jueves, 27 de agosto de 2009

Ildefonso Gómez Gómez: Historia de las "Bodegas Quemás" de Ubrique


Foto: Ildefonso Gómez Gómez, Ubrique 1892


Antes de que la fabricación de artículos de piel ocupara casi totalmente a los ubriqueños, las faenas tradicionales agrícolas y ganaderas eran las que mantenían a la población al mismo tiempo que los batanes, los molinos y las tenerías.
Alrededor de Ubrique podíamos encontrar gran cantidad de pequeñas viñas que proporcionaban vino a toda la población. La más antigua que hemos podido encontrar es la de las “Bodegas Quemás”, en la Vega. Su fecha de creación no la conocemos, pero hemos tenido la gran suerte de oír, de boca de la nieta de uno de los protagonistas, Margarita Piñero, la historia de su adquisición.

Foto: Blas Piñero y Josefa Gómez, 1924
Fotografía estudio Joaquín Piña, Ubrique

Ildefonso Gómez Gómez, ubriqueño, hijo de Josefa Gómez Ortega, nacido alrededor de 1860, había emigrado a Cuba al enviudar muy tempranamente. Le acompañaba en el viaje su hijo José, mientras que en Ubrique quedaba, al cargo de una tía, su hija Josefa Gómez López. Pasados los años, Ildefonso volvió a Ubrique , en el transatlántico Magallanes, con una pequeña fortuna, un poco después de que su hija se hubiera casado con un benaocaceño, Blas Piñero Mateos.
Ildefonso quería comprar una huerta, pero Blas lo convenció de que era mejor una viña. Así que empezaron la búsqueda y finalmente decidieron comprar la viña mejor y con más solera de la zona: las “Bodegas Quemás”, finca que se convirtió desde entonces en el hogar familiar. Entre todos se ocuparon de hacer de la viña una de las más prósperas de la zona.
Intentaron averiguar cuándo y cómo se habían quemado las bodegas, pero los propietarios, que vivían allí desde hacía más de cien años, no sabían nada del incendio. El caso es que cuando hacían el encalijo cada años, siempres se veían las vigas del techo renegridas.



Foto: Margarita Piñero, 1933
Vendimia en las "Bodegas Quemás"



En las bodegas quemás se produjeron miles de arrobas de mosto, vino y vinagre. Blas Piñero se ocupó personalmente de adquirir los toneles necesarios, de roble, y el lagar cumplió su cometido año trás años. La vida de Blas y Josefa transcurrió siempre entre viñas y uvas. Tuvieron tres hijos, Ildefonso, Margarita y Carmen Piñero Gómez, y sus familias siguen ocupándose de la finca, en la que se siguió pisando hasta finales de los años sesenta. Las bisnietas de Ildefonso recuerdan aún cómo ayudaban a su abuelo Blas a pisar la uva con unas alpargatas de cuerda que él mismo les fabricaba . Margarita nos cuenta que el cauce del río Barrida había una fuente enfrente de las bodegas, y que utilizaban el agua de esa fuente para lavar los toneles cuando era necesario.

Foto: Josefa Gómez y Blas Piñero
Feria de Ubrique, años sesenta


Ya la viña ha casi desaparecido, curiosamente un incendio que comenzó en un campo vecino arrasó las vides y el lagar fue recuperado para el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla, pero el nombre de las “Bodegas quemás” sigue siendo una referencia para todos los ubriqueños.


Viña de las "Bodegas Quemás" con los últimos
vendimiadores
. Ubrique, 1967

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, no podeis imaginar la alegria que me han dado al ver esta pagina.
Soy bisnieto de Ildelfonso Gómez Gomez, nieto de Blas Piñero y Pepa Gomez, e hijo de Margarita Piñero Gómez. Parece mentira poder ver algunas fotos de donde hemos pasado nuestra infancia, y cientos de recuerdos inolvidables, como ver a mi gente limpiando las botas de vino en el rio a mi abuela pepa gomez metiendose los pollitos el pecho dandoles pimienta para que no pasaran frio o a mi abuelo Blas yendo con las bestias cargadas de cantaras por agua a una casilla que habia cerca de las bodegas donde habia un pozo.O limpiar las tripas de los cochinos en el rio cuando se hacia la matanza, y cojer peces para que mi abuela los adobara (que por cierto lo hacia muy bien.Leyendo esta pagina parece mentira pero parece que oyes el viento que movia los eucaliptos que tando me asustaba en el silencio de la noche o el olor de la manzanilla (de infusion) que se cogia alrededor de la viña y como no el momento de la pisa el momento mas importante del año, donde mi abuelo le ponia toda su dedicacion, cariño y sabiduria.
Un fuerte abrazo para los que habeis podido emonionar con vuestras letras las personas que leen vuestro block.
Manuel Gonzalez Piñero.
HERRERA (Sevilla)
e-mail manolofuentevieja@telefonica.net
elperejil45@hotmail.com

Esperanza dijo...

Gracias a tí, Manuel, por recordarnos a todos lo fantástica que era la vida en el campo hace unos años, y por hacernos sentir lo felices que éramos con nuestra familia, con nuestros abuelos y con nuestras tareas. Tus palabras rebosan cariño, nostalgia, orgullo y alegría, y eso es fantástico.Afortunadamente, nuestras familias son muy parecidas, y es un lujo tener esos maravillosos recuerdos. Esperanza