domingo, 16 de octubre de 2011

Argentina, la hondura de unas raíces

Manuel Cabello Janeiro en Sunchales, Argentina,  1994

 Por Esperanza Cabello

 Hace muchos años dos jóvenes malagueños, Joaquina Orellana (pinchar aqui para leer su historia), natural de Cuevas Bajas y Francisco Cabello,  el maestro (pinchar aqui), natural de Sedella, decidieron emigrar a Argentina para ganarse la vida. Habían hecho un viaje de más de treinta días de navegación, llevando todos los parabienes de los dos gobiernos por un acuerdo trás la petición del gobierno Argentino a España a finales del siglo XIX para que maestros de Instrucción Pública marcharan a Argentina para desarrollar su labor allí.
Pasados unos años Francisco y Joaquina habían formado una larga familia, con una numerosa prole de la que sobrevivieron diez hijos. Pero una enfermedad terminó con la vida de nuestro bisabuelo, que murió en Sunchales, provincia de Santa Fé, a 500 kilómetros de Buenos Aires, donde está enterrado.





Nuestra bisabuela Joaquina decidió volver a España después de su muerte, en concreto a Ubrique (pueden leer la historia pinchando aquí) donde puso unos fundamentos sólidos para su familia. 
Nuestro padre, enamorado de la historia y de la familia, deseó toda su vida ir a conocer los lugares en los que había nacido su padre, nuestro abuelo Francisco Cabello, uno de los "Francisco Cabello" de la gran saga (pinchar aqui para verla). 
En el año 1994 consiguió por fin viajar a Argentina y suponemos que el día que entró en la escuela de su abuelo debió de sentirse tremendamente feliz.

La vida sigue y la historia da vueltas. Francisco Cabello Oliva, hijo de María del Carmen Oliva García y Francisco Cabello Izquierdo, hijo de Manuel Cabello Janeiro, hijo de Francisco Cabello Orellana, hijo de Francisco Cabello Medina, hijo de Francisco Cabello España.... (realmente es una saga magnífica), ha seguido los pasos de su tatarabuelo Francisco y ha emigrado a Argentina.
Esta vez no se ha tratado de un viaje de treinta días en barco, y las condiciones  de vida son realmente mucho más favorables que hace un par de siglos, pero allí está, Francisco, ganándose la vida, trabajando día a día y luchando como un jabato a pesar de la distancia y por encima de los inconvenientes.

Hoy hemos recibido unas fotografías muy entrañables, que habrían hecho de nuestro padre un hombre muy feliz: Francisco Cabello, tataranieto del segundo director de la escuela pública Florentino Ameghimo, ha vuelto a la escuela de su tatarabuelo, al pueblo en el que nació su bisabuelo, y se ha fotografiado, orgulloso, delante de la placa que reconoce y agradece a Francisco  Cabello Medina su trabajo en la escuela.


 Francisco Cabello Oliva en Sunchales
Octubre de 2011



Sunchales era realmente un fuerte defensivo, que con el tiempo se hizo ciudad




Por fin llegando a la escuela Florentino Ameghino
En 1890 sólo existía esta escuela


Francisco Cabello Oliva en 2011
delante de la placa dedicada a su tatarabuelo
Francisco Cabello Medina, maestro en 1890


Pero quizás lo más significativo y emocionante para Francisco José haya sido que ha contado, como antaño nuestros padres, con un guía de excepción: Miguel de Orellana, el primo argentino, nieto de un hermano de  Joaquina orellana, mujer de Francisco Cabello.
Miguel es nuestra parte más cercana de la familia en Argentina (pinchar aquí para conocerlo). Desde que nuestro sobrino llegó al Nuevo Mundo se puso en contacto con Laura y Miguel para saludar a la familia, y hoy ha podido por fin ver al tío Miguel, en Sunchales.


 Miguel de Orellana y Francisco José Cabello Oliva en Sunchales



Imaginamos la emoción de uno y otro al encontrarse en Sunchales. Ya se conocían, porque nuestro tío nos ha visitado varias veces, incluso después de la muerte de nuestro padre, pero seguro que el paseo por la ciudad de nuestras "hondas raíces", por el lugar del que, en cierta manera, venimos todos, ha debido de ser impresionante.



 Francisco José Cabello con las fotografías de sus abuelos y Miguel de Orellana
hechas en 1999, que Miguel conserva con mucho cariño


 Y este momento también ha debido de ser muy especial. Miguel conserva enmarcadas dos fotografías de recuerdo de uno de los viajes de Miguel a Ubrique, en 1999,  un año antes de que muriera nuestro padre.
Para Francisco José, un luchador capaz de cruzar el charco para ir a buscarse la vida y labrarse un mejor porvenir (hay que ser muy valiente para hacer eso, sobrino) fue un momento muy especial. estas son sus palabras ...


"...te mando algunas fotos del día de ayer. Desde la distancia, el blog muchas veces sirve de apoyo y cuando lo leo me siento indentificado con cada uno de los miembros de la familia, siempre hemos sido luchadores, trabajadores y nunca dimos nada por perdido, gracias a ello se hace todo más facil. Ha tocado vivir una epoca en que los primos nos hemos repartido por el mundo, pero ninguno de nosotros deja de recordar nuestra familia y por eso con el simple hecho de visitar a Miguel de Orellana (quien demostró y demuestra tanto aprecio por abuelo y por abuela) y conocer el pueblo de Sunchales; a 11.000 km de casa, puedo decir que sentí una enorme satisfacción como podéis ver en las fotos. "


Miguel y Francisco a la puerta de la escuela de la que en  
1890 fuera director nuestro bisabuelo


Estamos seguros de que habrán sido unos momentos muy emocionantes para nuestro sobrino, no conocemos a nadie que tenga el mismo nombre y apellido que su tatarabuelo y se haya fotografiado junto a una placa de homenaje en su memoria, más cuando se trata de más de ciento veinte años de diferencia y más de diez mil kilómetros de distancia, dos mundos distintos, dos épocas distintas, dos continentes distintos... Y además acompañado por su tío Miguel.

Nos alegramos muchísimo de que haya sido así. Yo me sé  de uno que seguro te ha estado mirando con el rabillo del ojo, pendiente de que su nieto fuera a ese lugar tan simbólico para todos nosotros.
¡ Mucha suerte, Francisco, te esperamos pronto, que diciembre está a la vuelta de la esquina!
¡Un beso para los dos!


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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la maravillo entrada que has realizado. Besos para todos

Juli dijo...

Hay que reconocer que la entrada esta es de las que emociona...Qué ilusión!!!Primo, eres un tío admirable, y seguro que consigues cualquier cosa que te propongas. Un beso enorme, ya nos veremos en diciembre y me cuentas cómo te va todo :)

Anónimo dijo...

Se te eriza la piel solo de pensar la satisfacción que habrás sentido Francisco, la vida a veces las da con esos momentos y cura las distancias.
Te esperamos en Navidad. Te amarro unos zorzales. J.V.