domingo, 31 de octubre de 2021

Historias de Tosantos


Velas y lamparillas para los Tosantos



Por Esperanza Cabello

Ahora que estamos en Tosantos (abreviatura popular de "todos los santos" que recuerda a la Toussaint francesa), hemos encontrado en Ubrique en el recuerdo una historia que Eduardo Janeiro ha contado y que desconocíamos.

Javier Sánchez había publicado, como hace periódicamente sin desfallecer,  el enlace correspondiente a la calle Rojas, del blog Calles de Ubrique (en este enlace), y Eduardo, fiel comentarista en esta sección, ya que como cartero recorrió todas las calles una y mil veces y las conoce bien, escribió lo siguiente:


"Y ahora que estamos en Tosantos, se me viene al recuerdo que allí vivió la familia Morales Candil (los Chalecos), que eran sacristán y monaguillo. Y cuando medio Ubrique eran huertas, se salía con un saco pidiendo por las huertas y daban frutas y frutos secos, que se llevaban al campanario, para el Día de los Difuntos, porque se estaban tocando las campanas las 24 horas".

Isabel Vilches corrobora la historia de Eduardo:

"Y no se podía dormir durante toda la noche ¡Madre mía! Les daban boniatos, castañas, nueces, todas esas cosas le daban al que venía con el saco, yo me acuerdo."


Es una tradición popular que nosotros ni siquiera conocimos, eso de estar tocando las campanas durante las veinticuatro horas del día debía de ser horroroso, sobre todo para los vecinos colindantes con la parroquia, que el sonido de las campanas retumba en las casas como si estuvieran justo encima. 

Pero también nos hacía tener claro cuándo era el Día de Todos los Santos, el Día de los Difuntos, y el Día de los Paseos. Porque ahora a veces ni nosotros mismos sabemos cuándo son las cosas.

El viernes fue el día de Halloween en las escuelas; el sábado celebraron Halloween muchos jóvenes, hoy, 31 de octubre, es el día exacto en que se celebra Halloween (una celebración de origen celta que se ha extendido por casi todo el mundo), que es la fiesta de la víspera del Día de Todos los Santos. En realidad, Halloween es la cristianización de las fiestas del fin del verano de los celtas, Samhain, y significa la cercanía del mundo de los vivos con el mundo de los muertos.

El domingo 1 de noviembre, es el Día de Todos los Santos, día festivo a nivel nacional y no será hasta el lunes, 2 de noviembre, cuando se celebre el Día de los Difuntos.

Y en Ubrique, hasta la década de los setenta, se celebraba el día dos de noviembre el "Día de los Paseos"; en aquella época en la que las vacaciones, los días festivos y los fines de semana de descanso no existían apenas, los ubriqueños se tomaban el dos de noviembre de fiesta, y en las familias nos íbamos a pasar el día por la zona de la Venta Martín, del Salto de la Mora, Las Cumbres y la viña del Boniato. 

Por las mañanas se preparaban los canastos con la comida, con frutos secos y boniatos asados, y también cargábamos con la garrafita de mosto, recién salido de la bota, se hacían columpios en los árboles y pasábamos el día correteando, charlando y jugando hasta que por la tarde volvíamos a nuestras casas.

Siglos atrás se decía que ese día, el día de los Fieles Difuntos, los fallecidos volvían a las casas familiares, donde sus descendientes habían dejado velas y lamparillas encendidas.

Quizás el Día de los Paseos fuera también la fiesta popular ubriqueña para despedir el verano.

¡Quién sabe cuáles serían sus orígenes!😁😁😁😁


Muchísimas gracias a Javier, a Eduardo y a Isabel  por hacernos recordar tantas historias, y a todos los amigos de Ubrique en el recuerdo que mantienen viva la esencia del Ubrique del pasado siglo.


 

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Petacas de Ubrique y cola de Grazalema en 1858

Diario El Guadalete, julio 1858

                            Biblioteca Virtual de Andalucía


Por Esperanza Cabello


Ayer hablábamos de las navajas de Ubrique, que habían obtenido, en la Exposición Provincial de 1858, un meritorio reconocimiento (en este enlace)

Pues en el mismo diario, varios días más tarde, el día 18 de julio, continúa la mención de los expositores y los premios obtenidos, y en la sección "Objetos de talabartería", podemos leer lo siguiente:

Cádiz, Jerez y Ubrique fueron los pueblos que expusieron en este grupo, siendo cinco los expositores, y siete los objetos. Sensible es lo raquítico del concurso en este ramo, que estando tan adelantado en nuestra localidad, solamente de ella hubieran podido presentarse multitud de objetos perfectamente trabajados.

 



Don José Félix Aragón, de Ubrique, presentó unas petacas de becerro del país, muy bien construidas, que obtuvieron mención honorífica.


Y justamente a continuación está la sección "Productos de la composición de las sustancias animales", y aquí encontramos a una vecina de Grazalema, nos encanta esta pequeña noticia, por la vecindad y porque se trata de una mujer, Rosa Mejía.

 



De Grazalema envió Doña Rosa Mejía, dos muestras de cola, una clara y otra oscura, que fueron premiadas con medalla de bronce y que eran notables por su limpieza.

 

 

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sábado, 30 de octubre de 2021

Las navajas de Ubrique

 

Diario "El Guadalete" 7 de julio de 1858

                             Biblioteca Virtual de Andalucía


Por Esperanza Cabello

 

Hubo un tiempo en el que Ubrique era conocido, además de por su pieles, sus petacas y sus mantas, por sus navajas y cuchillos. 

No solo existía un dicho referido a los cuchillos de Ubrique, que salían de su vaina sin dificultad, sino que existían buenas fábricas de navajas y cuchillos para los que utilizaban acero de excelente calidad y cuernos de animales para los cabos.

En esta estupenda entrada de nuestro amigo José María Gavira podemos leer pormenores de aquel dicho y de los cuchillos ubriqueños.

Pero además hemos encontrado, investigando en la Biblioteca Virtual de Andalucía, un artículo sobre la exposición provincial de Cádiz de 1858 en el diario "El Guadalete", en el que se consignan los premios obtenidos por los expositores, y, entre ellos, el siguiente:


Las navajas de Ubrique, presentadas por don Juan Gil Benítez, obtuvieron mención honorífica no solo por su buen temple y esmerado trabajo, sino también por el buen grabado de su hoja, hecho al agua fuerte, y por lo bien concluido de sus cabos.



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jueves, 28 de octubre de 2021

De turismo: ruta mágica por el centro histórico de Ubrique

El corralete de la Guindaleta, todo un lujo para los sentidos



Por Esperanza Cabello

Hace unas semanas tuvimos la ocasión de visitar el centro histórico de nuestro pueblo con unos familiares llegados de Perú, hicimos una breve visita y al ver nuestro centro histórico a través de sus ojos y sus comentarios decidimos que esta visita había que repetirla para plasmarla en el blog y aconsejarla a nuestros visitantes.

Y es que todas las piedras, muros y poyetes han sido encalados con primor en las últimas semanas, y eso se nota, ahora sí que parecen muros de cuentos de hadas, pues con sun simple toque de cal y mucha verdura, nuestras calles, esquinas y recovecos son de cuentos de hadas.

Y el mejor compañero para preparar y fotografiar esta ruta es sin duda nuestro hermano Manolo, que no solo vive en pleno centro histórico, sino que conoce y aprecia a los vecinos, que disfruta recorriendo sus rincones y que es capaz, con sus fotos detallistas y cuidadosas, de captar cada peculiaridad, cada matiz, cada tono.

Esta ruta mágica está llena de luz, de blancura y de plantas. De rincones ensortijados, de pinceladas andaluzas y reminiscencias antiguas. De flores, de colores, de alegría. Habíamos pensado en elegir solo unas cuantas fotografías de las muchas que ha hecho Manolo e ir comentando el recorrido, pero fijándonos mejor, es preferible contarles cuál ha sido nuestra ruta, o mostrarla en un mapa, para después disfrutar de las magníficas imágenes de Manolo.

Por supuesto que nos hemos dejado muchos rincones detrás, hay mil y una cosas que ver en el centro histórico de Ubrique, pero seguro que esta ruta mágica nos deja a todos asombrados y felices.

 

 



Partimos de La Plaza, donde están el ayuntamiento y la parroquia, a la derecha la calle Botica, después la calle Fuentezuela, la calle Pozuelo y la Guindaleta, con sus dos corraletes; subimos las escaleras de la Guindaleta y desembocamos en La Torre, pasamos por el Peñón de la Becerra y volvemos a bajar por la calle Caracol, después de haber echado un vistazo a la calle San Gregorio. Nos desviamos un poco al callejón del Norte y proseguimos en nuestro descenso por la calle Caracol, todo eso sin olvidarnos de saludar a nuestra querida Isabel Muñiz y maravillarnos con su casa y sus macetas.

 

 

Isabel, con sus más de ochenta años y su sonrisa eterna saluda a los visitantes y da todas las explicaciones pertinentes



 Llegamos a la calle Saucos y continuamos descendiendo hasta la plaza de la Verdura, desde aquí de nuevo a La Plaza.  También podemos hacerlo exactamente a la inversa, subiendo desde la plaza de la Verdura por la calle Saucos y desviándonos hacia la calle Caracol...

Un recorrido fácil, de media horita y precioso, feleicitamos de nuevo a quienes se han encargado de pintar y blanquear muros, piedras y asientos, es un verdadero lujo. ¡Gracias!

Y a ti, hermano, mil gracias por el paseo y por fijarte en los pequeños detalles, desde el antiguo amarradero de burros hasta la piedra picada como suelo, pasando por los miles de flores, cruces y piedras que se cruzan en nuestro camino.💜💜💜