domingo, 9 de octubre de 2016

Representación del entremés "El juez de los divorcios"

Todos los actores del entremés y su director    
Justo antes de la lectura 


   
Por Esperanza Cabello    


Ayer fuimos unos verdaderos privilegiados al asistir, en el claustro del Convento de Capuchinos, a la representación del entremés de Cervantes "El juez de los divorcios".
En este año cervantino y en el escenario del Museo de la Piel de Ubrique tuvo lugar una de las actividades más interesantes y amenas que se pueda pensar para conmemorar este 400 aniversario de la muerte de Cervantes.
 

Acompañamos la entrada de un pequeño video que hemos hecho de la función. Aunque podemos verla casi en su totalidad, nada podrá remplazar la asistencia en vivo a un espectáculo como este.




 José Carrasco, director de la obra


Como explicábamos el jueves, cuatro colectivos se habían unido para esta representación: el Club de Lectura de la Biblioteca de Ubrique, el colectivo Cineando y los grupos de teatro Tea Tre Ves y Paso a Paso. Se trataba de una función de teatro leído, en la que los actores han sabido meterse en la piel de los personajes consiguiendo divertir y entretener a todo el público asistente.



Don Bartolomé Pérez, presentando a Cervantes y su obra  


Después de la bienvenida del director, José Carrasco, tuvimos la ocasión de ilustrarnos con las palabras de don Bartolomé Pérez, que nos habló de la obra menos conocida de Cervantes: su poesía y sus obras de teatro.



 Antonio Gutiérrez y Maria Ángeles Cabezas
"El vejete y su esposa"

En la función aparecían en primer lugar las letradas, y a continuación "tres parejas y media" que querían divorciarse, para terminar con música y bailes. Desde el primer minuto las carcajadas llenaron el claustro del convento, pues la ironía del texto junto a la habilidad de los actores eran inmejorables.



Dos de las parejas mal avenidas


El vestuario y el decorado, pese a ser muy sencillos, consiguieron, junto con la música, trasladarnos a siglos pasados, y seguimos asombrándonos de ver cómo Cervantes daba voz y voto a las mujeres, en un alarde de modernidad y de igualdad.



 Diego Borrego en su papel de Ganapán
Gentileza de Virginia Bazán




Toda la compañía saluda al final de la representación

Solo nos queda dar la enhorabuena a todas las personas que han trabajado para conseguir hacer realidad esta obra. Nos han hecho pasar un buen rato con sus palabras, con sus gestos, con sus bailes... y nos han recordado que tenemos un tesoro literario a veces un poco olvidado.
Muchas gracias a todos.



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