sábado, 22 de octubre de 2016

Las primeras fuentes y el primer "grifo" de Ubrique

Solicitud de don Vicente Romero para poner agua corriente en su casa
Ubrique, junio de 1803


Por Esperanza Cabello

Llevamos algunos años muy interesados por el agua y las fuentes en Ubrique, y nos hemos centrado, hasta el momento, en las fuentes que existen actualmente, de las que llevamos censadas 132 (en este enlace), porque no sabíamos a ciencia cierta cuáles habían sido las primeras.
 Pero la suerte nos sonrió esta semana y tuvimos acceso a un documento de 1803 en el que se incluía una relación de las siete primeras fuentes que se construyeron en el pueblo y de los tres primeros "grifos" (llaves de tuerca, en la época) para uso doméstico o industrial que había  a finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Se trata de un permiso que solicitaba don Vicente Romero para llevar hasta su casa (en construcción) para uso doméstico y de su batán, en el que realizaban las labores de lavado y preparación de la lana.
En esta solicitud don Vicente habla del recorrido del agua del manantial del Benafis hasta la plazuela de Zamora.  En el acuerdo podemos leer...

"Se ve en este Cavildo Memorial que ha presentado á este Ayuntamiento don Vicente Romero Gómez, vezino de esta villa en que expresa que en la calle del Perdon de ella está construyendo casa principal con destino a vivirla con su familia, que con inmediación á la misma pasa encañonada el Agua á la Plaza publica y Plazoleta de Zamora, haviendo en cada uno de estos sitios una pila con quatro caños abundantísimos para el Abasto comun; que considerando ser el manantial de donde se deriba, tan copioso, que además surte otros quatro caños del convento de Capuchinos, otro en la Fuente contigua de la calle del Nacimiento, otro en la tenería de don Juan Vicente Vegazo, otro en la casa que intenta dedicar para Hospital don Pedro Romero y Montero; y otro en la calle Nueva, y aún sobra mucha que se derrama  en su origen, por cuia causa se ha proyectado varias vezes poner otra pila en la Plazuela de la Santísima Trinidad; Por esta razón ha resuelto tener en la expresada su casa un cañito de la indicada agua para los usos domésticos y maniobras de lana que al presente labra."

De este texto, y conociendo la historia de la traída de aguas al pueblo, podemos afirmar que las primeras fuentes de agua para el abasto común, y a partir del manantial del Benafis  fueron:

La primera fuente pública para el abasto común fue la de los Nueve Caños, 
junto al nacimiento del Benalfí, construida en 1723



La pila del convento, 1970
Óleo del artista ubriqueño Luis Crossa

 La segunda fuente sería la del convento, aunque en este caso no era para el abasto común, sino para el uso doméstico de los padres capuchinos y para la huerta.


 El acueducto y la fuente de Cotrino
Fotografía recuperada por Manuel Cabello


 La tercera fuente "la fuente contigua de la calle Nacimiento", es la que nuestros abuelos conocieron como "la fuente de Cotrino", que desapareció bajo el pavimiento de la calle San Francisco  (de ella se conserva un pilón que está actualmente en el convento) y que fue sustituida por la fuente de la Parra en 1937.



La fuente de la calle Cañito
Fotografía recuperada por Manuel Cabello
Fotografía de Francisco García Parra


 La cuarta fuente, también desaparecida en el año 1937, era la que le dio nombre a la calle Cañito "habiendo otro caño en la calle Nueva", un cañito de agua en la esquina de la calle Nueva con la calle Cañito.


 La pila de la Plaza, de cuatro caños, fue fabricada unos años más tarde que la pila del convento, en 1727, siendo corregidor don Fernando Márquez Mancheño (en este enlace podemos leer su historia).



La Pilita Abajo, actualmente Plaza de Colón en 1933

La otra fuente de cuatro caños que existía en 1803 estaba situada en la Plazuela de Zamora, hemos consultado a nuestro amigo Manuel Zaldívar, que nos ha asegurado que la plazuela de Zamora era la actual plaza de Colón, conocida popularmente como "Pilita Abajo". También nos ha indicado que quizás esta plaza se conociera así, antes de la construcción de la pila, por el conocido Simón de Zamora o su familia. Es un orgullo poder contar siempre con la ayuda de Manuel, que tiene un dominio increíble del Ubrique y los ubriqueños de los últimos siglos.

Nuestro amigo José María Gavira  ha añadido que

 "no era corriente en aquella época dedicar calles a personas. Eso es un signo del homocentrismo de nuestros tiempos. Por aquel entonces las calles indicaban algo relacionado con cosas (Hospital, Alcantarilla, Agua…), cualidades (Nueva, Mayor…) o, como mucho, se dedicaban a un rey, pero se le llamaba Real, no con el nombre del rey.
Tampoco creo que el pueblo dedicara una calle a la ciudad de Zamora. No existía esa costumbre, salvo en casos como Ronda, pero no en homenaje a Ronda, sino porque ese era el camino a Ronda.

Lo que sí puede ser es que en la plaza viviera alguien que se llamara Zamora de apellido (puede ser Simón de Zamora, claro, o algún familiar) y la gente le diera espontáneamente ese nombre al sitio,  del mismo modo que decían “de los Solanos” a la calle próxima".
 



 Firma del Escribano Miguel Ángel Robles, 
recreada por el artista ubriqueño José Antonio Martel



Así pues, las primeras fuentes de Ubrique fueron la del Benalfí (llamada "de los Nueve Caños" por sus caños), la del Convento, de cuatro caños; la de Cotrino, de un caño; la de la calle Cañito, de un caño; la de la Plaza, de cuatro caños y la de la Pilita Abajo, de cuatro caños.
En cuanto al uso "doméstico" o industrial, los dos molinos del Rodezno tomaban el agua directamente del manantial, y los otros molinos, batanes y tenerías se encontraban a ambos lados del río, tomando las aguas directamente de su curso.
Pero suponemos que la primera industria que utilizó agua "encañonada" fue la tenería de Juan Vicente Vegazo, situada junto a "la puente" (en el siglo XVIII era una palabra femenina).
 
 


  

 El segundo edificio que utilizó agua encañonada fue la ermita de San Pedro, fundada por don Pedro Romero para hospital, cuya construcción, a manos de Miguel de Olivares, terminó en 1801. Sabemos que en 1803 este hospital tenía agua corriente. En enero de 1804 murió don Pedro, que fue enterrado en la propia ermita según sus deseos.
Precisamente uno de los alcaldes de Ubrique en 1803 era Juan de Olivares, seguramente primo de Miguel de Olivares, que había nacido en 1768 (en este enlace), como nos ha sugerido José María Gavira.


 Calle del Perdón a principios del siglo pasado
A la izquierda, la casa de Vicente Romero

Y el tercer  edificio privado que contó con una tubería de agua corriente fue la casa de don Vicente Romero Gómez, en la esquina de la calle del Perdón con la costanilla de San Pedro. Vicente solicitó traer al agua, que pasaba "encañonada en las inmediaciones" hasta su casa para uso doméstico, y para las maniobras de lana que entonces labraba.
El permiso le fue concedido y en 1805 el alarife (maestro albañil) entregó un certificado de obra en el que explicaba que ya estaba la obra concluida, y que don Vicente había arreglado a su costa la cañería desde el nacimiento hasta la puente contigua a la tenería.



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1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que tu no encuentres, jjjj