Antonio Rodríguez Agüera en su taller junto a sus creaciones
Por Esperanza Cabello
Teníamos este agradecimiento muy pendiente desde septiembre del año pasado, pero quizás el pudor de recibir regalos o sabernos no merecedores de tanta gentileza nos ha hecho esperar, seguramente demasiado.
Todos los ubriqueños conocemos a nuestro pintor más alucinante, más productivo, más artista y más genial, con una obra casi infinita, exposiciones en todos los lugares del mundo, reconocimientos a todos los niveles y una historia tan diversa que harían falta muchos libros para recoger su biografía.
Nosotros hemos hablado de él en muchas ocasiones (en este enlace) pero nos gustaría, de corazón, que algún artista de las letras y el diseño le dedicara sus palabras.
Una de las cosas más entrañables que recordamos de él, y de su vida tan polifacética, es aquello de la "espabilaera", la novatada que gastan los petaqueros mayores a los aprendices que comienzan y que en su caso fue muy divertida, y a nosotros nos sirvió para conocer esta costumbre ubriqueña que desconocíamos.
Y de sus obras, no sabríamos con cual quedarnos, tenemos un par de cuadros de su primera época, y admiramos su trabajo ahora, lleno de colorido y tan original que se sale de todas las líneas.
En el pasado concurso de pintura rápida al aire libre "Pedro Lobato Hoyos", de Ubrique, que se celebra cada mes de septiembre, nos acercamos a su puesto de trabajo tempranito, que es cuando nos gusta ir a ver cómo comienzan.
Antonio ya casi había terminado su trabajo, y eso que era muy temprano. Con su tranquilidad y serenidad habituales miraba al lienzo y después a la iglesia, abstraído en su mundo de artista.
Nos acercamos a saludarlo y nos estuvo preguntando por nuestro hermano Manolo, los dos han sido muy amigos desde siempre, y aún tenemos la espinita de cuando le hicimos el homenaje a Manolo y a Ubrique en verde y no lo incluimos en la lista de invitados. ¡Qué despiste!
Hablando de sus cuadros, Antonio nos dijo que quería tener un detalle con nosotros, y le dijimos que no había ninguna necesidad, que ya atesorábamos algunas de sus obras y una golondrina que dibujó expresamente para nosotros en 2019.
Pero no es persona de dejar las cosas para más tarde, y al llegar a casa nos encontramos un precioso óleo de flores con el encargo "esto es para Esperanza".
Asombrados y encantados, nos fuimos directamente a su taller, a agradecerle infinitamente el magnífico detalle, a repetir que no era necesario y a dar saltitos de contento porque es, realmente, una alegría y un orgullo.
Pero él, rotulador en ristre, nos dedicó su cuadro "Por tu labor en apoyo de todas las artes. Gracias", y nosotros nos quedamos un poco pasmados, admirando sus taller y recreándonos en las últimas obras y las de siempre, que lo acompañan en su día a día y en su abundante trabajo pictórico.
Muchísimas gracias, maestro, no tenemos palabras para agradecer este fantástico detalle, que conservaremos como oro en paño, en permanente recuerdo de este ubriqueño genial.
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