Un fin de semana serrano: naturaleza viva en el Parque de los Alcornocales

Laura Cabello rapelando en
El Parque de los Alcornocales

Otoño 2010

Por Leandro Cabello

Historias del otro Parque Natural

Cuando estuve leyendo la entrada  en la que mi hermana contaba el maravilloso fin de semana que pasaron en los pueblos de la Sierra (pinchar aqui para leerla) no pude dejar de tener un poco de envidia. Después pensé que vayas donde vayas en los alrededores de Ubrique podrás pasar un fin de semana formidable, y el nuestro tampoco estuvo nada mal:

  No cogimos la carretera hacia Benaocaz sino  la dirección contraria,  la carretera del Mojón de la Víbora y hemos pasado el fin de semana en Los Alcornocales junto a algunos amigos.
Durante la velada contamos a los niños  los misterios que existen por estos bosques. Por ejemplo la historia de Rafael, un señor mayor que estuvo viniendo a la finca durante setenta años todos los días para echarle de comer al ganado y vigilar el coto y que aún viene de vez en cuando a comerse una tapita o un vasito de refresco.

Cuando los niños estaban más pendientes,  les dijimos que que ya escuchábamos ruido y que creíamos que había llegado Rafael. Al entrar en la casa los esperaba un muñeco hecho con un traje impermeable relleno de sacos de dormir, unas botas, guantes, sombrero de paja y sentado en una butaca  les da el gran susto.
Después cantamos unas canciones acompañados por la guitarra de Paco (esa fue la causa de la lluvia del domingo) y a la cama.
El domingo después de un desayuno con sus correspondientes molletas montamos un pequeño rapel donde las niñas se divirtieron de lo lindo, después de enfrentarse a la verticalidad. Es un lujo poder disfrutar de la naturaleza desde chicos, un lujo al alcance de la gente de la Sierra.

Después de comernos unas migas camperas y unas granadas y zamboas cogidas del huerto tuvimos que coger el camino rapidito pues empezaba a chispear. Eso es lo que traen los canticos nocturnos.

 

    Primer contacto con los deportes de montaña: todo un lujo

Así que nuestro fin de semana serrano en el otro parque, el Parque Natural de los Alcornocales, tampoco estuvo nada mal, y además nos queda todo el otoño, para disfrutar del campo.

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