Hoy es un día muy grande en Ubrique. El más grande a través de los tiempos, desde hace más de cuatro siglos. Es el día de nuestra Patrona, Nuestra Señora de los Remedios.
Y, por supuesto, este día se engarza en la tradición familiar, perdón, en las tradiciones familiares de todos nosotros. Día importante para unos, de devoción para otros, de tradición para muchos más, de fiesta para todos.
Para nuestro hermano Francisco, el decano de la familia Cabello Izquierdo, este día tan especial se ha convertido, con el que pasará el próximo domingo, en un hito señero en su vida.
Hoy hace cincuenta años que, por fin, pudo llevar a la Virgen como costalero por primera vez, con diecisiete años. Y hoy se despide, en sus "bodas de oro", pero dejando la puerta abierta a muchos que están deseando tomar el relevo, de estos días de procesión como costalero.
Sus otras bodas de oro, con Mari Carmen Oliva, su querida esposa, llegarán en unos años, pero ahí están los dos, tantos años de devoción, de interés, de trabajo, de religiosidad y de amor a la Virgen.
Tampoco ella ha faltado ni un solo día a su cita con la Patrona, todos estos años han estado los dos, y también sus hijos, acompañando a nuestra Virgen de los Remedios.
Imaginamos que las cosas son así, la vida va rodando unos vamos dando paso a los otros, pero estamos seguros de que toda esta dedicación no quedará en el olvido, y queremos felicitar a los dos por esta vida de servicio y confianza, de tradición y recogimiento.
Por supuesto que solo será un punto y seguido. No podemos imaginarlos lejos de este precioso mundo de religiosidad, y tal y como otros cientos de ubriqueños y ubriqueñas antes que ellos, dejarán recuerdo de su paso a los pies de Nuestra Señora de los Remedios.
¡Viva la Virgen de los Remedios!
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