martes, 1 de enero de 2013

Don Bartolomé Pérez Sánchez de Medina

Don Bartolomé Pérez Sánchez de Medina
Fotografía: Luis Eduardo Rubio



Por Esperanza Cabello

Hace unos meses tuvimos ocasión de conversar un buen rato con don Bartolo, nuestro primer maestro de francés. Un hombre absolutamente extraordinario, siempre atento, siempre educado, siempre amable, siempre dispuesto a un buen rato de charla.
Pudimos hablar de nuestro pueblo, de la enseñanza, de los tiempos antiguos. Él había sido compañero y amigo  de nuestro padre, incluso habían trabajado juntos en la pubkicación de alguno de sus libros.
Ambos fueron los pioneros "modernos" de las publicaciones ubriqueñas. Don Bartolo, maestro querido y admirado donde los haya, publicó "El habla de Ubrique", un verdadero aciero, pues, desde su punto de vista de Filólogo podía explicar como nadie todos los pormenores de nuestro modo de hablar.
En 1992, durante la presentación del segundo libro de nuestro padre, actuó como compañero de tribuna...

Invitación para la presentación del libro "Ubrique, piel al descubierto"
Ubrique, junio de 1992

Cuando el pasado mes de noviembre tuvimos la ocasión de hablar tanto rato con él, durante la grabación del programa "Este es mi pueblo", y, sobre todo, después de ver que todas sus explicaciones sobre nuestra manera de hablar, sobre nuestras costumbres, nuestra historia, nuestros orígenes, habían sido desaprovechadas por los que hicieron el programa, pensamos que no deberíamos perder la ocasión de aprender de don Bartolo y que íbamos a poner de nuestra parte para que su trabajo y sus experiencias fueran conocidos.
Por eso hemos querido que la primera entrada del año estuviera dedicada a él y a un precioso poema que escribió en  1992 y que todos los ubriqueños que pudimos leerlo entonces recordamos.
Era la cita literaria que comenzaba, precisamente, el segundo libro de nuestro padre, y que transcribimos a continuación:


A  UBRIQUE
Un acorde de luz y de alegría
Salido del bordón de una guitarra
Pintó de blanco en plena serranía
La hoja retorcida de una parra

Prendado el sol de su límpida blancura
Besó su faz con erótica pureza
Y un vergel de magnífica hermosura
Dio a luz con pudor Naturaleza

San Francisco sembró una letanía;
El fruto recogió la criatura:
Apareció de piel la artesanía,
Y en pellejo que envolviera a la bravura
Estampó de fiel escribanía
El alma de una gran manufactura

Bartolomé Pérez Sánchez de Medina


Un precioso poema que nos habla de nuestro pueblo, de la naturaleza, de la sierra, de la cal, de la artesanía, del mundo de la marroquinería... Todo ello con metáforas, símiles y alegorías.
Este poema de don Bartolo sería, sin lugar a dudas, el mejor reclamo publicitario y el mejor escaparate  para nuestro pueblo recibiendo a los visitantes dibujado sobre unos bonitos azulejos a la entrada del ayuntamiento, o de la oficina de turismo, o en cualquiera de los lugares de tránsito de Ubrique.


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2 comentarios:

Salvador Venegas dijo...

Rebuscando entre papeles viejos encontré este bello poema en un programa de fiestas del año 70, concretamente aquel que tenía las portadas repujadas, un saludo.

Esperanza Cabello dijo...

Es que es realmente espectacular!