viernes, 28 de febrero de 2020

Semblanza de Manuel Cabello Janeiro

                                

 Manuel Cabello Janeiro junto a "Los Grupos"
Fotografía gentileza de Francisco García Gutiérrez
Publicada en Ubrique en el recuerdo



Por José María Cabello Janeiro


27 de febrero a las 17:31 ·

De pronto, a la memoria, desde mi observador matinal del Gallo Rojo en la malagueña playa de la Malagueta, me viene un nombre, el de mi hermano Manolo,  el profesor don Manuel Cabello Janeiro. No sé si ha sido por encontrarnos en el ecuador de los días de carnaval. Tan amante él de las tradiciones ubriqueñas que supo transferir a sus hijos.

Seguro que su hijo Leandro apura las horas para sorprendernos con la galanura de la Patacabra imperial. Quizás ha sido que un grupo de turistas se sentó reciente junto a la mesa en la que escribo y mi agradable sorpresa fue descubrir, por el soniquete de una de las integrantes, que eran paisanos. Cuando rompí fronteras para acercarme a ellos e identificarme como hermano de don Manuel, como ellos lo llamaron, la alegría se desbordó convertida en franca escandalera.

Tres de los integrantes del grupo participaron de chavales en Misión Rescate. Y como en la proclamación de un venerable el pueblo llano la pide "súbito", se entremezclaban los elogios, quitándose la voz para oírlos, con legítimo orgullo por mi parte, que había sido para ellos su mejor maestro.

 O mejor es que hace días descubrí su foto en gesto personal muy suyo en una foto subida a Ubrique en el recuerdo por Francisco García, que no he podido reproducir. Lo cierto es que sigo sin tener que hurgar en mi memoria para sentirlo vivo. Y en este lugar de privilegio, sin más testigo que ese inmenso azul del mar que casi alcanzo con la mano, reflexiono de lo mucho que hizo por Ubrique y la escasa compensación de carácter público que ha recibido de su pueblo.

Sus hijos colocaron una cerámica en su casa natal, en la plaza de la Verdura, mirando a la sierra que tanto amó. Y sé que los centros educativos de mi pueblo tienen solicitada al Ilustre Ayuntamiento que la Corporación Municipal dedique a su nombre y a su recuerdo una de sus calles. En ello estamos y eso esperamos.

 Pero en mi doble condición de abogado que fui de los Colegios de Cádiz y Málaga, siendo ahora por edad el decano de quienes disfrutan del apellido Cabello me adhiero a la petición del colectivo que tiene solicitada tal distinción, que estimo -por cariño fraternal- más que justificada. Cierto es que existe la coqueta Plaza de Misión Rescate, su predilecta obra, pero la calle a don Manuel sería su complemento. Siquiera por aquello de que primero son las personas que las cosas.

Pero la personalidad de mi hermano es mucho más enriquecedora. Un hombre del pueblo para su pueblo. Estudiante universitario, petaquero de chavetín y petacabra, viajante, empresario, corresponsal de prensa, locutor radiofónico, cronista, investigador, pregonero de fiestas, mantenedor de juegos florales, publicista y autor de varios libros de historia de Ubrique, de la Piel, de personajes ubriqueños y de la profesión que el adoraba y cuyos genes le venían del abuelo y trasmitió a sus hijos. La de ejercer como maestro en la primera Escuela Profesional de Ubrique y en uno de los grupos escolares.

Dos sueños. Uno, cumplido: Convencer a las autoridades de entonces, en labor personal y única de la importancia del yacimiento iberorromano del Salto de la Mora que hoy es la riqueza turística de Ocurris. Y el siguiente, iniciado, recoger las numerosas piezas y objetos propios de la marroquinería, que sus hijos han donado generosamente al pueblo y forman parte del actual Museo de la Piel. En definitiva, don Manuel Cabello Janeiro fue maestro, educador y padre de educadores. Un hombre popular, un ubriqueño con un amor sin límite a su pueblo.


Nota: Agradecemos de corazón a Francisco García Gutiérrez que hiciera es fotografía a nuestro padre y que nos permita compartirla con todos en el blog.

jueves, 27 de febrero de 2020

27 de febrero, San Leandro




Leandro en el carnaval de 1992



Por Esperanza Cabello


Hoy jueves, 27 de febrero, celebramos la festividad de San Leandro, un día muy señalado en la familia materna, puesto que el abuelo llevaba este nombre (el primer Leandro Izquierdo de que tenemos referencia es nuestro tatarabuelo) y, al ser tan sonoro, tan poco usual y tan carismático, se ha repetido habitualmente en nuestra familia, primero en nuestro tío, después en nuestro hermano y nuestros primos y finalmente en nuestros sobrinos.

Otros años hemos dedicado este espacio principalmente a nuestro abuelo, pero hoy queremos centrarnos en nuestro "hermano chico", y es que no solo es su santo, sino que se trata de la época del año en la que su trabajo se convierte en la expectación de todo un pueblo.




Y es que nuestro hermno es un hombre polifacético que se dedica a cientos de actividades diferentes y a cual más interesante. Lo mismo podemos verlo recorriendo nuestra sierra cámara de fotos en ristre que protegiendo nuestro patrimonio cultural y natural que fabricndo una patacabra gigante para disfrute de todos los ubriqueños y ubriqueñas desde hace años




Efectivamente es él quien se encarga de fabricar la patacabra carnavalera cada año, imaginando con su grupo de amigos el tipo y preparando durante muchos meses todos y cada uno de los detalles REALES de este ingenioso proyecto. Lo hemos visto de todas las formas imaginables: de gañote, de mosca, de peletero, de sirenita, de francés, de tuareg, de fantasma, de mejicano, de muñeco, de Steam punk, de fantasma, de pantanero... ya hemos perdido la cuenta.





 Por eso cada año, por estas fechas, tenemos que buscarlo un poco más para felicitarlo, porque está preparando la patacabra carnavalera, y mientras todos los convecinos esperan impacientes a ver de qué irá este año, él trabaja incansable perfilando los detalles y preparando el homenaje a un personaje de cuentos, Artabán, el cuarto rey mago (en este enlace).
La felicitación a Leandro Cabello padre se extiende a los Leandro de la familia y, sobre todo, a nuestro sobrino Leandro, que hoy es su santo y mañana su cumpleaños.
¡Felicidades por partida doble!


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miércoles, 26 de febrero de 2020

Obreros a principios de siglo. Un reto complicado




Por Esperanza Cabello



Nos gustan los retos y los acertijos, pero a veces es muy complicado comenzar siquiera a solucionarlos, menos mal que  tenemos buenos amigos con buena memoria y buena vista que nos ayudan en la tarea de investigación de nuestras pequeñas historias.
Esta fotografía de hoy, que en realidad son dos fotografías exactamente iguales pero desgastadas de manera diferente, nos la ha traído David García Ramos, y es patrimonio de su familia, porque la atesoraba su abuela materna.
Se trata de un grupo de obreros ubriqueños entre los que debe de encontrarse su abuelo o su bisabuelo, en cualquier caso alguien apellidado Flores o Pérez.
Pero nos encontramos con muchas dificultades, porque no tenemos fecha, ni nombres, ni siquiera sabemos qué están haciendo estos obreros.
¿Se tratará de obreros de una calera?
¿Estarán en un tejar?
¿Están construyendo un trozo de carretera?
¿Quizás sean trabajadores de las minas de la zona?
¿Están en una cantera?




Estamos seguros de que algunos de ustedes conocen alguna fotografía similar, o reconoce las herramientas de estos hombres y con ellas su oficio.
Estaremos muy agradecidos de recibir cualquier información sobre estas fotografías.
Y muchísimas gracias a David por compartir este tesoro familiar con nosotros.


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lunes, 24 de febrero de 2020

Caballos apellidados Ubrique




 Por Esperanza Cabello


Hoy nuestro amigo José Manuel Amarillo nos ha enviado este recorte de prensa perteneciente a The Democratic press, de 1890, y en él se presenta un magnífico caballo apellidado "Ubrique".
 
La descripción del caballo Ubrique es magnífica. En el artículo nos cuentan que es un caballo inscrito con su propio pedigrí en los "Percheron Stud Book  en Francia y América, con los números 5654 y 5161 respectivamente.
Ubrique es un caballo de más de 850 kilos de peso (1890 libras) tan conocido que apenas necesita presentación. Su propietario es el señor Eiwood, de Illinois, y lo ha hecho participar en varias ferias y exhibiciones. El anuncio ofrece a Ubrique  como semental, explicando las condiciones de pago y explicando los r4equisitos para la monta.

En su pedigrí podemos leer que es de ascendencia francesa, y nuestro amigo José Manuel nos sugiere que podría estar relacionado con los caballos apellidados "Ubrique" que José María Gavira mostraba en su blog (en este enlace). Nos parece perfectamente posible.
Agradecemos de nuevo a José Manue Amarillo la gentileza de enviarnos este curioso documento que ayuda en la búsqueda del apellido Ubrique.


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viernes, 21 de febrero de 2020

Los edificios de Molino




 Uno de los edificios de antiguo molino



Por Esperanza Cabello

Hace un par de semanas hablábamos de una fotografía que nuestra prima Lupe nos había enviado hace un tiempo. Se trataba de una fotografía de su bisabuelo José Sánchez de Medina y Ayala (en este enlace) y estaba tomada en el puente de la Esperanza.
Era una fotografía de principios del siglo pasado, y en ella podíamos ver un Ubrique completamente diferente, sin edificios, sin colegios, sin coches.
En la entrada colocamos alguna fotografía de Google, pero al día siguiente fuimos nosotros mismos a fotografiar la zona. y especialmente el edificio grande que se ve en la fotografía y que en la antigua se veía al fondo.




Actualmente es imposible verlo, los edificios y la vegetación nos lo impiden, pero hemos comprobado que, aunque abandonado y con la gran puerta tapiada, el grandioso edificio del molino, que seguramente sería el almacén, continúa, justo enfrente del Instituto Nuestra Señora de los Remedios. 


Don José Sánchez de Medina y Ayala. Ubrique a principios de siglo

José Sánchez de Medina y Ayala en el puente de La Esperanza
Junto a la huerta de la señora Teresa Jiménez Oliva




Por Esperanza Cabello

Ayer, por casualidad, pudimos ver una de las fotografías de nuestro archivo, perteneciente a la colección de nuestra prima de Jimena Lupe Quirós Sánchez de Medina. Lupe es la nieta de Guadalupe  Cabello Orellana y José Sánchez de Medina y Ayala, por lo que compartimos un gran número de ascendientes comunes.
José Sánchez de Medina y Ayala había nacido en Ubrique el 12 de julio de 1894, en una familia de amplia tradición farmacéutica (en la calle Botica, precisamente). También farmacéutico, conoció en su misma callle a Guadalupe Cabello y formaron una bonita familia con sus tres hijos: Rafael, Remedios y Joaquina.
En 1917 José se traslada a Jimena, donde obtuvo una plaza para ejercer su profesión, fijando definitivamente la residencia de la familia en esta localidad.
Podemos consultar su biografía en este enlace, del blog de Ignacio Trillo.


Lo que más nos ha llamado la atención de esta fotografía, tomada seguramente a principios del siglo pasado, es el aspecto de Ubrique. Solo se ve en el margen izquierdo del río una construcción, detrás de la huerta de Teresa Jiménez Oliva, el convento de capuchinos. José está sentado sobre el pretil del puente de la Esperanza, (que actualmente es una baranda) en el antiguo paseo de  la Esperanza. Al fondo, a la derecha, está el molino de Román, que más tarde sería conocido como "del americano".  
También es curioso no ver en la sierra el edificio del depósito de agua, construido en 1937.
Hemos compartido en Ubrique en el recuerdo la fotografía y muchos amigos nos han aportado datos del lugar, estamos muy agradecidos. Eduardo Janeiro nos ha explicdo incluso a quién pertenecía la huerta:
"Es el puente de la Esperanza. Seguido la huerta de Señá Teresa, abuela de Pedro Orellana. Frente la panadería de Pepe Román. Y seguido la huerta del Convento y su edificio".

 Nuestro pueblo ha ido creciendo y extendiéndose, ahora parece impensable que hubiera tanto espacio sin edificar, y hemos hecho la prueba de comparar el "antes" y el "después" utilizando google maps.




















Actualmente todo ha cambiado muchísimo. Se han construido edificios, una escuela, una guardería, varias casas y no hay ningún elemento, si exceptuamos las montañas, que coincida. Hay cien años de diferencia entre las dos imágenes, y Ubrique  sigue creciendo.


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jueves, 20 de febrero de 2020

Chincho chinchorro. Aquellos juegos infantiles

 Niños jugando al Chincho chinchorro
Juegos tradicionales que se han perdido



Por Esperanza Cabello

La semana pasada tuvimos la fortuna de rememorar un recuerdo muy emocionante: cuando jugábamos al chincho chinchorro de pequeños, pero también cuando enseñábamos este juego a nuestros hijos y jugábamos con los hijos de los amigos.
Y resulta que nos dimos cuenta de que casi habíamos olvidado las letras de las canciones de este juego y encontrábamos rimas un poquito surrealistas, así que, como en tantas ocasiones, recurrimos a los amigos y amigas de Ubrique en el recuerdo para poder  completar los versos.
Y allí encontramos a varios amigos que amablemente y haciendo un precioso ejercicio de memoria han recompuesto con nosotros este juego tan emocionante.




Y como es imposible, a estas alturas, encontrar fotografías de niños y niñas jugando al Chincho chinchorro, hemos propuesto a  nuestro compañero Rafael hacer un pequeño alto en las actividades diarias y un animoso grupo de chicos y chicas de nuestro centro se han animado a jugar como en los sesenta. Muchísimas gracias a todos, sois geniales.




Para jugar a Chincho chinchorro  hace falta un grupo de niños y niñas dispuestos a divertirse, uno de ellos hace de demonio, quedándose un poco alejado, y el resto se pone en fila haciendo el trenecito. El primero hace de "madre" y el último hace de "Mariquilla la de atrás".



 La fila comienza a caminar al ritmo de la canción (un poquito surrealista, como dijimos).


Chincho chinchorro
Quítate ese gorro
Si no te lo quitas
Come papas fritas

Estas rimas, como decía nuestro hermano Manolo: con la música militar del quinto levanta, tira de la manta, que eran otros tiempos.




 Entonces se para ba la fila y todos gritaban
"Mariquilla la de atrás"
Y el último de la fila llegaba y preguntaba
"¿Qué quiere usted, mamá?"
A lo que la madre respondía
"Anda, ve y dile al demonio que si quiere pelear"






Entonces era el momento de acercarse al demonio, y mientras todos los de la fila aguantaban sus nervios y su impaciencia,  el elegido se acercaba al demonio y le decía:

"¿Demonio, estás?
Que dice mi madre que si quieres pelear"




El demonio hacía ademán de estar vistiéndose, y explicaba:
"Ahora voy, que me estoy poniendo los calcetines".


 
Y de nuevo toda la fila comenzaba la retahila:

Chincho chinchorro
Quítate ese gorro 
Si no te loquitas
Come papas fritas
¡Mariquilla la de atrás!
¿Qué quiere usted, mamá?
Anda ve y dile al demonio que si quiere pelear.



El demonio, con toda su parsimonia, iba poniéndose los zapatos, los guantes, la chaqueta, el sombrero... mientras todos los niños seguían cantando en su fila y estaban cada vez más nerviosos ante la inminente llegada del demonio. Pero era muy imortante no romper la fila. 


 Y así todos cantando y gritando hasta  que por fín, según nos cuenta  María Sánchez, el demonio se acababa de vestir llegaba a la fila y preguntaba a la madre:
 ¿Hoy que es?
Viernes,
¿Se come carne?
No
¿Por dónde se va a la carnicería?

 La madre decía: "Por aquí no, ni por allí", intentado que el demonio no pasara.


Y mientras todos los de la fila intentaban no estar en el punto de mira del demonio, que intentaba colarse por la iquierda o por la derecha, la madre le impedía el paso todo lo posible.




Nuestros niños  han hecho a la perfección el juego, y se lo han tomado tan en serio que el demonio ha tenido verdaderos problemas para colarse por algún resquicio, y nos hemos quedado mirándolos muy divertidos porque nuestro señor demonio era muy escurridizo, pero la señora madre y sus ayudantes no lo han dejado acercarse a la fila, de tal manera que han terminado muchos por el suelo muertos de risa. 

Y nos hemos reido tanto con ellos que no hemos podido captar el último momento del juego, como dice Mari Carmen ese de la desbandada y la algarabía, cuando todos salían corriendo huyendo del demonio.








Suena muy nostalgico, pero ojalá volviéramos a ver a esos grupos de niños y niñas pequeños jugando al chincho chinchorro en la Plaza, o en la calle Matadero, o en el campo (allí el demonio estaba siempre detrás de un lentisco, para dar más emoción al juego). Nosotros hemos tenido la suerte de ver a estos niños jugar, quizás por última vez, a un juego que parece ser genuinamente ubriqueño, porque no hemos encontrado en internet absolutamente ninguna referencia de nada ni siquiera parecido, a no ser una pequeña entrada que nosotros mismos hicimos en 2015  (en este enlace).

Así que si tienen ustedes hijos o nietos, quizás puedan enseñarles a jugar a este juego tradicional ubriqueño que está, como los tinetes, en vías de desaparición.

Nuestro mayor agradecimiento a este grupo de chicos y chicas que tan amablemente se ha prestado a jugar al chincho chinchorro y por supuesto a todos los amigos y amigas de Ubrique en el recuerdo que nos han hecho revivir este juego: María, Mari Carmen, Manolo, José María, Ana, Eva, Puri, Elena, María, Mari Carmen, Manuela, Mariluz, María, Marisa, Mary Carmen y María.


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martes, 18 de febrero de 2020

La banda de Ubrique


 Fotografía compartida por Ángel Chacón en Ubrique en el recuerdo el 13 de febrero de 2020



Por Esperanza Cabello



Hemos tenido la gran fortuna de contar con la colaboración de Ángel Chacón, que ha compartido en el grupo de facebook "Ubrique en el recuerdo" la fotografía de la concertina de Ubrique en 1940. La fotografía es propiedad de uno de los descendientes de uno de estos músicos que ha tenido la gentileza de permitirnos publicarla en el blog.

Según sus palabras:

 En esta foto se encuentran todos los integrantes del grupo musical de Ubrique y su fecha es un 13 de Junio de 1940 en las fiestas de San Antonio de El Bosque. Empezando por la izquierda arriba son: José Sánchez Bazán, Bernardo Panal, Juan Román, José Gómez Valle, Antonio Pérez Hidalgo, Juan Benítez García, Juan Chacón Pizano, José Morales Romero, Manuel Soto, Manuel Calvo, Aurelio Morales Romero, Agustín Vilches, Juan Carrasco Dominguez, y Rafael Morales Romero. Agradecer la cesión de la foto a un familiar.



Lo más curioso es que, a juzgar por el bombo, esta banda debe de ser la ampliación de una que ya conocíamos.





En este enlace podemos leer la historia de esta concertina en la que estaba Francisco Pérez, el padre de nuestras primas Antonia María y María Teresa, realmente un gran testimonio de los grandes músicos que ha habido, y hay, en nuestro pueblo.
Muchas gracias a Ángel Chacón y al propietario de la fotografía por permitirnos hacer la comparación entre las dos bandas y dejar constancia de estos momentos históricos.






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lunes, 17 de febrero de 2020

El lince que salvó a los dinosaurios

 Portada de "El lince que salvó a los dinosaurios"
De Lucía Venegas y M. J.Arillo




Por Esperanza Cabello

De vez en cuando nuestro oficio añadido de bibliotecaria en Las Cumbres nos da grandes sorpresas y grandes alegrías. Y eso ha representado para nosotros la última publicación que ha llegado al instituto, enviada por la Concejalía de Cultura del ayuntamiento, a cuyos responsables agradecemos de corazón la gentileza de cuidar de nuestra biblioteca.
Se trata de un libro emocionante y diferente, una publicación de la editorial A Publicar, escrita por la ubriqueña Lucía Venegas e ilustrado por M. J. Arillo: "El lince que salvó a los dinosaurios".







"El lince que salvó a los dinosaurios" es una publicación para niños, supuestamente. Y decimos supuestamente porque este pequeño cuento, tan cuidado y tan primorosamente ilustrado consigue emocionarnos desde la primera página.
Un relato sencillo y cercano con ilustraciones hechas a mano y una historia de amor, de valores, de amistad, de colaboración, de fuerza, de unión que nos traslada al mundo en el que todo puede hacerse realidad: el mundo de los libros.



Hemos sabido  (en el blog de su hermano Juan Miguel, en este enlace) que Lucía Venegas es maestra de infantil, que escribe desde siempre y que desde chiquitita ha preferido plasmar por escrito historias y emociones. Todo un lujo, porque es maravilloso poder leer una historia tan bien escrita, tan bien trazada, tan correcta desde el punto de vista lingüístico y ortográfico en una edición tan pulcra y tan primorosa.
Porque primorosos son también los dibujos de M. J. Arillo, primorosa es la edición y primoroso es el mensaje positivo y feliz que trasnmiten.

Así que desde este pequeño rincón de la Biblioteca de Las Cumbres quisiéramos dar la enhorabuena a las responsables de esta pequeña maravilla, a la escritora, por su magnífica redacción, a la ilustradora, por su esmerada puesta en escena y a la editora por haberlas hecho coincidir con tan buena mano.
¡Enhorabuena!


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sábado, 15 de febrero de 2020

¿Cuándo se creó Ubrique en el Recuerdo?

 

Primera fotografía publicada en Ubrique en el Recuerdo. 15 de febrero de 2013


Por Esperanza Cabello

 

Casi todos los ubriqueños sabemos que "Ubrique en el Recuerdo" es un grupo de Facebook que creé como complemento a este blog y que se ha convertido en un verdadero tesoro gráfico para todo el pueblo, hoy sábado hace exactamente siete años.

Ya he contado en otras ocasiones las razones que me llevaron a crear este grupo. Llevaba seis o siete años con el blog  y para documentarme sobre las imágenes iba a casa de unos y otros para que me contaran sus recuerdos o identificaran a las personas que había en las fotografías, sobre todo a mi madre y a mi tía Isabelita.
 
El 15 de febrero de 2013 quería hablar con nuestro querido y recordado amigo Luis Crossa para que me ayudara a saber quiénes eran estos futbolistas y se me ocurrió hacer un pequeño grupo con él, con mis hermanos y otros cuantos amigos para que todos pudiéramos dar su opinión de las fotos, opiniones y comentarios que después iba pasando al blog.
 
Poco a poco el grupo fue creciendo de una forma increíble. Los primeros meses todos fuimos sacando nuestras fotografías familiares de las cajas del cola-cao y de los cajones y fuimos compartiendo nuestros recuerdos.
Incluso nos organizamos para llevar los álbumes y para evitar que el grupo se convirtiera en un lugar de publicidad, de debate o de dudoso gusto.
 
Unos meses más tarde llegó Francisco Javier, que desde Sevilla se ganó a pulso el nombramiento de administrador del grupo. Se fue dedicando a organizar las fotografías, a controlar que no hubiera publicaciones incorrectas, a evitar los "malos rollos" y a intentar, como habíamos redactado en las instrucciones del grupo, que el nuestro fuera un grupo ejemplar y un lugar de encuentro cariñoso y homenaje a nuestro pueblo y a nuestros mayores, lejos de la política, del maltrato animal, de las fotografías de personas recientes y de la publicidad.
 
Tanto crecimos que en mayo de 2014 nos vimos obligados a abrir un segundo grupo, teníamos más de cinco mil fotografías en el muro y facebook no nos permitía crecer, iba eliminando las fotografías más antiguas.
En el segundo grupo, y gracias a la experiencia del primero, no dejamos que se repitan las fotos y las vamos acumulando en los álbumes, así hay mucho más espacio. Y si en el primer grupo teníamos casi cuatro mil miembros en el segundo sobrepasamos los cuatro mil quinientos.
Y nos sentimos muy orgullosos de este tesoro que hemos creado, entre todos, para el pueblo. Javier hace copias de seguridad regularmente de cada álbum y se encarga, con paciencia infinita, de moderar comentarios y asegurarse de que nadie se de por ofendido. A veces alguien olvida de qué tipo de grupo se trata y se permite escribir comentarios improcedentes, que eliminamos lo más rápidamente que podemos.
Así que no tenemos nada más que felicitarnos por este trabajo, es un verdadero patrimonio que quedará para todos los ubriqueños de todas las épocas. 
Gracias a todos por vuestra dedicación y por compartir todos vuestros recuerdos.
¡Y a por otros siete años!