sábado, 31 de mayo de 2025

Buenas noches, papá


 La familia Cabello Izquierdo en 1972

 

Por Esperanza Cabello

Hace unos días que solo pienso en una fecha muy triste, el 31 de mayo del año 2000. Exactamente 25 años. Fue el día en el que mi padre nos dijo adiós definitivamente.

Una persona tan llena de vida, tan activa, con tantos proyectos, tantas inquietudes, y la vida se acabó, sin más. Aquella muerte nos llenó de zozobra, por supuesto, pero no solo porque perdimos a nuestro padre, sino porque te das cuenta de lo vulnerable que eres y lo efímera que puede ser la vida.

Lo hemos recordado de muchas formas, como historiador, como escritor, como maestro, como marido devoto, como inventor, como organizador...

Pero hoy quiero quedarme con su recuerdo como padre, y concretamente con esos leves recuerdos de la más tierna infancia de momentos en los que yo era su niña y como tal me cuidaba. Una vez me hice mucho daño al caerme, con un gran "cosco" en la frente. Como no había forma de contentarme, sacó su pañuelo blanco impoluto de su bolsillo y una moneda de cinco pesetas de su monedero. Me entretuvo y me distrajo poniéndome la moneda sobre el "bollo", y anudándome el pañuelo en la frente. La consigna era que cuando se me pasara el dolor podría quitarme el pañuelo y quedarme con el duro (llamábamos "duros" a las monedas de cinco pesetas). 

Después me abrazó y me quedé dormida, feliz de pensar que más tarde tendría un duro para mí sola, pero más feliz aún de estar en brazos de mi padre.

Pues hoy quiero volver a dormir con aquella sensación de paz,  aunque haga tantos años de aquellos tiempos felices, los bonitos recuerdos se quedan fijados en algún lugar del cerebro, y ya he aprendido que lo mejor de todo es quedarse solo con lo bueno, y dejar de darle vueltas a lo que nos hace daño.

Por eso, en el 25 aniversario de tu muerte, hoy solo quiero decirte (y he esperado hasta el final del día para decirlo):

 

 Buenas noches, papá. Te quiero mucho.💜💜💜💜💜

 

 

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