Escafiladuras: trozos planos de ladrillo que sirven para rellenar huecos y así ahorrar un poco de mezcla
Por Esperanza Cabello
Nos encantan las palabras antiguas y con solera, las palabras autóctonas y específicas, el vocabulario especial de los gremios y el léxico genuinamente ubriqueño.
Y no es más culto el que más títulos tiene, sino quien sabe utilizar la palabra precisa en el momento adecuado, y quien recuerda el habla de sus mayores, la utiliza y la preserva.
Por muy filóloga que seamos, ayer nos quedamos boquiabiertos al oír una conversación entre dos hombres que estaban haciendo una pequeña obra para el suministro de luz.
¿Me buscas una chirlatilla para tapar esto?
¡Una chirlatilla! El hombre rebuscó en el montoncito de escombros y cogió una piedrecita pequeña, del tamaño justo para tapar un agujero que había entre la capa de cemento.
En la imagen hay muchas chirlatas, solo es necesario que sea del tamaño necesario para completar el vano existente.
Así que nos fuimos a la RAE, buscando "chirlata", y, efectivamente, existe, pero como término marítimo, no como específico de obras.
Así que nuestros albañiles, a lo largo de los años, han seguido utilizando una palabra específica y muy curiosa que se refiere exactamente a lo que necesitan. Un trozo de piedra o ladrillo del tamaño adecuado para rellenar un hueco.
Un poco más tarde, ya terminando el trabajo, estaban enluciendo, pero el hueco que debían enlucir era bastante ancho, así que, como habían partido bastantes ladrillos para poder colocar la caja de la luz, uno de los hombres dijo: "Pondremos unas cuantas escafiladuras."
¿Escafiladuras? Otra vez a intentar averiguar qué podría ser eso. Y nos explicaron que escafiladuras eran cada uno de los trozos planos de ladrillo que se habían ido picando para hacer el trabajo.
Escafiladuras
Y otra vez nos hemos ido a la RAE, buscando esa palabra tan inaudita y estando seguros, al mismo tiempo, que no se la estaban inventando.
Ahí estaba el verbo escafilar, un verbo utilizado tanto en la escultura como en la construcción, pues esculpir podría ser un sinónimo. Escafilar es cincelar un muro o una construcción para que quede con la forma deseada.
Y la escafiladura, imaginamos que por etimología popular (de rallar, ralladura; de pelar, peladura...) son los restos de ladrillos que previamente se habían cincelado, y que se utilizan para rellenar un hueco en el que se pone mezcla.
Así que hoy hemos aprendido dos palabras preciosas; palabras que, por su singularidad su antigüedad y su precisión, nos han llamado mucho la atención. Y si nada lo impide dentro de unos años estarán, como tantas otras, en el cesto de las palabras olvidadas.
¡Lástima!
Gracias, Eduardo, por tu tarea de traductor de palabras increíbles.💜
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