domingo, 18 de diciembre de 2016

18 de diciembre: Nuestra Señora de la Esperanza

Con Esperanza Izquierdo  
Años noventa   

 

Por Esperanza Cabello

Hoy es un día muy especial para nuestra familia. A lo largo de los últimos diez años hemos utilizado este blog para desear feliz santo a nuestra madre. Porque hoy es el día de Nuestra Señora de la Esperanza.
Hemos contado muchas veces que, siguiendo la antigua tradición para nombrar a los recién nacidos, nuestra madre, segunda hija de Leandro Izquierdo y Natalia Fernández, debería haberse llamado Pepa, como su abuela materna. Pero su abuela tenía una "deuda" pendiente con este nombre, ya que había prometido a esta Virgen en la parroquia que, si se casaba con Eduardo Fernández, le pondría su nombre a la primera niñita que tuviera, pero no pudo ser, pues la madre de Eduardo se llamaba Natalia y ella insistió en que se le pusiera a la niña su nombre, Natalia. Después nuestra abuela Pepa no tuvo más hijas, así que la promesa se quedó sin cumplir.
Por eso, al nacer su primera nieta, Pepa Muñoz, nuestra bisabuela, insistió en que se llamara Esperanza, y nuestra abuela estuvo muy conforme.
Hace años se celebraba mucho la fiesta de los santos, y en nuestra casa siempre ha sido un día especial, nuestro padre era muy detallista y siempre organizaba algo especial para el dieciocho de diciembre.
Después la primera hija de Esperanza también se llamó Esperanza, y hace diecisiete años nació la octava nieta, que también se llama Esperanza en honor a su abuela.
En estos últimos diecisiete años hemos celebrado nuestro santo las tres juntas, y este es el primero en el que "Esperanza la Grande" no está con nosotros.
Pero haremos lo que ella nos enseñó, nos reuniremos a comer en familia, y lo celebraremos juntos, con su recuerdo siempre presente y su cariño a nuestro lado.
Muchas felicidades, mamá, te echamos mucho de menos.


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1 comentario:

José María Cabello Janeiro dijo...

Tienes, Esperanza, un nombre que hunde sus raíces en la " Caja de Pandora" de la mitogia griega, que la religión católica la ha hecho trascendente convirtiéndola en una de las virtudes teologales. Y corresponde su nombre a una advocación mariana tan popular que es capaz de hacer llegar hasta lo más riguroso del invierno el rumor de su devoción y hasta el aroma primaveral de su desfile semanasantero.Entraña en su contenido un continuo luchar por alcanzar nuevos y cada vez mas difíciles objetivos, en lo que tu vida es ejemplo.
Felicidades por ostentar un nombre tan hermoso y hacer honor al nombre que te impusieron, cuya festividad celebramos. Y como símbolo de ese crecimiento entre dificultades, tomo la palabra al poeta, describiendo la fortaleza de una encina, el árbol tótem de nuestra sierra:
La encina en su temblor de piedra por la tarde
alto, violento, alarde de mensajera flor
Mas su arisco color pregona, deletrea
elocuente librea
su escultórico estío, su contenido brío
que, ahondandose, se crea"
( Pedro Pérez Clotet)