se consagró a la fonda que Ana de Córdoba regentaba en la Plaza de Abastos (hoy Plaza de la Verdura) creando un café, el Café de Janeiro, que pronto gozó de gran fama, no sólo por ser centro cultural y artístico, desde el que se organizaron representaciones teatrales (la comedia de Ubrique) , sino por ser el núcleo de la logia masónica América, cuyo secretario fue el propio Manuel Janeiro, y que se dedicaba a actividades filantrópicas.
Desde el café se preparaban durante todo el año los diversos festejos taurinos, destacando las corridas que se celebraban en el Catalán y también el "toro del gayumbo", toro enmaromado o toro de la cuerda,  que  iniciaba su recorrido en el corral de la Fula, en la calle de los Expósitos (actual calle Prim), y llegaba a la Plaza de la Verdura o de Abastos, frente al café, donde estaba el Matadero (en el mismo local que después estuvo el Salón Moderno y ahora la Peña Flamenca).
Este festejo desapareció hace más de un siglo, cuando se construyó la plaza de toros y el matadero se trasladó de la plaza de la Verdura hasta la "salía"; desde que se inauguró la plaza ya no fue más necesario trasladar a los toros y ya no se han celebrado más este tipo de eventos en las calles de Ubrique.



Plaza de Toros de Ubrique
Fotografía recuperada por Manuel Cabello.


La Plaza de toros de Ubrique fue construida en Ubrique a instancias de nuestro bisabuelo Manuel Janeiro Córdoba (1859-1923). Le había tocado la lotería, y con la ayuda de su cuñado, Francisco Guerrero, compraron el ejido del Naranjal, mandando construir en él la primera plaza de toros de la localidad.


Plaza de Toros de Ubrique
Fotografía recuperada por Manuel Cabello


El texto siguente, sobre la localización de la Plaza de Toros, fue escrito por Alejandro Pérez Ordóñez el día 9 de agosto de 2003, justo un día antes de que la derrumbaran:

"En el momento de la construcción de la plaza (1909), su situación era a las afueras del casco urbano de Ubrique, en el conocido como Llano de Trebujena, entre el arroyo que baja del manantial del Algarrobal (hoy soterrado), la carretera hacia Cortes de la Frontera, el camino que cruzaba el río Ubrique por el puente de Carlos III (el más antiguo de los conservados en la localidad) en dirección al Prado de San Cristóbal y el propio cauce del río Ubrique".


No sólo porque era un símbolo de nuestro pueblo, sino porque la historia de todas las familias de Ubrique tiene varios capítulos escritos en esta plaza de toros, que podría haber sido reutilizada con cualquiera de los fines sociales o culturales que Alejandro propone en su escrito, queremos hacer desde aquí un homenaje fotográfico a la Plaza de Toros de Ubrique.


Plaza de Toros de Ubrique, 1920
Natalia Fernández en los toros, en el centro del palco
con un magnífico mantón de manila turquesa




Julia Janeiro con Lola y María Luque, 1918
Se adornaban los palcos con magníficos mantones de manila,
flores y plantas. Así las señoras podían asistir a los toros



Plaza de toros de Ubrique, Feria de 1919
Entre las señoritas ataviadas para la ocasión
reconocemos a Pepita Yuste, amiga de la familia.



Plaza de Toros de Ubrique, 1969
Escenario para las actuaciones escolares


Clausurada en 1977, la Plaza de Toros de Ubrique fue destruida en 2003, dejando al pueblo sin uno de los últimos monumentos del siglo XIX, y sin que podamos hacer otra cosa que seguir echándola de menos cada vez que pasamos por el puente de Carlos III.


Esperanza Cabello Izquierdo, mayo 2009

Nota del 22 de septiembre de 2011: Hemos sabido que en la corrida de inauguración de la Plaza de Toros, los toros fueron los de la ganadería de Agustín Campos Miméndiz, en este enlace explican la historia sus descendientes. 

Nota del 15 de noviembre de 2011: en "La Sierra del Mediodía" se ha publicado uno de los primeros carteles de esta Plaza de Toros, anunciando una corrida de 1908. Pinchar en este enlace para acceder. 



 Cartel de 1908
Propiedad de Luis Benítez Ríos
Publicado en Mediodía


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martes, 12 de mayo de 2009

La plaza de la verdura: un hito en la familia Cabello Janeiro

Plaza de la Verdura
Llamada Plaza de fermín Galán en 1931
Fotografía recuperado por Manuel Cabello


Estado actual
Foto: Esperanza Cabello, 1986

La Plaza de la Verdura en 1950


Los niños de la Plaza de Abastos, 1930
Así se llamaba entonces


Plaza de Abastos
El toro enmaromado, principios de siglo


La piedra "comepiedras" de la veredita estrecha.

Foto: Leandro Cabello Izquierdo
La piedra "comepiedras"

No todos los paseos infantiles fueron buscando restos del pasado. El espíritu de la aventura formaba parte de la personalidad de Manuel Cabello y constantemente recorríamos los caminos de nuestro pueblo de excursión, investigando, jugando y aprendiendo.
La piedra de la "vereíta estrecha" era un enigma para todos los niños, y nuestro padre jugaba con nosotros diciéndonos que metiéramos una piedra pequeña entre las grietas de esta roca que está enmedio del camino al enriadero, porque la piedra grande se comería a la pequeña. Efectivamente, al poco tiempo no se podía sacar la piedra que habíamos metido: eso era pura magia, aunque ahora cualquier geólogo podría explicarnos los misterios...
Pero como de misterios se trataba, todo el mundo que pasaba por esta vereda ponía una piedra sobre la piedra grande, ya no se sabe porqué, pero se sigue poniendo una piedra. Ahora dicen que te da suerte, porque atravesar la vereda que a veces es muy muy estrecha, sobre todo cuando llueve, es complicado.


Foto: Leandro Cabello
La piedra "comepiedras" siempre llena de piedras...

El caso es que por misterio, por magia o por superstición, si pasas por la veredita estrecha siempre verás la piedra "comepiedras" con un montón de piedrecitas encima. Tú, por si acaso, tendrás que poner la tuya, por aquello de las tradiciones...

sábado, 9 de mayo de 2009

El verdadero tesoro de Ubrique: el agua

Foto: Leandro Cabello Izquierdo
La Fuente de la Tarántula. Mayo 2009


Las historias y leyendas en nuestro pueblo son casi infinitas. Cada una de las generaciones que por aquí han pasado ha tenido sus propias historias y los vestigios del pasado nos recuerdan, a veces veladamente, que las cosas no siempre son lo que parecen.
La historia de este manantial es muy confusa. Hemos recordado entre todos que había una fuente a la que nuestro padre nos llevaba de pequeños y que, según la tradición, ocultaba algo maravilloso: un tesoro. Es la Fuente de la Tarántula.
Enclavada en un lugar de fácil acceso, conserva la verdura y la belleza de todos esos lugares de nuestra sierra que aún no están demasiado a la vista. Durante años se dijo: "En la frente del moro está el tesoro" porque al parecer había una cara esculpida en el caño de la fuente.


Foto: Leandro Cabello Izquierdo. Mayo 2009
El agua: verdadero tesoro para todos nosotros


Parece ser que hubo un tiempo en el que muchos ubriqueños se dedicaron a buscar el pretendido tesoro, y que cavaron incluso enfrente de la fuente, por si acaso había confusiones con las palabras "en la frente" y "enfrente"; definitivamente el monte se quedó lleno de agujeros, pero ahí quedó la cosa. Nunca nadie encontró ningún tesoro.
Nosotros pasamos por allí muchas veces cuando éramos chicos, de excursión o buscando vestigios de los posibles pobladores de la zona, y tampoco encontramos nada destacable, aparte de la belleza del lugar.



Foto: Leandro CabelloIzquierdo. Mayo 2009
Magníficos pilones de la Fuente de la Tarántula


Pero nuestro hermano Francisco Cabello recuerda la explicación de nuestro padre: el verdadero tesoro es la fuente. En una zona seca, sin otros manantiales, este manantial constante todo el año es un verdadero tesoro. Así que lo dejamos tal cual, sin más búsquedas, e intentando conservarlo como lo encontramos: "En la ¿fuente? del moro está el tesoro"

Esperanza Cabello Izquierdo, mayo 2009

jueves, 7 de mayo de 2009

Historia de la traída de aguas a la Villa de Ubrique.

Foto: Leandro Cabello. 2009
Fuente "de utilidad pública" desde hace 272 años


Transcribimos un artículo de investigación escrito por Manuel Cabello Janeiro en agosto de 1968 y publicado por el Ayuntamiento ese mismo año:

" Cuando, hace 300 años, en 1668, se finalizó la construcción del Convento de Capuchinos de Ubrique, faltaba dotarlo del agua necesaria para el gasto de la comunidad que en él había, así como para el riego de la huerta que lo circundaba.
Fue el Padre Nicolás de Córdoba quien, a mediados del siglo XVIII nos dejó escrito el relato sobre la propiedad que dicha comunidad capuchina tenía sobre el agua procedente del Benalfi. El referido autor, por las fechas antes indicadas, investigó sobre la base jurídica de dicha propiedad, sacando como consecuencia que era una servidumbre del convento desde su fundación.
El agua era llevada al convento, en esta primera época, por tajeas descubiertas y, para pasar el arroyo, llamado "Arroyo Seco", había un canal de madera sobre postes. Posteriormente un hermano capuchino, Fray Pedro de Tebas, al que popularmente llamaban "eminentísimo ingeniero", vino a Ubrique y restauró por completo toda la traída de aguas al convento, encauzándola a través de cañerías; también comenzó la obra de los Nueve Caños, terminándose ésta después de su muerte en el año de 1723, según consta en la lápida commemorativa que allí existe, en bastante mal estado debido a las concreciones del agua y la humedad, esperando que este trabajo sirva de aviso para ponerla en un sitio más indicado y seco.



Fuente de los nueve caños.
Fotografía de mediados del siglo XIX recuperada por Manuel Cabello


Se comenzó entonces por fabricar un acueducto que salvara el desnivel del nacimiento (llamado Rodezno). Este acueducto era arcado y tenía una fuente con abrevadero que subsistió hasta que en 1937 se realizó la obra nacional de traída de agua a Ubrique.



Conducción de aguas al convento.
Fotografía de mediados del siglo XIX recuperada por Manuel Cabello



Posteriormente se llevó el agua a la Fuente de la Plaza, por un sistema mixto de tajeas y atamores.
La fuente se construyó al gusto de la época. En su parte ornamental está formada por piedra arenisca labrada (es muy posible que la fachada del Ayuntamiento actual, construído en la misma época esté fabricado con el mismo material ornamental, por ser un conjunto armónico, ahora bajo gruesa capa de cal). La pila es de una sola pieza de piedra caliza.


Fuente de la Plaza, 1968
Fotografía: Manuel Cabello


La total terminación de la obra fue en 1727, once años después de iniciada, acreditando este dato el texto lapigráfico existente en el frontispicio de la fuente que textualmente dice así:


A ESPENSAS DESTA Vª (villa)
SE HIZO ESTA OBRA SIENDO CORREGD. (corregidor)
EL S. DN. FERNANDO MARQUEZ BARREÑO
AÑO 1727

Dos siglos más tarde el General Queipo de Llano en bando fechado el 14-12-36 autoriza dentro de la Obra Nacional emprendida de reconstrucción un moderno sistema de traída de agua a la villa. Tomándose aguas del Benalfí y del Nacimiento y almacenándose, por medio de una central elevadora en un depósito de gran capacidad unos 520.000 litros de agua, suficiente para el suministro de una gran ciudad.
Este nuevo servicio de aguas fue inaugurado solemnemente el 4 de octubre de 1937 por el mismo General Queipo de Llano.

Ubrique, agosto de 1968
Manuel Cabello Janeiro



Nota del 21 de febrero de 2013: Nuestro amigo José María Gavira ha descubierto que el corregidor de esta ciiudad en 1727 no era Fernando Márquez Barreño, sino Mancheño. (Pinchando aquí pueden leer el artículo en Mediodía).







lunes, 4 de mayo de 2009

El oso del Berrueco. Apuntes para una Historia. 1968.


En el programa de la feria de 1968 hemos podido leer varios artículos muy interesantes, entre ellos uno titulado "Apuntes para una historia", en el que Manuel Cabello Janeiro hace un primer esbozo de la situación histórica y geográfica de Ubrique, y nos cuenta al mismo tiempo sus primeros descubrimientos de restos prehistóricos y su primera experiencia escolar visitando los lugares históricos. Lo transcribimos a continuación:




Ubrique: Apuntes para una historia, por Manuel Cabello Janeiro.



Foto: Luis Eduardo Rubio
Vista de Ubrique desde la carretera que va al Peñón del Berrueco.


"La privilegiada situación de Ubrique nos hace pensar que en todo tiempo fue apetecido por los pueblos de la antigüedad.
Si analizamos esta situación bajo el aspecto ofensivo-defensivo de la época, no podemos encontrar lugar de mayor interés desde las costas gaditanas donde se producirían las infiltraciones hacia el interior que las moles rocosas que nos rodean, llamada Montaña Magna en tiempos romanos o Sistema Penibético en la actualidad. Tajos recortados, murallas naturales, lugares inaccesibles, abundancia de agua y de alimentos...
Y si analizamos esta situación desde un punto de vista geográfico, indudablemente alcanza un valor estratégico extraordinario. Como he dicho antes, todas las invasiones que sufrió España en la antigüedad y que penetraron por el sur, forzosamente hubieron de pasar por aquí. Después de atravesar las grandes llanuras gaditanas (campiñas de Jerez, llanos de Caulina y de la Mata) el primer obstáculo que encontraban a su paso era el río Guadalete (antiguo río Lethe, de etimología céltica) y una vez atravesado éste, que de por sí era una frontera natural, primero encontramos elevados montes que van desde la Sierra de las Cabras hasta Zahara de la Sierra, pasando por Arcos, Prado del Rey y Algodonales.

Este segundo murallón de montes, más o menos elevados, presentaba una segunda muralla natural para la defensa de estas invasiones, las cuales, si se asentaron en estos lugares, indudablemente debía de ser por poco tiempo, aunque posteriormente, y dentro ya de la Civilización Romana, aparecen dentro de la zona tres centros que alcanzan gran esplendor en la época. Me refiero al de Cabeza de Hortales (Ituppci), al de Bornos (Clarisa Aurelia) y por último al de Grazalema (La Lacídula romana). Pero una vez pasada esta cadena de montes aparecen las gigantescas montañas de Ubrique, verdadero paraíso para el hombre prehistórico. Y aunque vivió durante muchos miles de años en esta zona, como posteriormente demostraremos, fue durante el período Eneolítico cuando alcanzó su máxima vivencia. Así lo confirman innumerables hallazgos de esta época, donde se entremezclan el uso de los metales con la piedra finamente pulimentada.
Y una vez situados en el actual término municipal de Ubrique, investigaciones sobre el terreno nos demuestran que hubo un verdadero foco de cultura eneolítica en la zona comprendida entre el Peñón del Caldereto y el Salto del Pollo, en el lugar denominado "el Rincón".


Foto: Luis Eduardo Rubio
Peñón del Berrueco



Bajo el aspecto histórico de nuestro pueblo, hay un dato de indudable interés que no es por muchos conocido: en mayo de 1963 un grupo de amigos, entre ellos el actual alcalde de Ubrique, Manuel Janeiro, los hermanos Vilches Moreno, Rojas, Mateos y el autor de este trabajo realizamos una exploración a la cueva del Berrueco. A unos 200 metros de profundidad encontramos unos huesos totalmente fosilizados que en principio creímos que eran sólo humanos. Posteriores estudios nos demuestran que son humanos, pero entremezclados con los de un animal gigantesco, posiblemente un oso de las cavernas, y que desde luego puede asegurarse que tienen una antigüedad superior a los 60.000 años. Estos restos se encuentran en la Universidad de Sevilla para su total estudio.







Foto: Luis Eduardo Rubio
Entrada a la Cueva del Berrueco, actualemente cerrada para la protección de refugios de quirópteros cavernícolas (murciélagos).


Considero vitalísima esta apreciación histórica para el conocimiento de la comarca. Es el hecho histórico más antiguo de Ubrique, y sale por primera vez a la luz pública.
He de abandonar estos apuntes que me han sido necesarios para que el lector sepa que el hombre vivía, desde esa época remota, en un paraíso rodeado de todos los medios para cubrir sus necesidades, agua, caza, pesca, refugio...
¡Ese paraíso es Ubrique!

EL COLUMBARIO.
 Fue un maestro precisamente, Don Fernando Gavilán, quien, cuando aún no tendría yo 10 años, nos llevó de paseo al Salto de la Mora. Nuestra mentalidad infantil bullía, cómo no, a la búsqueda de tesoros. Y, efectivamente, a flor de tierra encontré el mío, una moneda, ilegible y desgastada, pero romana al fin y al cabo. ¡Con qué placer la guardo! Ha sido ella la que ha influido en mí para despertar mi afición arqueológica. Posteriormente mis excursiones al Salto de la Mora han sido muy numerosas, y siempre me llamaba la atención aquel edificio que está cerca de la entrada y que todos llaman "Mezquita".
Ya de mayor me dolía terriblemente que aquella maravilla arqueológica, como así la han definido los expertos en la materia, se encontrara en estado tan ruinoso, como el resto de las edificaciones de la misma época y que servía de porqueriza o redil. Todos los pueblos deben preocuparse por la obra de sus mayores, porque si no fuera así no tendríamos historia.




... Y un día escuché la famosa voz de Misión Rescate llamando a todos los maestros. Y de ella me hice eco. Durante varios meses del pasado año hice ver a los organismos rectores de esta Misión popularizada por RNE y TVE que en Ubrique se conservaban vestigios muy interesantes de su antiguo esplendor. Pero mi palabra debía ir acompañada por el dictamen de un técnico. Por eso el año anterior pasamos desapercibidos. Durante el pasado verano me puse en contacto con el Prospector Arqueológico de la Universidad de Sevilla, Don Salvador deSancha, el cual, trás una visita de inspección al templo funerario, quedó maravillado.
Después de varias entrevistas, el pasado mes de enero Ubrique se honra con la visita de don Juan de Mata Carriazo , eminente arqueólogo, Catedrático de la Universidad de Sevilla y Delegado Regional de excavaciones arqueológicas, quien visita el Salto de la Mora.
Sus expresiones, entusiastas y sinceras, aún las recordamos con satisfacción. Le hizo a nuestro alcalde un bosquejo de las obras que allí han de realizarse, sobre todo de estudio, pues por encima del aspecto exterior que posee, puede ser que guarde en su interior vestigios de una super cultura que podría ser símbolo de una grandeza única no sólo en esta comarca, sino en España entera.

Elevadas a Madrid todas estas impresiones que hemos ido recogiendo durante el pasado curso, TVE nos honró el día 5 de enero situándonos en el Libro de Oro de Misión Rescate y al final del curso la gran satisfacción del Trofeo de Plata.
Aparte de esto, el Ministerio de Información y Turismo, conocedor de esta Misión Cumplida, otorga a Ubrique un Premio Nacional de Promoción al Turismo."

Manuel Cabello Janeiro
Ubrique, septiembre de 1968