Por Esperanza Cabello
Un recuerdo inolvidable. Eso representaban para Manuel Cabello esta pluma y, sobre todo, esta tarjeta.
La firmaron todos sus alumnos y alumnas de 7ºA, curso al que daba clases de sociales (ahora se llama Conocimiento del Medio) y del que era tutor durante el curso 1976-1977.
La firmaron todos sus alumnos y alumnas de 7ºA, curso al que daba clases de sociales (ahora se llama Conocimiento del Medio) y del que era tutor durante el curso 1976-1977.
Nos ha llamado la atención, sobre todo, el cuidado con el que estaban guardados en una cajita, recuerdo de tantos momentos y tantas personas queridas.
Manuel Cabello llevaba varios años en el colegio Benafelix (entonces se llamaba aún José Antonio), y ese año tuvo que trasladarse al colegio Reina Sofía (que aún se llamaba Princesa Sofía). Sus alumnos quisieron entregarle este recuerdo; firmaron todos una tarjeta para su maestro y le compraron una pluma entre todos.
Manuel Cabello escribió, en el reverso de la tarjeta, todos los nombres y apellidos de sus alumnos, junto al nombre familiar con el que se conocían.
Es curioso que hoy esos alumnos son, ellos mismos, maestros, o padres y madres de nuestros alumnos. La vida sigue...
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Manuel Cabello llevaba varios años en el colegio Benafelix (entonces se llamaba aún José Antonio), y ese año tuvo que trasladarse al colegio Reina Sofía (que aún se llamaba Princesa Sofía). Sus alumnos quisieron entregarle este recuerdo; firmaron todos una tarjeta para su maestro y le compraron una pluma entre todos.
Manuel Cabello escribió, en el reverso de la tarjeta, todos los nombres y apellidos de sus alumnos, junto al nombre familiar con el que se conocían.
Es curioso que hoy esos alumnos son, ellos mismos, maestros, o padres y madres de nuestros alumnos. La vida sigue...
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5 comentarios:
Que guay!!!es como las urnas del tiempo esas que salen en las pelis americanas, acabas de abrir una!!!
Lo que más me gusta es que abuelo siempre lo guardaba todo, y tiene recuerdos de casi todos sus alumnos. La verdad es que hace mucha ilusión cuando tus alumnos te dedican cualquier cosa, eso lo compensa todo.
Me encantaría que algunos de los que escribieron esa tarjeta leyera la entrada y nos comentara lo que recuerda de aquellos días...
Que un maestro guardara esos pliegos de firmas de sus alumno/as como si fueran un tesoro demuestra que llevaba el amor a la enseñanza en la sangre.
Esperanza para mi ha sido un orgullo de haber tenido a tu padre como mi profesor.Yo soy una de esas alumnas que tubo el privilejio de haber firmado esa tarjeta.Maria del Transito Castro Piñero Transi
Gracias, Transi,
Tú sabes que siempre te tuvo un cariño especial. Gracias por tus palabras :)
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