Por Leandro Cabello
La Sra. Camino Pernales se ha puesto en contacto con este blog para en lo posible demos publicidad a una nueva asociación que ha sido creada entre Ubrique y Benaocaz.
Se trata de la "Asociación Club de Amigos de la Cabeza el Toro".
Viendo la degradación que sufre la calzada romana Ubrique-Benaocaz justamente enfrente de la Cabeza del Toro que, como todos sabemos, es la frontera tradicional entre estos dos pueblos, nos comenta Pernales que han decidido poner fin a esta situación.
La se ñora Camino nos comenta que ante la certeza de que tirar una piedra a la cabeza del toro cuando se pasa por la zona trae buena suerte se ha ido produciendo un deterioro palpable de la calzada romana y allí sólo quedan pequeños guijarros, porque en la creencia de la gente está que mientras más grande sea la piedra, pues más suerte.
Nosotros hemos podido comprobar "in situ" este problema y aportamos unas fotos.
Camino Pernales nos ha comentado que aunque el motivo del nacimiento de la asociación sea un tema tradicional han creado una página web, que es un vehículo moderno de comunicación, denominada:
"Cuandotengasquetirarunapiedraparaquetedesuertealacabezadeltorocojeladelosalrededoresynodelacalzadaromana.com
Le hemos puesto un nombre fácil de recordar, nos comenta Camino.
Para terminar diremos que el dia de la inauguración de la sede social sita en el Km 1,5 de la susodicha calzada se leyeron unos poemas del polifacético y bien conocido por este blog Cayo el ocurritano.
Con un, sin palabras, ante la hermosura del poema se despide de nosotros la Sra. Pernales.
Piedras desgajadas del camino
Que antaño a dos villas hermanaba
Y pisaron contundentes
Las sandalias de piel ocurritana
Donde se hallan esas piedras
Do han ido ellas misteriosas
¿Se las llevó de la Sierra aquel rey moro?
¡No¡
Se las tiraron con destreza
a ese toro ,a la cabeza
No sabemos si el tirador fue colmado en dicha
Y la suerte para siempre le acompaña
Pero si vuelves a repetirlo, quillo
Cógelas de otro sitio, picha
Y llegara el día no lejano
En que una gran turba de romanos
Vuelva a depositar aquel majano
En su sitio, con la sola ayuda de las manos
(Cayo el ocurritano)
Que antaño a dos villas hermanaba
Y pisaron contundentes
Las sandalias de piel ocurritana
Donde se hallan esas piedras
Do han ido ellas misteriosas
¿Se las llevó de la Sierra aquel rey moro?
¡No¡
Se las tiraron con destreza
a ese toro ,a la cabeza
No sabemos si el tirador fue colmado en dicha
Y la suerte para siempre le acompaña
Pero si vuelves a repetirlo, quillo
Cógelas de otro sitio, picha
Y llegara el día no lejano
En que una gran turba de romanos
Vuelva a depositar aquel majano
En su sitio, con la sola ayuda de las manos
(Cayo el ocurritano)
En la sección de cultura de un conocido periódico podemos leer la siguiente crítica:
En este poema, Cayo, no cayó en el recurso fácil del verso alejandrino, que sería lo fácil, sino que fue valiente y audaz recurriendo a la rima libre sin temer a esa libertad.
Conforme desgrana los versos, Cayo, va cayendo en una orgía rimadora que finaliza de modo magistral con su nombre. Es fácil que pasen dos mil años sin que los oídos de la sierra vuelvan a oír tan acertados versos.
Fdo. Cayo el ocurritano
Nota de Leandro. El problema puntual frente a la cabeza del toro se puede arreglar fácilmente, conforme se entra en Ubrique toma la cosa un cariz más grave ya que la calzada se encuentra en unas pésimas condiciones.
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