viernes, 9 de agosto de 2019

Un cielo estrellado, pero menos que el nuestro

 La iglesia de San Nicolás, en Gante
Un cielo con muchas estrellas




Por Esperanza Cabello


Hace unos años, durante la restauración de la ermita de San Pedro, aprendimos que adornaban la bóveda y las esquinas más de seiscientas estrellas de tres tamaños diferentes, en aquella ocasión pudimos admirar el magnífico trabajo que estaban haciendo los responsables y nos admiraba que se hubiera construido este edificio tan especial en Ubrique hace más de dos siglos (en esta entrada).





Una preciosa iglesia, estrellada, como nuestra ermita


Desde entonces hemos visto a veces que los techos de algunas iglesias mostraban algunas estrellas pintadas, queriendo, sin duda, imitar la bóveda celeste, pero nunca habíamos visto estrellas modeladas pegadas sobre el techo. 
Hasta que hemos podido visitar la iglesia de San Nicolás en Gante, una preciosa iglesia que comenzó a construirse en el siglo XIII, cuajada de detalles y con una arquitectura soberbia.
Al mirar al techo ahí estaban las estrellas, no en tonos celestes como las nuestras, sino en tonos ocres, y no cuajando el cielo, sino muy esparcidas, apenas dos o tres en cada  uno de los triángulos.



El techo de la ermita de San Pedro, cuajado de estrellas de tres tamaños y tres tonos diferentes.




Nuestra reflexión nos ha llevado a darnos cuenta de que realmente somos afortunados al poder disfrutar de este edificio histórico, pues a su originalidad se une la belleza de los detalles, la belleza de lo sencillo y la fuerza de su personalidad.
Pinchando en este enlace podemos recordar los detalles de su restauración, hace ya casi diez años.


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