sábado, 10 de junio de 2017

Don Manuel Cabello, escritor

Sobre "a franquear en destino" para los pedidos de sus libros 
Gentileza de   Manolo Cabello 😊


Por Esperanza Cabello  

Estuvimos la semana pasada en la presentación del último libro de don Bartolo, un precioso poemario que acaba de salir a la luz ("Besos de la tarde"), y esto nos hizo recordar la tremenda emoción que sentíamos en nuestra casa cada vez que nuestro padre presentaba un libro.
Porque don Manuel Cabello era, entre otras muchas cosas, escritor. Quizás no estuviera especialmente dotado para la escritura de temas de ficción, pero la historia era lo suyo, y cuando cogía su máquina de escribir todos sabíamos que había vuelto de nuevo a la carga.
Pero su vida de escritor no siempre fue fácil. En aquella época las instituciones y entidades no se ocupaban especialmente por las publicaciones locales de un investigador, y en casi todos los casos tuvo que financiarse él mismo las ediciones de sus libros, excepto en el libro sobre el Beato Fray Diego José, que lo editaron los capuchinos, y el segundo tomo de su serie "Ubrique, historia al descubierto" que fue cofinanciado por la empresaria Ana Camargo, que vio en esta publicación una forma de publicitar la piel de Ubrique.
Pero todos los demás le dieron muchísimos quebraderos de cabeza. No solo tuvo que enfrentarse a maquetaciones y correcciones infinitas, sino que se vió buscando cómo costear todos los gastos.
Y después, cuando ya estaban las ediciones terminadas, daba miles de vueltas vendiendo y promocionando su obra. Recorría bibliotecas, colegios, instituciones y, sobre todo, hacía visitas a vecinos, amigos y conocidos ofreciendo sus libros. La verdad es que todo el mundo en el pueblo estaba interesado en sus libros,  nuestra historia, nuestras costumbres, nuestra geografía, nuestros personajes, nuestros hijos ilustres...
Estos libros le valieron una gran reputación entre los vecinos, y muy a menudo encontramos a gente que nos dice "yo tengo los libros de tu padre", y a otros que quisieran tenerlos, aunque, desgraciadamente, son muy difíciles de conseguir.
La historia del Señorío de las Siete Villas, la historia de los descubrimientos de Misión Rescate, la vida del Beato o del Obispo Panal, la historia de la familia, el libro sobre la piel... Cinco publicaciones que forman parte de nuestro patrimonio y que  podrían ampliarse con las inacabadas: el libro sobre la marroquinería y el estudio sobre arqueología tecnológica.
¡Ojalá algún día podamos terminar su tarea y editarlos!
Mientras, esta carta prefranqueada que nos ha enviado nuestro hermano Manolo nos recuerda todo el trabajo que nuestro padre hizo por una de sus grandes pasiones: Ubrique.


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