72 horas: una puerta se abre a la esperanza

María Remedios Izquierdo
Feria de Ubrique, 1947

Por Esperanza Cabello

Ya han pasado 72 horas; el plazo que los médicos dieron para empezar a pensar en una mejoría, y por eso estamos aquí, escribiendo esta entrada de agradecimiento.

El pasado viernes uno de los tres pilares de la familia, nuestra tía Reme, María Remedios Izquierdo, tuvo la terrible suerte de padecer un grave derrame cerebral.

Durante estos tres días todos hemos estado a su lado, esperando que pasara el plazo de esas 72 horas para empezar a pensar que está mejor, que no se le repetirá, que es perfectamente consciente, que ha mejorado visiblemente, que tiene sus funciones motoras en buen estado y que es lúcida como siempre.

No hay palabras para describir las emociones de estos días, cómo todos hemos estado confiando en que ella es joven y fuerte y que podría con ésto; cómo la familia se ha arremolinado en torno a ella y la hemos tenido entre algodones para que ni el viento la tocara; cómo los mayores y los más jóvenes han sacado fuerzas de flaqueza y han estado allí, al pie del cañón.

Se ha abierto una puerta a la esperanza pero aún queda un camino duro y complicado. De todas formas esperamos firmemente una perfecta recuperación y confiamos, por supuesto, en que ella podrá con todo.

Ella es una mujer fuerte y comprometida, y estamos seguros de que, con la ayuda de todos, éstos días se convertirán en un antiguo mal sueño.

Queremos agradecer todas las muestras de cariño que hemos recibido en estos días y la preocupación de todos los amigos. Realmente ella es una persona especial, y vemos normal que tanta gente esté a su lado. Gracias.

María Remedios Izquierdo El jardín. Feria de Ubrique 1952

Nota: el viernes y el sábado quince o veinte "romanos" nos fuimos al hospital con ella, que también iba a participar en la"1ª Bajada" y que por supuesto, había preparado su túnica verde y su capa dorada. Así que como ni la familia ni muchos amigos habíamos participado, ayer nos dijo que un domingo de éstos habrá que hacer una "Bajada romana familiar", con los que fuimos al hospital y los amigos que se habían quedado sin subir esperando que su salud mejorase.

Por eso, si algún día veis a un montoncito de romanos y romanas bajando la calzada, seguro que somos nosotros.Todos estamos deseando que llegue ese día, significará que ella está del todo bien.

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