viernes, 26 de julio de 2019

San Joaquín y Santa Ana

Los abuelos de nuestro tío José María Cabello
Joaquina Orellana y Francisco Cabello







Por José María Cabello

Hoy nos marca el calendario una fecha de hondo contenido familiar. La festividad de San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen María y abuelos de Jesús de Nazaret. Felicitamos aquí a todos los que ostenten tan populares nombres y a quienes celebren en esta fecha el día de su nacimiento.
Pero también participamos de esa común alegría todos los que ostentamos esa entrañable condición de abuela/o en este día. Es nuestra fiesta. Todavía no oculta por ese desbordado consumismo que está convirtiendo a otros miembros de la familia en motivo comercial. Pero que luce, por fin unidos los dos nombres en una misma fecha, con toda la esplendidez de su celebración religiosa. 
Y nos sirve para una serena reflexión sobre el sentido cristiano de la familia y el importante papel que desempeñamos los abuelos y abuelas en la pirámide familiar. Joaquín y Ana son dos nombres bíblicos, que significan en su origen hebreo: "preparador" y "gracia", significativos del papel a desempeñar por ellos en la historia de la Salvación. Pertenecían a la estirpe del Rey David y con el mismo nombre se repiten repetidas veces en los textos bíblicos. 
Ana es la madre de Samuel (libro de los Reyes 1,1) y la profetisa que con Simeon recibe al Niño Jesús en su primera presentacion al Templo (Lucas, 2,36). Pero no hay una referencia directa a ellos en los textos evangélicos, por lo que debemos admitir su devoción a la antiquísima tradición y alguna referencia los textos protocanonicos. Y en especial a la común celebración en fechas distintas de las tres confesiones cristianas, la ortodoxa griega - de la que trae origen desde la declaración de la maternidad divina de María en Efeso el año 431- la reformada anglicana y la católica.
 Fue Santa Elena emperatriz la que erigió la primera iglesia en Jerusalén con el título y en honor de nuestros santos Joaquín y Ana. A ellos nos encomendamos, con la vieja y breve oración "San Joaquín y Santa Ana corta enfermedad y poca cama". Centrando mi felicitacion en mi cuadro familiar, la dedico a mi hermana Ana María, a mi sobrina Ana y a mi amiga Ana Venegas. También a mi consuegro Joaquín Ortuño y a mi sobrina Marítina.
 Y un piadoso recuerdo a la memoria de mi hermana y a mi prima hermana Joaquina, que recibieron hace años el premio de su descanso eterno en el Cielo.



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