miércoles, 23 de septiembre de 2009

Isabel Álvarez Janeiro

Las hermanas Janeiro Rubiales en 1922


Hablar con nuestra tía Isabelita es siempre una suerte, un privilegio y algo fantástico. Nacida en 1919, es la mayor de todos los nietos de Manuel Janeiro Córdoba, y goza de una extraordinaria salud, una prodigiosa memoria y una vitalidad que nos agotaría si compitiéramos con ella.
Todas las tardes se viene a La Plaza, a pasear un ratito y a sentarse con sus amigas, después de haber arreglado su casa, haber hecho obras de arte con el croché o el punto y haber visitado a quien lo necesita. Hoy hemos tenido la suerte de sentarnos un poquito con ella y nos ha contado un montón de historias de hace muchos años. Intentaremos acordarnos de todo en los próximos días, hoy nos quedamos con una historia muy curiosa:


" Era el año 24, y el alcalde, don Claudio Reguera, había convocado un concurso para adornar las farolas de La Plaza para el Carnaval.
Ahora hay muy pocas farolas en La Plaza, entonces había por lo menos quince, y muchos vecinos se habían apuntado para el concurso, porque el premio era extraordinario: Una guitarra con las cuerdas de oro y las iniciales grabadas en oro también.
Mi madre, Isabel Janeiro Rubiales, se había apuntado a ese concurso, estaba embarazada de mi hermana Lola, pero tenía ganas de concursar, porque contaba con una idea muy original . Como era una artista, de las que son capaces de terminar una tarea con primor y con esmero en dos días, adornó la farola como si fuera un toro, haciendo con ella una cabeza de toro, con sus banderillas, con su divisa, y, detrás, uan botella de vino y unas copas.
Ganó el primer premio, vinieron los del ABC a hacerle una entrevista, y salió una foto de mi madre preciosa en el periódico, también había una foto de la farola.
Y le dieron el premio, su guitarra con las cuerdas de oro. Ella estaba contentísima. Pero, lo que son las cosas, la guitarra duró muy poco. Como era carnaval, mi tío Pedro cogió la guitarra para irse a cantar con los amigos, se tomaron sus copitas y rompieron la guitarra...
El año siguiente nació mi hermana Lola, y volvieron los del ABC y le hicieron de nuevo fotografías y volvieron a sacar a mi madre en el periódico, como la artista de Ubrique que ya había tenido a su niña."

Cuenta nuestra tía que las fotos del toro y de su madre las tenía ella, pero se las pidió alguien del Ayuntamiento y ya nunca más las vio. También conservaba los recortes del periódico, pero se los dejó a su hermana Lola y no sabe dónde están. Afortunadamente, seguimos contando con su buena memoria y el cariño que pone en sus relatos, así no perderemos las historias de nuestra familia.

Ubrique, 23 de septiembre de 2009



1 comentario:

Candela dijo...

Vaya con el hermano! Cargarse la guitarra asi... Que pena que haya recuerdos que se pierden en el tiempo.