Constituciones aprobadas de la Hermandad del Santísimo Sacramento
Por Esperanza Cabello
Llevamos muchos días estudiando el libro de actas de la hermandad ubriqueña del Santísimo Sacramento y la Purísima Concepción (en este enlace) y, al tiempo que avanzamos descubrimos nuevos detalles.
Es un libro en pergamino con cuadernillos cosidos a mano, uno de los manuscritos más antiguos que se conservan de la historia de Ubrique, y en él hay varios cuadernillos mezclados, algunas hojas arrancadas (coincidiendo con la Invasión Francesa) y muchos nombres ubriqueños.
Entre las páginas más antiguas (aquellas ilegibles), hay un cuadernillo con las constituciones de la hermandad aprobadas. Debía de ser muy complicado, casi como ahora, o quizás aún peor, formalizar cualquier asociación, pues todos los puntos estarían mirados con lupa.
Pero nosotros nos hemos prendado de un acta de 1813, escrita después de algunos huecos y una lista de inventario que cogía varias páginas, de finales del siglo XVIII, que es verdaderamente un testimonio histórico.
Ya estas actas se pueden leer con comodidad, están menos estropeadas y, aunque seguimos recibiendo la ayuda de nuestro taller de paleografía, es un lujo poder leerlas de corrido y saber qué decidían nuestros ancestros, justo ciento diecinueve años antes de que naciera nuestra madre (el 28 de abril de 1932) o justo doscientos ocho años antes de que naciera nuestra nieta Luna (el 28 de abril de 2021). Esa coincidencia de día, tan familiar, es un bonito extra para nosotros💜
El acta de este cabildo de renovación es la siguiente:
Cabildo del 18 de abril de 1813.
En la villa de Ubrique en 18 días del mes de abril del año de 1813, estando congregados en la sacristía de la iglesia parroquial de esta villa, el señor don Mateo de la Calle, cura único de ella, Alonso Cobeñas, los hermanos mayores de la Cofradía del Santísimo Sacramento y la Purísima Concepción de Nuestra Señora sita en esta parroquial, se acordó lo siguiente:
La persecución de tres años continuos que ha padecido esta villa por los enemigos de la religión, los franceses, en los que este vecindario se vio precisado a huir, abandonado sus casas, dejándolas expuestas al saqueo e incendio que casi todas padecieron.
En estos años, pues, cesaron los cultos solemnes de todas las corporaciones y hermandades de esta villa, de consiguiente, hallándose esta del Santísimo Sacramento y la Purísima Concepción dispersa, dicho señor cura, mayordomo y hermano mayor acordaron reunirla, nombrando Mayordomo, Alcalde, Diputados oficiales y Secretario para que estos cumplan y hagan practicar la constitución de la cofradía; hagan inventario de las alhajas de plata y ornamentos de seda que el cuidado del referido Alonso Cobeñas libró del saqueo de los enemigos y son propias de la cofradía; se forme nuevo libro de matrícula, y desde ahora adelante, reciban los réditos y bienes de ella, dando cuenta de su distribución.
Y fueron nombrados, don Alonso Cobeñas reelecto mayordomo, Diego Pérez y Juan Cobeñas, Alcaldes; Cristóbal Rojas y Juan Domínguez Vegazo, Francisco García y Josef Cobeñas, diputados oficiales y Antonio Domínguez Menacho, secretario, los cuales aceptan y aceptaron y prometieron cumplir los encargos a mayor gloria de Dios y de su Santísima Madre.
Concluido, firmaron:
Mateo de la Calle, cura ecónomo,Alonso Cobeñas, Juan Domínguez Diego Pérez Maza,Cristóbal, Cristóbal Rojas, Antonio Domínguez, secretario.
Desde que hemos comenzado el estudio de este libro de actas, hemos contado con la ayuda y el entusiasmo de Carlos Pizano, el teniente hermano mayor de la hermandad de Nuestra Señora de los Remedios, y de Juan Manuel Carrasco, de la priostía de la misma hermandad, que conocen tanto la historia de la religiosidad como los asuntos de las hermandades, y del mismo modo que nos ayudan con las palabras y objetos, nos ilustran con sus explicaciones.
Dice Carlos Pizano:
Buenos días, un dato muy interesante y que no se puede obviar es que en Ubrique ya se le daba culto a la Santísima Virgen María en el misterio de su Purísima e Inmaculada Concepción en el año 1711, mucho antes de que el Dogma de la Inmaculada Concepción fuese definido por el Papa Pío IX en el año 1854 y también antes de que el Papa Clemente XIII, por petición del Rey Carlos III, nombrase en el año 1760 a la Inmaculada Concepción como Patrona de España.
Este hecho da a entender de que en Ubrique ya existía en el siglo XVIII, y puede que con anterioridad, el culto a Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, una creencia y tradición Inmaculista de la que Andalucía y España fueron unas de sus principales defensoras para la consecución del Dogma, de ahí que en Roma el Monumento a la Inmaculada se encuentre en la Plaza de España y de que la Iglesia de España tenga el privilegio de utilizar ornamentos de color azul o celeste (casulla, dalmática, paño de ambón, velo del cáliz y bolsa de corporales) en las Misas que se celebran en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.
Por lo tanto, Ubrique también fue un municipio de tradición, fervor y devoción Inmaculista.
Inmaculada de Luca Giordano en la sacristía de la parroquia
Fotografía de Juan Manuel Carrasco
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