domingo, 24 de marzo de 2013

Una entrada reivindicativa: el coche rojo delante del garaje.


En toda la puerta del garage
Los aparcamientos de la Plaza de la Verdura

Por Esperanza Cabello

Normalmente el tono de este blog es, o al menos intenta ser, afectuoso, sereno, conciliador y moderado (a veces sale un poco apasionado, depende de los temas).
Pero hoy quiero hacer (y lo hago por segunda vez en primera persona, femenino singular) una pequeña reivindicación, una llamada al respeto a los señores y señoras conductores y una señal a quien corresponda poner orden en este lío.
Me refiero a todas las veces (demasiadas) que no podemos entrar o salir de nuestras casas porque hay un coche aparcado justo en la puerta:






 Ayer por la tarde se celebraba el Concurso de Gañotes de Ubrique y, como habían anunciado en la radio, iba a tener lugar en el local de la Asociación de Vecinos de la Plaza de la Verdura.
Lelgó la hora del concurso y... mira qué bonito: un precioso coche rojo (no sabemos de quién es) estaba aparcado justo en la gran puerta de garage que acogía la celebración del concurso. Justo delante de la puerta de garage, en medio de una plazoleta típica y sobre una preciosa raya amarilla.
Unos y otros fuimos entrando como pudimos, esquivando en la medida de lo posible el coche. Pero una vez conocido el fallo del jurado, y dada la gran aglomeración de personas reunidas en el antiguo café de Janeiro, nos fuimos trasladando a la Peña Flamenca.


El coche no permite la salida de los asistentes al concurso de gañotes


Al ir a salir del local muchos de nosotros no sabíamos por dónde íbamos a pasar. Por lo visto habían intentado ponerse en contacto con el dueño o la dueña, pero no había dado señales de vida. Nos paramos un segundo a ver las caras desconcertadas de los que pretendían salir, porque al otro lado del alcorque había otro coje, también rojo y también pegado.


Los vecinos tenían que saltar para salir del local

 Unos saltaban por la izquierda, otros por la derecha. La mayoría de los asistentes eran personas mayores o con carritos que habían entrado por la puerta del fondo pero que ahora no podían ni acceder a la puerta ni pasar volando por encima del coche.



Saltando para poder salir del local

 Los más jóvenes saltaban pero para los mayores era imposible, sobre todo con un vaso de chocolate caliente que habían preparado para tomar con los gañotes. Estábamos alucinados de ver cómo unos y otros tenían que hacer malabarismos para salir.
Jóvenes, mayores, ubriqueños de a pie y concejales, todos tuvimos que ir saltando por encima de los coches y de los alcorques.
¿No va siendo hora de que organicemos el tráfico en el casco antiguo? ¿No va siendo hora de que no se permita aparcar sobre las puertas de las casas de los vecinos? ¿No va siendo hora de que despejemos la plaza de la Verdura y recuperemos una plaza preciosa para todos?
Quizás es el momento de que los responsables empiecen a planteárselo.
Gracias.


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