miércoles, 10 de julio de 2019

Ubrique: Estampas en la retina

Cartel de la exposición
Elaborado a partir de una de las fotografías de nuestro archivo




Por Esperanza Cabello


Uno de los mejores planes sin duda para este veranos caluroso que se nos ha venido encima es visitar, con tranquilidad e ilusión, la exposición que la Escuela de Artesanos de la Piel de Ubrique ha preparado en la nueva sala de exposiciones municipal, en el antiguo mercado de la avenida.
Sabíamos que el "Manual del Petaquero" iba a ser una joya para nuestra historia y nuestra cultura, sobre todo porque se trata de un trabajo cuidado y muy bien asesorado, producto del buen hacer y la sabiduría de varios ubriqueños bien documentados.



 




Pero esta exposición era una pequeña incógnita. No sabíamos si sería una exposición como aquellas que dieron paso al la actual exposición permanente que ha dado lugar al Museo de la Piel, o una muestra antológica del trabajo de los alumnos de la Escuela de Artesanos o algo de historia, teniendo en cuenta el perfil del responsable de la misma, Juan Enrique Gutiérrez.
Pues no, nos ha sorprendido muy agradablemente ver que existe un hilo narrativo sobre toda la exposición, la supuesta visita (no sabemos ciertamente si se conserva este trabajo) de un grupo de periodistas a nuestro pueblo en 1968.







"Un grupo de periodistas madrileños (para el suplemento  "Los domingos de ABC") visita Ubrique un día de primavera de 1968 para conocer la marroquinería que lo ha hecho famoso. Pasean por las calles del casco antiguo, hablan con vecinos, visitan empresas y conviven una jornada con los petaqueros para conocer su día a día. He aquí lo que encontraron."






Y a partir de aquí todo es un homenaje al Ubrique petaquero que los mayores conocimos. Las costureras con sus bojes a la puerta de sus casas; los bolsos de cachitos, el lavado y secado de lagartos y cocodrilos, el desayuno, el jarrillo de lata, la liara, el búcaro, los mandiles y delantales, la escuela de Artes y Oficios (nos encanta la alusión a nuestro padre), los aprendices y las pelotas de papel con las que jugamos tantas veces. Los viajantes, los días de trabajo, el pisto, los "mediosdías" , el Día de los Paseos, las fondas, el almidón, los cortes de la luz, los "petromanes" (que fueron todos a para a la Cueva de la Pileta- en este enlace-) las entradas y salidas de las fábricas con la sirena del Santamaría...

Todo un lujo de exposición, llena de detalles, primorosamente montada y capaz de llegar a los recuerdos y los sentimientos de quienes la visiten.

Solo nos queda recomendar encarecidamente su visita, hasta el 27 de julio, y dar nuestra más sincera enhorabuena a todos los responsables, especialmente a Juan Enrique, por el cuidado de cada uno de los momentos, por la claridad de las explicaciones, por la delicadeza del montaje y por el magnífico resultado del conjunto.

Un tesoro para todos los ubriqueños.



















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