domingo, 15 de septiembre de 2024

Ocurris, un tesoro por descubrir

 



Por Esperanza Cabello

Los ubriqueños y ubriqueñas tenemos una suerte increíble: vivimos a los pies de un maravilloso "escenario" natural, de un increíble yacimiento arqueológico que se ha convertido en los últimos años, gracias a la excelente tarea de sus responsables, en un referente para todos los yacimientos de la zona, por su riqueza, por su estado, por su conservación, por el tesón con el que está dirigido y gestionado.

Y lo mejor, es que, ahora, de verdad sentimos que es un lugar de todos y para todos, nuestro particular tesoro, no hay nada más que adaptarse a los horarios de visita, hacer una llamada a la Oficina de Turismo de Ubrique o a las responsables del yacimiento, Isabel Pajuelo y María Campos, que nos atenderán, como siempre, con toda la amabilidad y eficacia que las caracterizan.

 


Como hemos explicado en muchas ocasiones, en Ocurris se dan cita naturaleza, flora, fauna, senderismo, cultura, historia, arqueología, arte y magia. 

En esta ocasión, para nosotros ha habido un nuevo interés: visitar los trabajos que se han realizado este verano durante casi un mes. La primera vez en la historia del yacimiento en que se ha comenzado una excavación arqueológica bajo los auspicios de una universidad, con varias profesoras, doctores y graduados además de un grupo de alumnos y alumnas que han trabajado muy en serio durante los días que ha durado esta increíble experiencia.

Hace casi diez años que desde la dirección del yacimiento han estado estableciendo contacto con la Universidad de Granada, el interés principal era (como lo fue el de nuestro padre hace casi sesenta años) dar a conocer este tesoro arqueológico, llamar la atención de las autoridades para continuar el descubrimiento de todo lo que se oculta en este lugar telúrico.

Por fin comenzaron, más en serio, las conversaciones, la profesora de Arqueología, Macarena Bustamante, se puso en contacto con la responsable del yacimiento, la arqueóloga María Campos, y poco a poco fueron forjando un proyecto parar excavar en Ubrique. 

Al principio fueron nuestra entonces alcaldesa, Isabel Gómez, y el concejal de cultura José Manuel Fernández, los que dieron el visto bueno y todo el apoyo posible para el proyecto. Más tarde, con el cambio de gobierno, tanto nuestro alcalde, Mario Casillas, como los concejales José Antonio Bautista y Patricia Caro, se han interesado e implicado en esta apasionante experiencia de unas excavaciones en Ocurris, las primeras excavaciones universitarias en el Salto de la Mora.

 

 

Paisaje estival en el yacimiento

Con tranquilidad podemos ver a los buitres sobre nuestras cabezas e incluso a las cabras monteses que nos miran desde los peñascos.

 

Hubo, como decíamos, muchas conversaciones previas, hace falta mover una maquinaria muy complicada antes de emprender una campaña de excavaciones en un yacimiento. No podríamos ni pensar la cantidad de documentación y permisos necesarios.

Pero había gran interés por ambas partes, de un lado, las expertas de la universidad de Granada sabían que Ocurris es una joya por descubrir; por otro, tanto el ayuntamiento como los responsables del yacimiento no han escatimado esfuerzos para conseguirlo.

Aquí nos gustaría hacer una pequeña pausa para hablar, con el permiso de todos los demás, del gran papel que el primer teniente de alcalde, José Antonio Bautista, ha jugado en esta campaña.

No solo ha hecho de puente y eficaz interlocutor entre todas las partes implicadas, sino que ha estado, desde el primer momento, decidido a hacer todo lo que ha estado en su mano para facilitar las muchas cosas que se necesitan para la organización de tantas personas trabajando de sol a sol: toldos, agua, salones para trabajos de interior, acceso a instalaciones municipales, apoyo logístico, ánimo y difusión de las actividades. Contar con alguien tan cercano en el ayuntamiento es ya un triunfo.

 

 


 

 

Ya en el mes de febrero tuvimos la noticia de que el acuerdo entre la UGR y el ayuntamiento había tenido lugar (en este enlace),  y sabíamos que los trabajos empezarían seguramente en verano, julio y agosto son los mejores meses para el trabajo (aunque algunos podríamos dudarlo, por las temperaturas, claro).

 


 

Y efectivamente, en la segunda semana de agosto empezaron los trabajos, después de muchos preparativos y muchas visitas previas.

Estas excavaciones, como hemos dicho, suponen un cambio radical en la manera de estudiar el yacimiento. Son otros tiempos, hay otros métodos científicos y, sobre todo, todo un equipo universitario al mando de todo. Ya no se trata de una empresa privada contratada por la mancomunidad o el ayuntamiento, sino de un equipo de científicos dispuestos a darlo todo por nuestro tesoro local.

 


 

El primer paso, con el georradar, con la geofísica María Teresa Teixidó al mando (en este enlace). Decidieron  estudiar en primer lugar conocido como "el foro", para ver qué estructuras se encontraban aún escondidas.

Ignoramos completamente el resultado de estas pesquisas, aunque sí fuimos testigos de primera mano de la ilusión y la impaciencia que sentían todos los implicados.

Tuvimos la suerte de conocer a dos de las profesoras encargadas, Macarena Bustamante Sánchez (en este enlace), profesora titular de Arqueología y Prehistoria; y a María del Mar Castro García (en este enlace), investigadora del programa Ramón y Cajal.

 

Con la hospitalidad y amabilidad que la caracteriza, nuestra amiga Reme Rubiales organizó un almuerzo campestre para dar la bienvenida al equipo de investigadores y estudiantes, y al verlos tuvimos muy claro que todos ellos venían a trabajar. 

 


 Nos habría gustado muchísimo haber podido conservar en nuestra memoria los nombres, estudios y trayectorias de todos los participantes, que se fueron presentando por turnos. Algunos venían de excavaciones en Mérida, otros tenían proyectado excavar en Pompeya este mes, otros eran doctores, otros profesores, incluso había un estudiante de primer año (Jaime quizás) al que auguramos una carrera meteórica.

 

 

Montones de arena removida a pico y pala

 

Y todos han trabajado como jabatos. Por las mañana de siete y media a tres al sol ligero, pico y pala, y con entusiasmo.

Por las tardes, después de un descanso, a limpiar y a clasificar material en unos salones municipales junto a la piscina. 

¡Qué lástima que no exista una infraestructura adecuada en el centro de recepción o en el propio yacimiento! 

 


 

Además de este gran equipo, en las excavaciones, codirigidas por Macarena Bustamante, Mar Castro y María Campos, han participado voluntarios ubriqueños. 

Se hizo una selección previa de personas relacionadas con la historia, con los estudios universitarios y con capacidad de trabajo.

Nos acordábamos de aquellas excavaciones de finales de los sesenta, por aquel entonces todo era diferente, quizás bastante difícil, pero también llegaron jóvenes universitarios a hacer prácticas de arqueología. 

El ayuntamiento de entonces contrataba a una cuadrilla de trabajadores para cada una de las campañas, hacían un trabajo muy duro, y gracias a ellos se pudo conocer y comenzar a descubrir el tesoro que albergaba la ciudad romana:

Trabajadores en Ocurris 1975. Vicente Villarte

 

En otras ocasiones las excavaciones fueron con alumnos y alumnas de un taller de empleo o con cuadrillas municipales sin relación con los trabajos de arqueología.

Pero en este caso el total de trabajadores estaba vinculado con la universidad.

 

 

Visitando el yacimiento. 

Patricia Caro, concejala de cultura; Vanesa Beltrán, diputada provincial de cultura; Mario Casillas, alcalde de Ubrique y José Antonio Bautista, primer teniente de alcalde.


Durante estas semanas han sido muchas las personalidades del mundo de la cultura y del mundo político que han visitado las instalaciones. 

Como, desgraciadamente, no hemos podido subir al yacimiento, no hemos estado al tanto de la identidad de estos visitantes, aunque seleccionamos algunas de las publicaciones de la página oficial de facebook de la ciudad romana.


Darío Bernal Casasola, catedrático de arqueología de la universidad de Cádiz. (En este enlace). 

La diputada provincial de cultura Vanesa Beltrán (en este enlace).

El director del Museo Arqueológico de Villamartín, José María Gutiérrez López.

 En las "Jornadas de puertas abiertas" (en este enlace), que fueron guiadas por Isabel Pajuelo y explicadas desde el punto de vista arqueológico por la profesora Mar Castro han podido participar todas las personas interesadas.



Habría sido muy interesante haber podido participar en esas jornadas de puertas abiertas. Las profesoras estuvieron a disposición de todos los asistentes, dando indicaciones, elaborando algunas conjeturas, explicando con todo lujo de detalles los trabajos realizados y los hallazgos obtenidos hasta el momento.

 



Basas de columnas, puertas, estucos, trozos de estatuas, algunas monedas, una de ellas con un crismón (símbolo de la cruz), lo que es muy significativo e indica que el lugar estuvo habitado al menos hasta el siglo IV.


Estas son las palabras de Macarena Bustamente con respecto a los hallazgos:

 

Los trabajos arqueológicos desarrollados ahora han permitido confirmar dicha hipótesis y vislumbrar una serie de elementos arquitectónicos que perfilan edificaciones de gran porte y claramente públicas de época altoimperial. A falta de un estudio más pormenorizado de los elementos aparecidos, los investigadores confirman la presencia de un altar monumental acompañado de restos de decoración arquitectónica, entre los que se encuentran basas, así como fustes de columnas, las cuales se han puesto en relación con otras evidencias de pedestales de estatuas y restos de columnas dispersos en la ciudad. De igual modo, se ha procedido al reestudio de diversas edificaciones emergentes en el yacimiento que permiten definir un lugar simbólico en lo referido a las prácticas religiosas sincréticas romanas, especialmente relacionadas con el agua.

Además de estos datos, una de las grandes aportaciones de la excavación es la constatación de una continuada ocupación del sitio hasta fines del siglo IV, como se percibe por el numerario localizado, entre el que está la primera representación iconográfica cristiana del lugar: una moneda con un crismón. A ello se unen cerámicas procedentes del norte de África que permiten ampliar la ocupación del sitio, anteriormente situada hasta fines del III d.C. y que ayudan a comprender unas rutas comerciales íntimamente ligadas con el Campo de Gibraltar.

También se ha localizado la cimentación de una posible construcción defensiva de época medieval que tendría contacto visual de este lugar con las otras fortificaciones de las inmediaciones y que estarían abocadas al control de esta zona de la sierra gaditana.

 

 

En una de nuestras anteriores entradas (en este enlace), hemos elaborado una especie de "revista de prensa" con las repercusiones que estos trabajos arqueológicos han tenido en los medios de comunicación locales, provinciales, nacionales e internacionales.

En todos esos enlaces podremos conocer de primera mano las noticias relacionadas con estas excavaciones, pero además quisiéramos incidir en varios aspectos.

 


-Se trata de un yacimiento que es, en realidad, una joya. Un lugar en el que casi todo está por descubrir, que se ha mantenido durante más de diez años bien conservado, abierto, con inversiones de distinta índole, gestionado por personal especializado con una gran formación que ha resaltado su importancia constantemente.

-Son los primeros sondeos con metodología arqueológica y científica realizados en el yacimiento, anteriormente se habían realizado diferentes limpiezas o actuaciones de urgencia.

-Se han realizado estudios científicos con drones, para descubrir posibles estructuras o cuadricular el espacio de la ciudad.

-Todos los trabajadores eran universitarios o relacionados con la universidad, con la historia y la arqueología.

-Profesoras con una gran trayectoria académica, expertas en arqueología clásica, en nuevas herramientas digitales, en geofísica, con un gran recorrido en yacimientos romanos y formación específica.

-El ayuntamiento de Ubrique y sus empleados han facilitado al máximo todos los trabajos con el uso de instalaciones públicas, el alojamiento y la comida de todo el equipo, además de estar pendientes en todo momento (sobre todo José Antonio Bautista y Patricia Caro) de cualquier necesidad que pudiera surgir.

 -El respeto, el conocimiento y el estudio han primado sobre todos los valores.



-Se han realizado trabajos en dos zonas diferentes, con resultados muy positivos, fundamentalmente estructuras, posibles puertas, posibles zonas de culto...

Lo mejor, según han explicado las guías en la visita, está por llegar. Ocurris es (podemos ya empezar a decir Ocur, según defiende nuestro amigo José María Gavira y a raíz de los nuevos descubrimientos . En este enlace.)

 

 

Un lugar majestuoso cuajado de joyas naturales y arqueológicas

 


 

Como decíamos, Ocurris es un tesoro por descubrir. Los trabajos de la universidad de Granada; los desvelos de la arqueóloga María Campos  y la profesional  de turismo Isabel Pajuelo; el cuidado del ayuntamiento, de la concejalía de cultura, del primer teniente de alcalde y el apoyo constante de la Diputación Provincial conseguirán ir descubriendo poco a poco este tesoro.

 

Y ahora, como  docentes que somos, después de tantas explicaciones, la tarea.

Pero no, no vamos a meternos en erudiciones ni a discutir por los topónimos o por cualquier tontería, ni a querer hacer nuestra voluntad porque sí, ni a pretender ser más listos ni mejores que nadie. 

 

Solo vamos a recordar la tarea que todos tenemos, porque Ocurris (¡que hay que ir diciendo Ocur!) es el patrimonio de todos los ubriqueños y ubriqueñas, de los que nos precedieron y los que vendrán.

 


 Y esa tarea es contribuir todos juntos a su seguridad, a su conservación, a su estudio y a su crecimiento como yacimiento, llamado´además la atención de los poderes púbicos para que todas las inversiones posibles contribuyan a estos fines


 

Y finalmente, Ocurris necesita continuar siendo protegido y conservado como hasta este momento, no en vano es uno de los pocos yacimientos de la provincia que continúan abiertos y que, con su Q de calidad turística, sus más de treinta mil visitantes, su ingente tarea de difusión y organización de actividades y su reciente denominación de Bien de Interés Cultural, bien merece que todos nos sigamos ocupando y preocupando por su conservación.





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