miércoles, 28 de agosto de 2024

Ocurris, clave de bóveda, por Daniel Martín-Arroyo en el Diario de Jerez

 


Recorte del Diario de Jerez , 27 de agosto de 2024

Gentileza de Agustín García Lázaro (en este enlace)

 

Por Esperanza Cabello

 

Hoy es un día feliz para nosotros, no solo porque hemos podido dedicarle un minuto al trabajo que se está desarrollando en la ciudad romana de Ocurris (Ocur), sino porque agradecemos infinitamente a nuestro amigo Agustín que esté pendiente de nuestro pueblo y se acuerde de nosotros para enviarnos sus descubrimientos.

Así que nos hemos encontrado, bien tempranito, leyendo con avidez un artículo de Daniel Martín-Arroyo sobre las excavaciones en Ocurris, que, por un convenio entre la Universidad de Granada y el Ayuntamiento de Ubrique, han dado comienzo este verano y seguirán en los próximos años, porque Ocurris es un gran tesoro aún por descubrir.

Leyendo con avidez el artículo y a la vez intentando guardar la emoción al fundirnos con la visión de este joven periodista. En primer lugar, y a título personal, porque es la primera vez que, fuera del ámbito familiar de este blog y de las páginas de Ubrique en Verde , el nombre de nuestra madre, Esperanza Izquierdo, figura en letras grandes en un artículo, y es que, si Ocurris debe mucho a Manuel Cabello, no hay nada que se ocultara a Esperanza Izquierdo, trabajando codo con codo, a su lado, insistiendo, ayudando, emprendiendo. Fueron dos grandes figuras a tener en cuenta en la historia del yacimiento.

También nos ha encantado su manera de organizar la historia, en los siglos anteriores citando el trabajo de Juan Vegazo Montesdeoca, Manuel Cabello Janeiro y Luis Guerrero. Respetando sus tareas y comprendiendo que en cada momento de la historia se actúa según los conocimientos y medios con los que se trabaja.

Y, en la actualidad, destacando el predominio femenino tanto de la conservación como de la investigación. Citando, como hemos dicho, a Esperanza Izquierdo y a sus hijas, Natalia, arqueóloga que realizó la  limpieza del yacimiento a finales de los noventa; y Esperanza, que desde este blog lleva más de diecisiete años dedicando una gran parte de su tiempo al yacimiento y a la difusión de los trabajos de Manuel Cabello.

La verdad es que aquí hemos echado en falta el trabajo de los tres hermanos Cabello: 

 

 

I Bajada a Ocurris, más de cien participantes, ubriqueños en su mayoría. Junio 2010

 

Francisco, que fue uno de los fundadores de la "Bajada Romana", recreación que comenzó en 2010 (en este enlace) con un gran arraigo popular y se mantuvo durante años con una alta participación de ubriqueños. (Después el grupo se dispersó y actualmente hay varios grupos de  "Romanos de Ubrique", en uno de los cuales Francisco continúa haciendo su labor.)

 

 

Manolo, durante una de las recreaciones de los primeros años, aunque lo suyo son las fotografías (en este enlace), también quiso posar con los "atributos imperiales"💜
 

 

Manolo, que hace un increíble trabajo desde su página "Ubrique en Verde" (en este enlace), página con casi quince mil seguidores que está dedicada en las últimas semanas a "El Salto dela Mora", con cientos de fotografías y datos muy interesantes. La verdad es que el éxito de su página nos asombra y nos encanta, más que le pese a algún elemento envidiosillo.

 ¡Enhorabuena, hermano!

 

 

Carnaval de Ubrique 2010. Leandro Cabello crea su Patacabra Carnavalesca Ocurritana


Y el tercero, Leandro, que desde el principio ha participado en las recreaciones, apoyando e ilustrando la actividad, con unos reportajes fotográficos alucinantes y haciendo que la patacabra carnavalesca sea parte también de nuestro patrimonio romano.(en este enlace). En  sus páginas de Facebook, Sierra de Ubrique y La Patacabra de Ubrique, publica desde hace más de una década todo lo relacionado con el yacimiento y la cultura ubriqueña.

 

 

Cuatro arqueólogas al inicio de las excavaciones de Ocurris 2024

María del Mar Castro, Macarena Bustamante y María Campos, codirectoras de la excavación, con Natalia Cabello como visitante.


Pero estábamos refiriéndonos al predominio femenino en esta nueva etapa, tal y como refiere Daniel Martín-Arroyo, y aquí además con una fuerza desconocida hasta el momento, innovando, introduciendo nuevas técnicas, audaces, con una profesionalidad y el reconocimiento académico de sus funciones a todos los niveles.


 


La primera gran revolución: con el georradar, analizando materiales sin contaminar el escenario, un método totalmente no invasivo, que puede dar muy buenos resultados.

La profesora Teresa Teixidó, de la Universidad de Granada; Máster universitario en  Geofísica y Meteorología


Daniel termina su artículo con estas palabras:

Así descrito, brevemente, el momento estelar que vivimos sitúa a Ocuri como una clave de bóveda en el panorama educativo y cultural del patrimonio andaluz. Una pieza que conecta nervaduras, que soporta fuerzas convergentes, que posibilita una arquitectura tan sofisticada como hermosa. Se trata de un modelo paradigmático, en el que la sensibilidad de una comunidad hacia su legado histórico conecta con una iniciativa científica de primer orden. Solo cabe desear el mejor de los destinos para la reciente empresa y seguir con atención la ejemplar trayectoria del proyecto colectivo en torno a Ocuri.


Si quieren leer el artículo completo, aquí está el enlace al periódico digital Diario de Jerez.

 

Reiteramos nuestro agradecimiento a Agustín García Lázaro, siempre pendiente de las noticias culturales de nuestro entorno, y a Daniel Martín-Arroyo, por ese artículo tan completo y bien organizado.

¡Gracias!

 

 

Nota del 10 de septiembre:

Transcribimos el texto del artículo digital del Diario de Jerez  completo a continuación. Muchas gracias por compartirlo con nosotros.

 

‘Ocuri’, clave de bóveda

‘Ocuri’, clave de bóveda
‘Ocuri’, clave de bóveda
Daniel J. Martín-Arroyo Sánchez

27 de agosto 2024 - 05:06

Es momento de celebrar una afortunada alineación de astros sobre la antigua ciudad de Ocuri. Mientras la mayoría de nuestros yacimientos languidece, olvidados por las instituciones y la sociedad en general, expuestos a la erosión y el expolio, la historia de Ocuri renace al calor de la conciencia ciudadana y la investigación.

El yacimiento de Ocuri se encuentra en una posición ventajosa, tanto por su ubicación como por el cariño que le brinda su principal custodio, el pueblo de Ubrique. Su situación en el entramado de los corredores naturales de la Sierra de Cádiz es una pista esencial sobre su origen, referente para la fortificación estratégica que evidencia su muralla. A solo un kilómetro del casco urbano de Ubrique, el paraje natural en el que se encuentra, el Salto de la Mora, es un espacio natural utilizado para la observación astronómica. Al tiempo, la ausencia de construcciones modernas permite la excavación y un estudio completo del entorno; una suerte con la que no cuentan todas las ciudades antiguas. Ni demasiado cerca como para competir con el desarrollo urbano, ni demasiado lejos como para resultar de difícil acceso.

Pero la suerte de Ocuri, más que en la proximidad física, radica en el apego de los ubriqueños. Las visitas guiadas se suceden desde el centro de recepción de visitantes. Además, hasta en quince ocasiones, el pueblo se ha volcado en las recreaciones culturales de la Bajada Romana. No es de extrañar que la gestión del yacimiento fuera galardonada con un certificado Q de calidad turística en 2018. La declaración como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía no se haría esperar, llegando en 2023. Ocuri y su gente estaban en racha, pero lo mejor aún faltaba por llegar. En 2024, el Ayuntamiento de Ubrique y la Universidad de Granada han firmado un convenio para el estudio arqueológico de esta ciudad antigua. Las excavaciones ya están abriendo, lentamente, una puerta que conecta pasado y futuro.

Los ecos del pasado nos traen tres nombres a la memoria, tres hombres que destacaron por su dedicación al yacimiento. Remontándonos al siglo XVIII, Juan Vegazo recibe el merecido título de “descubridor de la ciudad romana de Ocuri y pionero de la arqueología de campo en Andalucía”. Para sorpresa generalizada, hace poco un manuscrito sobre sus hallazgos ha visto la luz públicamente. Llegados los años 70 del siglo pasado, el maestro local Manuel Cabello dirigió diversas actuaciones sobre el yacimiento, siendo reconocido con los premios “Misión Rescate”. Su esposa, Esperanza Izquierdo, y sus hijas, Natalia y Esperanza, han sido apoyo y continuación de tales iniciativas. Más recientemente, en torno al cambio de siglo, la arqueología profesional reclamó terreno con las investigaciones de Luis Guerrero. Sin ánimo de exhaustividad, este elenco de personalidades resume algunas de las líneas que marcan el presente y futuro de Ocuri: audacia, socialización y rigor científico.

‘Ocuri’, clave de bóveda.
‘Ocuri’, clave de bóveda.

Ahora tres nombres de mujer atraen nuestras miradas. María Campos es la arqueóloga municipal, motor de las dinámicas locales y esencial divulgadora del valor y las necesidades del yacimiento. Tan sólido es el trabajo previo, que hasta 80 candidatos se presentaron como voluntarios para las actuales excavaciones. Así es la pasión que despierta la antigua patria de los ubriqueños. Por su parte, desde la Universidad de Granada, diez jóvenes arqueólogos acompañan a las directoras de la intervención; incluyendo estudiantes, nuevos licenciados y profesionales en activo. Macarena Bustamante, Profesora Titular de Arqueología, y Mar Castro, Investigadora Ramón y Cajal, encabezan la expedición. Con audacia, están introduciendo nuevas tecnologías en la investigación arqueológica del sitio. La geofísica permite conocer una parte de la realidad aún soterrada y diseñar las mejores estrategias de excavación. Los sistemas de información geográfica se utilizarán para gestionar enormes cantidades de datos y comprender sus interconexiones espaciales. Cada elevación del terreno, cada fragmento de cerámica… todo recibirá su debida atención a lo largo de los próximos años. Vías de comunicación, recursos y fuentes de agua, urbanismo y estratigrafías… Somos muchos más los investigadores involucrados en la resolución de los misterios que circundan la antigua Ocuri, en la estela de unas mujeres que abren paso hacia un excitante futuro, cargado de nuevos descubrimientos e, inevitablemente, de nuevas preguntas. 

Así descrito, brevemente, el momento estelar que vivimos sitúa a Ocuri como una clave de bóveda en el panorama educativo y cultural del patrimonio andaluz. Una pieza que conecta nervaduras, que soporta fuerzas convergentes, que posibilita una arquitectura tan sofisticada como hermosa. Se trata de un modelo paradigmático, en el que la sensibilidad de una comunidad hacia su legado histórico conecta con una iniciativa científica de primer orden. Solo cabe desear el mejor de los destinos para la reciente empresa y seguir con atención la ejemplar trayectoria del proyecto colectivo en torno a Ocuri.


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