Trinidad López, Diego Fernández y José María Gutiérrez durante la presentación
Por Esperanza Cabello
El pasado viernes tuvo lugar, en la ermita de San Pedro de Ubrique, la presentación del nuevo libro del joven ubriqueño Diego Salvador Fernández Sánchez "Arte paleolítico en Cádiz. Tras los orígenes del simbolismo humano", recién publicado por la prestigiosa editorial Almuzara y en el que el autor se propone dar respuesta a cuatro grandes interrogantes que,
inevitablemente, todos nos formulamos al encontramos ante un panel
decorado: ¿dónde pintaban o grababan?; ¿qué técnicas empleaban?; ¿cuál
es su significado?; ¿cómo de antiguos son estos motivos?
En este enlace podemos ver la ficha completa del libro
Habíamos recibido, como todos los ubriqueños, la invitación para esta presentación, que tuvo lugar a las siete de la tarde en la ermita de San Pedro, y que estuvo a cargo del propio autor, del director del Museo Arqueológico de Villamartín, don José María Gutiérrez López y de la concejala doña Trinidad Jaén López, en nombre del ayuntamiento y como amiga personal del autor.
Es muy difícil explicar lo impactante que nos resultó todo el acto, no solo porque se trataba de un querido antiguo alumno (al que acompañaban familiares, amigos, profesores de universidad y de instituto, con Rafael Vilches a la cabeza, compañeros y un sinfín de personas que abarrotaban el lugar), sino por la cercanía humana y al mismo tiempo la erudición de los ponentes.
Diego es, sin lugar a dudas, un apasionado de su trabajo, arqueólogo vocacional, trabajador incansable, defensor de su entorno y de los suyos, y con unas raíces muy profundas y muy fuertes que sus padres, Carmen y Diego, se han encargado de abonar pacientemente.
De toda su erudición y de las palabras de su compañero José María no seríamos capaces de dar cuenta en esta reseña, y como todos los historiadores sesudos y los espeleólogos consagrados que lo acompañaron tendrán, sin duda, ocasión de comentarlo, nosotros hemos querido quedarnos en el aspecto humano y en el currículum abrumador de este joven arqueólogo que es un orgullo y una alegría para todos los uriqueños.
Precisamente de esto se encargaba, al tiempo que ejercía como una perfecta maestra de ceremonias, la concejala Trinidad López, que "compinchada" con Carmen Sánchez, la madre de Diego, nos deleitó con esta disertación tan emocionante y humana.
Gracias, Trinidad💜
ARTE PALEOLÍTICO EN CÁDIZ
Tras los orígenes del simbolismo humano
Diego
Salvador Fernández Sánchez
Por Trinidad López Jaén
Diego entró en mi
vida el 6 de agosto de 2022, y entró para quedarse. Monitor en mi primer fin de
semana de aventura en la naturaleza en un paraje incomparable como es
Zarzalones en Yunquera. Mi primer barranco, mi bautismo de buceo y una bbq en
la que, boquiabierta me quedé cuando un pajarito me contó tan solo una pequeña
parte de su currículum.
Masterado en
Cuaternario, Cambios Ambientales y Huella Humana por la Universidad del País
Vasco.
Doctor
internacional con mención Cum Laude por la Universidad de Cádiz bajo la
especialidad de Arte Paleolítico e investigador asociado de esta misma
institución.
Miembro activo
del grupo de investigación “PAI HUM-440. El Círculo del Estrecho, estudio
arqueológico y arqueométrico de las sociedades desde la Prehistoria a la
Antigüedad tardía”.
Entre sus
trabajos, proyectos de arqueología prehistórica; ha participado como autor de
varios libros; más de un centenar de publicaciones de amplio impacto nacional e
internacional y una dilatada experiencia en el sector de la protección del
patrimonio artístico prehistórico.
Combina esta
extensa trayectoria investigadora con la pasión por la montaña, la espeleología
y desde hace un tiempo con el
espeleobuceo.
Con solo 29 años,
semejante currículo podría parecer imposible a esa edad, aunque cobra sentido
en cuanto se conoce sólo un poquito de su historia que me voy a atrever hoy a
desvelar aquí.
De lo que empezó
siendo una afición, Diego ha hecho su profesión.
Con solo 9 años,
conocía el significado de los símbolos de los jeroglíficos egipcios y daba
prueba de ello traduciendo los nombres de sus familiares en aquellos días de
campo.
A sus 10 años,
encontramos una prueba gráfica totalmente documentada que por motivos
desconocidos para mi, no consta en su currículum. Se trata del documento
denominado “Reciente hallazgo de fundición de plomo ibero-romana” con croquis
de su puño y letra incluido en el reverso de dicho documento y que su orgullosa
madre guarda como el tesoro que es.
Con 11 años,
participó en su primera excavación en Torrevieja, Villamartín de la mano de
José Luis Aguilera y Conchi, sus primeros maestros en Arqueología. Estos le
dijeron, si tú quieres y tus padres te pueden traer, te puedes quedar con
nosotros hasta mediodía. Por supuesto que él quería y por supuesto que sus
padres lo llevarían casi todos los días de unos fresquitos meses de agosto y
septiembre. Su padre pensó además que esa sería la prueba del fuego que les
diría si sólo se trataba de una afición pasajera. ¿Afición pasajera? Enganchaito
pa tó la vida se quedó el niño. Y fue el más feliz del mundo cuando,
además, al terminar la excavación, sus maestros, encandilados con la pasión de
ese pequeño, le hicieron una mención de participación en dicha excavación.
Tenemos una
prueba gráfica de una de sus tempranas excavaciones, data del 11.09.2006, según
indica la fecha manuscrita en la trasera de una preciosa foto que hay en el
salón de su casa.
José María
Gutiérrez (aquí presente) y Cristina Reinoso fueron sus siguientes maestros y
con quienes continuó su andadura. Cristina le enseñó además topografía en las
primeras excavaciones que hizo.
Con unos 14 años,
pidió por Reyes un curso de espeleología en Villaluenga. Aunque la lluvia
retrasó el inicio del curso, Diego se encargaría de que a nadie se le ocurriese
anularlo con sus continuas llamadas preguntando cuándo se haría el curso.
Cuando este terminó,
sus padres fueron a Cortes de la Frontera, ya que su padre conocía a miembros
de un grupo de espeleología y les preguntó si podían llevar de cuevas a su
hijo. Así que, prácticamente todos los fines de semana (hasta que en 2º de
carrera se sacó el carnet de conducir), lo llevaban a esta vecina localidad que
contaba con una recta y amplia carretera sin apenas curvas.
Allí conoció a
Oriol, que encantado, además, le enseñó literalmente, todo lo que sabe de ese
monte y de esas cuevas. Él lo define como su padre en espeleología y que bonito
que, a día de hoy siguen siendo uña y carne.
Con 15 años, se
enteró que D. José Ramos, Catedrático de Prehistoria de la Universidad de
Cádiz, daba una jornada sobre Arqueología en Villamartín y como no, sus padres
allí que lo llevaron.
Con 17 años se
matriculó en la Facultad de Filosofía y Letras del Cádiz.
En 1º de carrera
fue a unas excavaciones en Sicilia, tuvo claro que quería ser miembro del
Equipo de Investigación de Pepe Ramos y como no, lo consiguió.
En 1º o 2º de
carrera, se enteró de unas excavaciones de Memoria Histórica que habría ese
verano en El Marrufo, se presentó voluntario y se quedó allí en un campamento
todo el tiempo que duró la excavación.
Viajero
incansable: EEUU, Londres, Sicilia, Rusia, Alemania; siente ahora que no hay
nada como sus montañas y cuevas cercanas.
Llegamos a su
Masterado en la Universidad del País Vasco donde, como no podía ser de otra
forma, hizo grandes amigos y donde, por si no lo sabéis, antes de encontrar
vivienda, encontró grupo de espeleología.
Tras venirse del País
Vasco, hizo un segundo máster, este en la Universidad de Cádiz y ahí no reparó
en gastos alojándose, 2 veces por semana, en el lujoso y confortable Seat
Toledo de su padre porque él decía que para dos noches a la semana en Cádiz, el
no alquilaba ná.
Su profesionalidad
viene avalada por su vasta trayectoria, yo hoy quería dar a conocer su pasión y
su faceta más humana, avalada en este caso por todos los que estamos aquí y por
los que no han podido acompañarte hoy.
A mi entender,
hubo una pregunta fundamental en la vida de Diego, contaba éste con unos 9 ó 10
años y cuya respuesta estoy segura que le animó a ser quien hoy es:
- Mamá, ¿yo podré algún día en mi vida ser Catedrático de
Arqueología?
- Si luchas en la vida y trabajas fuerte, lo conseguirás. Puedes llegar
a ser Catedrático, claro que si ¿por qué no?
Enhorabuena
Diego, Carmen, por transmitirle vuestro apoyo y vuestros valores tanto a Diego
como a vuestro otro hijo, Fernando, que siempre ha estado ahí acompañando a su
hermano.
Enhorabuena
Diego, por tu trayectoria y por lo que queda por venir.
Es para mí un
orgullo el participar hoy en la presentación de tu libro y por formar parte de
esa familia de benditos locos aventureros apasionados por la naturaleza y de la
que como no podía ser de otra forma, tú eres parte.
.¡Enhorabuena, Diego! No podemos estar más orgullosos de ti💜