La familia de Ángeles Caballero con su puesto de barquillos
Ubrique, años sesenta
Fotografía recompuesta por Salvador Romero Venegas
Por Ramón Trujillo Zurita
Doña María
Gracia de los Ángeles Caballero Fernández, “Ángeles la Ratita”, nace en el
pueblo sevillano de Lebrija el 29 de abril del año 1929. Era la mayor de tres
hermanos. Casada con José Luis Fernández Guzmán, llega a Ubrique con su marido
y sus hijos por trabajo, ya que se ganaban la vida como feriantes.
Tenían seis
hijos: maría de los Ángeles, José, Antonio, Manuel, Natividad de Regla y
Esperanza de la Cruz.
Con
la Guerra Civil y la enfermedad de su madre, Ángeles tuvo que empezar a
trabajar desde muy niña para poder comer. Trabajaba limpiando casas y también
ayudaba en el matadero, donde le daban un poco de carne para que se la llevara
a su casa.
Junio de 2019
Ángeles
trabajó con su marido por muchas ferias de nuestra Andalucía, llegó a Ubrique y
estuvieron viviendo más de cuatro años en un “tirapichón” hasta que se hundió
el tejado, en ese tiempo uno de sus hijos nació en el “tirapichón”, con la
ayuda de sus vecinas.
La
Junta de San Vicente les dio una casa en la barriada del Sacrificio, en la
calle Guadalquivir. Es la “casa” en la que actualmente vive con sus hijos,
aunque en realidad eran cuatro muros de no más de un metro de alto y sin techo.
La fueron arreglando poco a poco con mucho esfuerzo. Levantaron una planta y le
pusieron el agua y la luz. La cama se la regaló el practicante Antonio Ríos
Núñez.
Ángeles
se ganaba la vida con sus piruletas, sus bastoncillos de caramelo, paletas de
colores, la papita de canela y los barquillos de canela con azúcar tostada.
Ella
ponía sus cosas en la plaza de Francisco Fatou y Lucas, junto la parroquia, enfrente de la antigua plaza de
abastos.
Pero
si por algo es conocida Ángeles es por el juego de “la ratita”, de ahí le viene
su apodo.
Septiembre 2002, Ubrique
El juego de la ratita con fines benéficos
El juego consistía en una pequeña
plaza de toros con cajones ovalados, y en cada entrada tenía una carta de la
baraja española. La gente apostaba por una carta. Después echaba una ratita en
medio de la plaza y donde la rata entraba esa era la carta que ganaba. El
premio eran paquetes de galletas, piruletas y algún que otro pequeño regalo.
“¡Ya
está la rata debajo la lata!” Esa frase era la que repetíamos todos los niños.
En
los primeros belenes vivientes de la Asociación “Plaza de la Verdura”, ella y
su hija María hacían piruletas y bastoncillos para colaborar con su venta
recaudando dinero.
Ya
jubilada se dedicó a actuar con un grupo de teatro de Ubrique, con su hija. Haciendo
de actriz nos ha hecho pasar muy buenos ratos de risas con su simpatía y
desparpajo en el escenario.
Aunque
Ángeles no ha tenido una vida fácil ni en su juventud ni de mayor, por
desgracias de la vida, tuvo que sobreponerse a la muerte de un hijo con solo
tres años, y a la de su marido, que la dejó con seis hijos, teniendo el mayor
solo catorce años. Ahora en su madurez ha perdido a tres de sus seis hijos y a
un nieto.
Paseando por Ubrique el pasado mes de junio
Pero
esta mujer es una luchadora incansable de la vida, aunque con su enfermedad no
se da cuenta de los palos que le ha dado la vida, aún sigue viviendo con sus
paseos por las calles de su querido pueblo de Ubrique.
Ángeles,
muchas felicidades en tu 90 cumpleaños, y que sigas con esa alegría, a pesar de
todos tus avatares.
Ramón Trujillo Zurita
Ubrique, 16 de junio de 2019
Nota de la editora: Nuestro agradecimiento a Salvador Romero Venegas que es capaz de hacer verdaderos "milagros" con las fotografías deterioradas por el paso del tiempo. Gracias, amigo
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