Reservas y visitas gratuitas.
Este blog, que comencé en 2007, es un homenaje a mis padres, Manuel Cabello Janeiro y Esperanza Izquierdo Fernández, a su vida y a su trabajo. Quiero recuperar sus escritos, sus investigaciones y muchos de sus recuerdos. Al mismo tiempo es un amable homenaje a todos los miembros de nuestra familia y a nuestro pueblo, Ubrique, para que no se pierda la historia de los que nos precedieron y podamos recuperarla entre todos. Gracias
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El Indicador de España y sus posesiones ultramarinas
Año económico de 1864 a 1865
BNE. Hemeroteca Digital (en este enlace)
Por Esperanza Cabello
A veces nuestros desvelos por investigar en nuestras pequeñas historias se ven recompensados con documentos que nos dejan de piedra y que, casi por arte de magia, aparecen en las páginas de internet que hemos revisado miles de veces sin ver. Es más o menos como cuando apareció, después de casi veinte años de búsqueda, la copia del manuscrito de Vegazo en el Archivo de Granada, o el expediente de nuestro abuelo Leandro en las páginas de Pares.
Siempre nos han interesado los anuarios porque, a pesar de que en muchas ocasiones se equivocan, o solo plasman una parte de la realidad existente, nos dan una buena idea de conjunto del tejido comercial e industrial de Ubrique. En la etiqueta ANUARIOS de este blog (en este enlace) podemos consultar los que ya hemos publicado.
Pero hoy traemos el más antiguo de los antiguos. Los comerciantes e industriales de Ubrique en 1864. Aquellos que serían nuestros tatarabuelos o bisabuelos, los primeros fabricantes de jabón, de aguardiente, de cola, de curtidos, de fieltros. Los médicos, farmacéuticos, notarios, zapateros, confiteros, caldereros, armeros...
Aquí está nuestro tatarabuelo Manuel Janeiro López (en este enlace), y la almona de jabón que comenzó con su esposa doña Ana Córdoba Leytón (en este enlace); Gaspar Cabezas, zapatero, bisabuelo de nuestros primos e hijo de uno de los primeros curtidores; Fermín Sánchez, boticario, bisabuelo de nuestra amiga Elena Lobatón; Antonio Villalobos, uno de los primeros fabricantes de petacas, padre de Juan Villalobos, que creó la marca Hispania. Pedro Sánchez, fabricante de curtidos, quizás fuera el tatarabuelo de nuestros amigos María y Félix. También vemos a los Parra, los Pan, los Guerra, los León o los Panal, seguro que aún quedan descendientes en nuestro pueblo
Y otros muchos que nos recuerdan a los ubriqueños nombres y apellidos ancestrales, que se han repetido de generación en generación.
Eso sí, nos hemos llevado un gran chasco al ver que a don Serafín Vecina lo señalan como boticario, no solo una vez, sino en dos páginas diferentes del anuario.
Nosotros nos las prometíamos felices, dispuestos a continuar la historia de aquel Serafín Vecina Poley, en cuyo taller comenzaron las primeras petacas, pero nos hemos encontrado con esta confusión. Lástima, aún nos gusta pensar que han confundido "botica" con "botinero", pero seguro que es mucho pensar.
Tampoco hemos encontrado ningún apellido Aragón, que ya en estas fechas debería constar en los anuarios, ni Zamora, otro apellido ubriqueño de aquella época.
En cualquier caso, es un lujo saber que en Ubrique, en 1864, había al menos 12 fabricantes de curtidos, ya un número muy superior al de otras poblaciones similares. En Grazalema, por ejemplo, había dos.
También había ocho fabricantes de jabón (entre ellos nuestra tatarabuela y nuestro bisabuelo) y no, no es que fuéramos muy limpios, sino que las carnazas y las grasas sobrantes al curtir las pieles daban para mucho. El jabón se fabricaba con agua, sosa y grasa.
Y un fabricante de cola, otro resultado de los curtidos, las gelatinas de deshecho se convertían en cola para pegar.
Constan en el listado un notario, un médico cirujano, un médico, dos boticarios (uno de ellos don Serafín Vecina), cinco zapateros, un armero, un confitero, un fabricante de fieltros, varios comerciantes de cintas y sedas, un calderero y un fabricante de aguardiente.
No constan maestros ni maestras, gobernantes públicos, esparteros, bataneros, carniceros ni otros oficios que, con toda seguridad, existían en la época. Pero con este listado nos damos más que por satisfechos.
UBRIQUE
Angulo, Antonio, fabricante de curtidos.
Arices, Blas M., calderero.
Bohorques, Martín, fabricante de cola.
Cabezas, Gaspar, zapatero.
Carrasco, Diego, fábrica de aguardiente.
Carrasco, José, fabricante de curtidos.
Cobeñas, José, fabricante de fieltros.
Corrales, Francisco, zapatero.
Corrales, José, fabricante de curtidos.
Feliz, José, zapatero.
Fernández, Juan M., médico cirujano.
Giménez. Juan, fabricante de jabón.
Gonzalo y Barroso, fabricante de curtidos.
Guerra, José María, mercader de sedas y cintas.
Guerrero, Diego, notario
Jaén, Juan, fabricante de curtidos.
Janeiro, Manuel, fabricante de jabón.
León, José, teniente en granos.
López, José, fabricante de jabón.
Marín, Ana, mercader de sedas y cintas.
Marín, Juan, zapatero.
Montero, José, armero.
Morales, Simón de, mercader de sedas.
Otero, Pedro, fabricante de curtidos.
Padilla, Antonio, fabricante de curtidos.
Padilla, Francisco, fabricante de curtidos.
Pan, Gerónimo, fabricante de curtidos.
Panal, Miguel, confitero.
Parra, José, fabricante de curtidos.
Parra, José, mercader de sedas y cintas.
Pérez, Benito, fabricante de jabón.
Rodríguez, José, fabricante de jabón.
Rodríguez, Juan, fabricante de jabón.
Romero, Miguel, fabricante de jabón.
Rubiales, Pedro, fabricante de curtidos.
Sánchez, Fermín, botica.
Sánchez, Pedro, fabricante de curtidos.
Suarez, Cayetano, teniente en ganado de cerda.
Suarez, Fernando, médico cirujano.
Tacón, Juan, mercader sedas y cintas.
Vecina, Serafín, botica.
Vegazo, José, fabricante de jabón.
Vegazo, Francisco, fabricante de fieltros.
Villalobos, Antonio, zapatero.
Virues, Pedro, carpintero.
Ubrique en los años setenta
Por Esperanza Cabello
Efectivamente, esta fotografía puede parecernos muy actual, pues se ven muchas de las edificaciones modernas con claridad. Ya está el instituto, el nuevo cuartel de la Guardia Civil, muchas casitas del Carril...
Pero si nos fijamos bien, comprobaremos que en realidad esta imagen tiene más de cincuenta años. Parece mentira cómo vamos creciendo, ahí faltan las nuevas urbanizaciones construidas junto al cementerio, la residencia, la avenida del Rodezno y sus bloques de pisos, los aparcamientos nuevos, el colegio del Sagrado Corazón, casas en el camino de Benaocaz y más densidad en el Carril.
Por supuesto, la placa tampoco está todavía, y, desde donde está hecha la foto, que creemos que es en la nueva zona de la feria, aún hay solamente vegetación.
Sea como sea, una preciosa estampa de nuestro pueblo, gracias, Rosario, por compartirla con nosotros.
Equipo de Acción Católica en 1951
Fotografía de Luis Miguel Fernández
Hemos localizado, en el muro de nuestro tío Luis Miguel Fernández, el primo hermano más joven de nuestra madre, una preciosa fotografía de 1951, en ella está todo el equipo de Juventud de Acción Católica. Este es su comentario.
Calle Ronda en los años cincuenta
La vida transcurría plácidamente entre esta calles empedradas
Por Esperanza Cabello
Entre las magníficas fotografías que don Francisco García Parra dejó para la posteridad, se encuentra una serie de fotografías de calles típicas de Ubrique con los personajes de entonces.
Una de las que más nos ha llamado la atención es este rinconcito de la calle Ronda, empedrada, con una atajea (atarjea en la RAE) para conducir en invierno las aguas de lluvia hasta el río, sus paredes encaladas, sus tiestos con flores, la cocina en el exterior, lo que parece un pozo y además una panera para restregar la ropa y lavarla.
La vida antaño se hacía más en la calle, los vecinos, como decía doña Frasquita Larrea, El pueblo parece una gran familia; todos entran y salen de las casas, cuyas puertas están a todas horas abiertas, como si todos fueran dueños de todas…
Y, después de compartir la fotografía en Ubrique en el recuerdo, tenemos aún más datos, precisamente de los personajes que vemos en la imagen. Quizás sea el recordado Enrique "el Gitano" quien viene subiendo, y tanto el niño como la señora que están a la derecha son de la familia Flores, donde vive aún nuestro amigo Ramón.
Un rincón increíble que aún hoy parece anclado en el tiempo, hace tres cuartos de siglo que casi todo permanece intacto.