domingo, 22 de mayo de 2016

La calle Cantarranas y la calle Hospital de Ubrique

Ubrique, calle Cantarranas, principios del siglo XX
Catalogo General de Andalucía. Fotografía de Romero de Torres


Por Esperanza Cabello


Siempre nos ha llamado la atención que la calle llamada actualmente  "Nuestra Señora de los Remedios" sea conocida y recordada por todos como "Calle Cantarranas", de hecho, uno de los primeros reportajes fotográficos de nuestro pueblo, el realizado por Romero de Torres a principios del siglo pasado (en este enlace) incluía dicha calle y, dada la antigüedad de las imágenes, conservamos este nombre tradicional.
Al mismo tiempo, nos hemos planteado muchas veces cómo sería el hospital que daba nombre a la calle Hospital (actualmente dedicada a María Isabel Pérez).
Mientras leíamos el Libro de Cabezas de Familia de Ubrique de 1752, custodiado en el Archivo de la Real Chancillería de Granada, pudimos comprobar a quién pertenecía el hospital y dónde estaba en aquella época. Pertenecía a las religiosas de Madre de Dios de Ronda.



Propiedades del Convento de Religiosas de Madre de Dios de Ronda



El Hospital de los Pobres de Esta Villa

"Una cassa Hospital donde se recogen los Pobres en esta Villa en la calle de cantarranas con seis varas de frente y siete de fondo, cinco varas lindando con casa molino de Azeite Doña Maria Viruez, y otra de Estevan Domínguez sin renta alguna".


Realmente este descubrimiento por sí mismo ya es muy importante, pues aunque sabíamos que hubo un hospital en la calle no teníamos, hasta el momento, ninguna prueba documental, ahora sabemos qué tipo de hospital era (un lugar para recoger a los pobres de Ubrique, que en la época había unos 200 pobres de solemnidad, según las respuestas del catastro), dónde estaba (junto al molino de María Esteban Viruez, una importante mujer ubriqueña, dueña además de una curtiduría) y quiénes lo regentaban (las hermanas de Madre de Dios de Ronda).

Al leer que este hospital estuvo en la calle Cantarranas supusimos que en realidad la calle Cantarranas llegaba hasta el río, atravesando la calle de San Sebastián,  y que con el paso del tiempo ese hospital, que estaría más abajo, sería el que dio el nombre  a esa pequeña calle.

Estuvimos reflexionando sobre la palabra "cantarranas", pensando si la calle, al ser más larga y llegar hasta el río, tomaría su nombre de aquellas posibles ranas cantarinas.
 Pero leímos (Cuentos y leyendas tradicionales, Eloy Martos Núñez) que en realidad la mayoría de los étimos que tienen un aparente significado "barbacana", "cantalgallo"... tienen realmente un  significado muy diferente. Y la etimología popular que a  palabras como "cantalobo", "cantalapiedra", "cantarranas", las ha hecho tributarias, en apariencia, de la palabra "cantar", no es veraz, pues están en realidad relacionados con el término latino "cantus". 

Y entonces llegó a nuestro auxilio don Bartolomé Pérez Sánchez de Medina, quien nos explicó que, sea como fuere, ni hubo ranas ni las ranas cantaron en ningún lugar, que la calle Cantarranas era en realidad el "límite de la población" en un momento dado de la historia, y que cantarranas era realmente una palabra unión de la palabra latina "cantus" y de otra palabra céltica que significaría límite.

Y ya que estamos convencidos de  que, como decía aquella canción de los ochenta "Todo está en los libros", nos hemos ido a leer el significado de las palabras:

En la RAE, actualmente, la palabra "cantarrana" solo se refiere a un pequeño juguete hecho con una cáscara de nuez que hace un ruido parecido al de la rana croando.
Así que nos hemos ido unos cuantos siglos atrás, a nuestro Diccionario de la lengua española en el que se explica el verdadero sentido de las voces...  de 1729 (en este enlace)



Además de "piedra", canto significa también extremidad, punta o remate de una cosa. También significa parte opuesta  "Y la otra mandó que se pusiese al otro canto de la Villa".



 
 Curiosamente, según explican Francisco Villar y Blanca María  Prósper en "Lenguas, genes y cultura en la prehistoria de Europa Asia suroccidental", publicado por la universidad de Salamanca en 2010, "cantus" se considera en latín como préstamo celta, aunque proveniente de la familia indoeuropea.


 
Los celtas y la civilización céltica, por Henri Hubert, Akal  2000


Igualmente proviene del celta el término "ran", y se refiere a alturas, límites y fronteras. Así pues, nuestro maestro puede perfectamente tener razón, y de esta forma la calle Cantarrana señalaría el límite del lugar, la "frontera del pueblo". 

Nosotros hemos encontrado un documento de 1752 en el que por primera vez  aparece escrito el nombre de la calle Cantarrana, y, curiosamente, está escrito como si fueran dos palabras unidas, con una mayúscula en el interior de la palabra.


Primeras Respuestas del Catastro de Ensenada
Ubrique 1752. Archivo Nacional



Y nuestra calle Cantarrana era la que señalaba el límite de Ubrique, allí se terminaba el pueblo en un momento dado de su historia. 
Del mismo modo, y mucho más recientemente, a la zona que está un poco más allá de la calle Cantarranas la llamaban nuestros abuelos "la salía" (la salida del lugar).

Con mucho acierto don Bartolo nos da este significado para la palabra cantarrana: "en el límite del territorio", "en la frontera del pueblo". 



Segundas Respuestas del Catastro de Ensenada
Ubrique 1754. Archivo Nacional



Quizás por esta razón que propone don Bartolo hay tantos topónimos "Cantarrana". Hemos encontrado muchísimas calles, fincas, pozos, viñas, puentes, arroyos, poblados e incluso ciudades, grupos de música o blogs de arquitectura  que comparten este nombre. Desde Madrid hasta Ubrique, pasando por varias ciudades de distintos países de América del Sur.

Eso sí, durante nuestra pequeña investigación hemos encontrado teorías para todos los gustos explicando el topónimo, desde que hace referencia a una especie de alcantarilla (en este enlace), hasta que se trata de un puente sobre el río Guadiana (en este enlace), o  que significa pendenciero (en este enlace) e incluso brillante, relacionado con los dioses (en este enlace).

La explicación de nuestro querido maestro nos parece, desde luego, muy plausible. La calle Cantarranas señalaba el límite de un Ubrique muy antiguo, y, dado que ella hubo, al menos desde el siglo XVIII, un hospital, con el paso del tiempo tomó dos nombres diferentes: Cantarranas y Hospital.

Al contar a nuestros hermanos la historia del nombre de la calle, hemos pensado que quizás por tratarse de la última calle de Ubrique la procesión de la Virgen de los Remedios pasaba por allí. Es bastante fácil pensar que la imagen de la Patrona salía de la iglesia circundando todo el límite del pueblo, al menos los límites norte y oeste. Hay que tener en cuenta que el nombre de la calle fue cambiado a mediados de los cuarenta, pero que la procesión de la Patrona ya transcurría por la calle Cantarrana en la antigüedad.

Finalmente, sea que era la calle que daba al río y las ranas cantaban, o que era la última calle del pueblo y señalaba el límite, el nombre "cantarranas" no debería haber desaparecido en ningún caso, aunque aún muchas personas siguen llamándola "Calle Cantarranas".

Lástima que estos topónimos, tan arraigados en el acerbo cultural y tradicional ubriqueños, corren el riesgo de desaparecer. Por eso proponemos de nuevo que se recuperen, en nombre de la historia de nuestro pueblo, todos los nombres tradicionales de las calles del casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural; al menos todos los nombres que aún quedan en la memoria de nuestros mayores y los que estén debidamente documentados.




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