jueves, 21 de marzo de 2013

Preparando el VIII Concurso de Gañotes de Ubrique

Ingredientes para preparar los gañotes del VII Concurso de Gañotes



Por Esperanza Cabello

Se acerca una época de tradiciones en todos los puntos de nuestra geografía, y nuestro pueblo no iba a ser menos. Cuando éramos chicos estos eran días de trasiego en las casa, de muchos preparos y de idas y venidas al molino a coger hora para llevar las magdalenas al horno.
¿Se acuerdan de lo aburridísima que era la Semana Santa cuando cerraban el cine, cuando no había televisión, cuando la música era tan triste y hasta había que guardar silencio en determinados momentos?
Menos mal que estaban, por otro lado, los paseos al campo, las reuniones familiares y las buenas comidas tradicionales de esta fiesta:  las tortas de bacalao, los palmitos, las sopas de espárragos, los borrachos, las magdalenas y los gañotes.
Nosotros seguimos queriendo dar a conocer nuestras costumbres y nuestra tradiciones y para ello nos inscribimos, desde hace ya cinco años, en el Concurso de Gañotes que organiza cada año el Ayuntamiento (menos mal que ya no le dicen "gañotá", porque no podían haber buscado expresión más fea).
Como hemos estado tan ocupadísimos toda esta semana, no hemos podido ponernos manos a la masa hasta esta tarde, que hemos aprovechado para preparar un buen montón de gañotes (los de la semana pasada volaron).



La masa esperando a ser convertida en deliciosos gañotes


Hemos preparado un buen bolón de masa porque queríamos, además de preparar los veinte gañotes del concurso, dejar ya preparados algunos para la semana, y hoy hemos aumentado las cantidades de los ingredientes, preparando la masa con nueve huevos. Si están interesados en conocer nuestra receta pueden pinchar en este enlace.
Muchas veces nos preguntamos en qué consistirá la magia de los gañotes tradicionales. En cada casa la receta es diferente, cada uno tiene una forma de hacerlos y cada uno pone diferentes cantidades de diferentes ingredientes. Sin embargo siempre están de escándalo. Los nuestros además, para nosotros, son los mejores, los que mejor sabor tienen, ni muy dulces, ni muy duros, ni con demasiado limón... La forma, eso si, desmerece a veces, porque se empecinan en salir enrollados a su aire. 
Lo que está claro es que a pesar de su forma, de que alguno salga contrahecho y retorcido, nunca queda ni la muestra.





Los gañotes, preparados y esperando a mañana


Ya solo nos queda esperar a mañana y decidir cómo los vamos a presentar. Elegiremos los veinte gañotes más derechitos y enrollados (porque de sabor todos están de escándalo) y los presentaremos... ¡Como siempre! Nos gusta nuestra forma de presentarlos, en un cesto o en un lebrillo, tapados con un trapito de hilo blanco con su encaje. 
Nos habíamos planteado presentarlos de alguna forma llamativa (el año pasado ganaron el primer premio los que venían en una balanza con algún cacharro tradicional de cocina), pero finalmente dejaremos de lado las presentaciones alambiacadas y rebuscadas, y nos decidiremos por una presentación sencilla y tradicional.
Y, si no ganamos, (como será lo más normal, porque hay muy buenas reposteras tradicionales en el pueblo), tendremos la satisfacción de hacernos, como cada año, una fotografía con nuestro hermano en la Plaza y de haber participado una vez más en este concurso que revaloriza algo tan simple y tan valioso a la vez como una de nuestras tradiciones más familiares y sabrosas.


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