El gamón en flor
Este año la floración ha sido muy temprana
Fotografías de Leandro Cabello
La semana pasada tuvimos noticia de que una chica americana, Melissa Chen, estaba muy interesada por nuestra "Fiesta de los Gamones", y buscaba a familias y ubriqueñas que quisieran acompañarla al campo a fotografiar gamones. También quería conocer la historia de esta fiesta ancestral, y vivir en primera persona los prolegómenos de la fiesta.
Hace unos días, cuando por fin conocimos a Melissa, supimos que tiene grandes lazos con Ubrique, que estuvo aquí trabajando hace unos años como profesora de inglés y que más tarde se casó con el ubriqueño Luis de Francisco Camargo.
Melisa, una chica de Dallas que vive a caballo entre Ubrique y Madrid, donde está haciendo un máster en fotografía, está empeñada en hacer su proyecto de final de Máster sobre el Día de los Gamones de Ubrique.
Te das cuenta de que a veces la pasión de los extranjeros por conocernos hace que ellos mismos se conviertan en embajadores de nuestros pueblos y, como es el caso de Melissa, una excelente embajadora.
La flor del Gamón
Asphodelus albus aún en flor por la zona de Benaocaz
Para ese proyecto lo primero ha sido documentarse, y acudir a las publicaciones que hay hasta el momento sobre la fiesta. Desde las publicaciones sobre las canciones de columpio hasta las publicaciones sobre la fiesta en sí, la primera de ellas fue la de nuestro padre, Manuel Cabello, en su libro "Ubrique, piel al descubierto", Melissa estaba encantada de que fuera una edición en español, inglés y francés.
También le hemos mostrado películas y fotografías, las más antiguas de finales de los sesenta, y le hemos contado curiosidades y anécdotas.
Hemos intentado explicarle la evolución de la fiesta, desde la antigua devoción a la Cruz, que comenzaría seguramente a principios del siglo XVIII, hasta la actual "parafernalia" de franceses de uniforme, que nada tiene que ver en realidad con nuestras candelas y nuestros gamones.
Coto privado de "Gamones"
Una buenísima idea, aunque solo es una pequeña broma
Le hemos explicado que esta historia de franceses que se ha desarrollado tanto en los últimos años y que es, con total seguridad, un bulo, debe de estar relacionada antropológicamente con la necesidad de los pueblos de sentirse importantes, y preferir un recuerdo de lucha contra los invasores (aunque en realidad los franceses llegaron, nos vencieron y achicharraron nuestro pueblo en varias ocasiones, pues no éramos guerreros ni soldados) antes que un sencillo y humilde recuerdo rural de aquel antiguo Ubrique del siglo XVIII en el que la práctica totalidad de sus habitantes eran campesinos, labradores, ganaderos, molineros, bataneros y curtidores.
Pero algunos se han empeñado en que el bulo de los franceses perdure, y en definitiva es solo una forma más de mejorar la fiesta, aunque en realidad vaya desvirtuando los orígenes.
También le hemos explicado que ese nombre espantoso con el que registraron la fiesta, con la palabra "Crujía", es un invento de algún iluminado, pues jamás se había utilizado esa palabra. Hasta donde alcanza la memoria de los mayores siempre había sido "El Día de la Cruz", y fue cambiando a finales de los setenta por "El Día de las Candelas", hasta llegar a este siglo dando más protagonismo a los gamones, llamándose "El Día de los Gamones". Lo de la "crujía", además de ser una incorrección de la escritura, es una ordinariez y no tiene nada que ver con nuestra fiesta.
¡Ojalá pueda cambiarse el nombre con el que está inscrita la fiesta!
Campo de gamones en la Caeta
No sabemos si aguantarán hasta el 7 de mayo
También le contamos historias de leña, de peleas de niños de barrio, de arcos y flechas para jugar, de hojas de gamones haciendo una alfombra verde para el Día del Corpus, de alimento para los cerdos en otros tiempos de menos bonanza, de trenzado para cestos, de columpios en muchas de las calles, de la candela de la calle Rojas y de la calle Matadero, de canciones de columpios con esa retahíla a veces picaresca y de muchos buenos recuerdos.
Los gamones, granados
Fotografía de Leandro Cabello
Pero por muchas historias que se cuenten, las cosas hay que vivirlas, y Melissa necesitaba ir a ver los gamones en el campo, a fotografiarlos, a ver qué se hacía y cómo se planteaba el Día de los Gamones.
Y para dar un paseo por el campo, nada mejor que ir con los que realmente disfrutan de las excursiones y viven la fiesta desde el principio. Leandro, Ramón, Juana, Nieves y Aitana (una madrileña, también fotógrafa) se ofrecieron a ir con Melisa y Luis al puerto de la Caeta, uno de los mejores gamonales de la zona.
El Puerto de la Caeta con el Salto del Cabrero detrás
La verdad es que, aunque solo se vaya a fotografiar gamones, salir a cualquier rincón de nuestro paraiso natural es un verdadero lujo. El panorama que se divisa es magnífico en cualquier caso.
Ramón explicaba cómo limpiar un gamón para hacer el "hace",
aunque para esta tarea cada maestrillo tiene su librillo
Durante el paseo ha habido tiempo para hablar de gamones en todos los sentidos
Mientras explicaban a Melisa todos los pormenores de nuestros gamones y qué sienten los ubriqueños cuando se les habla de esta fiesta ancestral, tuvieron la genial idea de mostrar a Melissa uno de los más grandes tesoros de nuestra zona: un nacimiento. Y claro, el Hondón estaba muy cerquita.
Había agua por todos lados, con las últimas lluvias el nacimiento del Hondón está a rebosar, agua fresca y cristalina que corre cantarina hacia los ríos de la zona.
Y el nacimiento borbotea de auténtico lujo
Acompañando a Melissa pudieron subir hasta lo más alto del nacimiento
Y el agua es muy buena excusa para tomar buenas fotos que es, en definitiva,
la especialidad de Melissa, y, por supuesto, de Leandro
Gamones y agua, dos de los tesoros primaverales
de nuestro entorno
Nuestra americana fotógrafa disfrutó del paseo, al igual que los ubriqueños y ubriqueñas disfrutan cuando van al campo a buscar gamones.
Todo el grupo gamonero después del paseo
Es un lujo poder explicar una de nuestras fiestas más características a una persona tan interesada y tan atenta.
Además tenemos una petición para todos: ¿Tenemos fotografías curiosas, historias diferentes, anécdotas interesantes o divertidas que contar a Melissa? Ella está interesada en todo aquello que podamos contarle, así que si alguien puede echarnos una manita, seguro que ella sabrá aprovechar toda la información haciendo un magnífico proyecto de fin de Máster.
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