sábado, 6 de marzo de 2021

Las cruces de Ubrique. Etnografía española. Gamones VIII

 

 

Etnografía Española número 7

Revista virtual de Prensa Histórica (en este enlace)

 

Por Esperanza Cabello

 

Proseguimos nuestra  serie de publicaciones en las que se ha tratado de la fiesta de los gamones de Ubrique. Hoy es el turno de una interesante publicación de 1989 a la que ya habíamos hecho referencia con anterioridad y qu epodemos leer en la Revista virtual de prensa histórica (en este enlace).

Se trata de un trabajo de Paloma Falque Rey y Francisco Carcía Ferrero: "Manifestaciones y simbología religiosa en la Sierra de Cádiz. Informe etnográfico. Área sur: Zahara de la Sierra, Benamahoma, Grazalema, Prado del Rey, El Bosque, Villaluenga del Rosario, Beanocaz y Ubrique"

Aunque hemos detectado varias incorrecciones, seguramente debidas a los propios informantes, se trata de un trabajo etnográfico riguroso y bien trazado cuya lectura recomendamos encarecidamente.




En mayo se celebraba el día de la Cruz en el que se adornaban con flores, sudarios y luces las numerosas cruces que había en el pueblo, haciendo columpios y hogueras, en las que se quema­ban los «gamones», al igual que el 15 del mismo mes. También se celebraban los rosarios de la aurora y los domingos por la tar­de un rosario, que saliendo de la parroquia, recorría las calles del pueblo, entre ellas las calles Rosario y Perdón. No había un recorrido fijo pues se modificaba el itinerario para pedir limos­nas por las calles de diferentes barrios. La comitiva estaba for­mada por mujeres que llevaban velas y faroles y marchaban en­tonando cánticos religiosos. Durante los sábados del mes se ofi­ciaba una misa en el convento ante la Virgen de los Remedios.

 


 

c) Cruces

Una serie de ellas señalaban las estaciones de tres viacrucis que recorrían el pueblo y que fueron especialmente fomentados por el Beato Fray Diego José de Cádiz y por Fray Buenaventura de Ubrique.

El primero de ellos partía del convento, haciendo estación en la iglesia de San Juan, en «la cruz de las tres calles» en la plaza llamada del Porrón, donde una urna de cristal contenía una cruz que quitaron durante la 1.a República. Otra estación al empezar la calle Calvario, donde los tres recorridos se unificaban.

El segundo salía de la parroquia, hacía su primera estación en una hornacina que contenía una cruz de mampostería inme­diata a la puerta de la sacristía y que ha desaparecido en una re­forma efectuada en la iglesia, pasando posteriormente a la Plaza de la Verdura, donde se conserva una cruz de hierro forjado so­bre peana, para seguir a la cruz de la calle Guindaleta, Fuentezuela y cruz de calle Peligros, para entrar en la calle Calvario. El último de los itinerarios partía de la iglesia del Jesús, haciendo estación en la calle Nevada y Peligro y tomando por la calle Cal­vario hacia la ermita del mismo nombre.

Se encuentran en la localidad numerosas cruces de hierro for­jado. Eran profusamente adornadas en el mes de mayo con mo­tivo del día de la Cruz y, a pesar de que esta práctica decayó bas­tante, uno de los últimos alcaldes del régimen anterior fomentó su exorno.

De entre ellas citar la situada en la calle San Sebastián, o la que se encuentra en la Plaza del General Mola, cruz metálica so­bre peana profusamente adornada de macetas. La que se encuen­tra en la calle Cruz es anterior a las colocadas por el Beato Fray Diego José de Cádiz y no se conoce el motivo por el que erigió. Desaparecida la que existía en la calle Toledo, sobre base de mampostería, y las que se encontraban en la esquina de las calles Mo­rales, Remedios, Rosario y Cruz.

 

 

 

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