martes, 8 de octubre de 2024

El convento de Ubrique, la imagen de San Francisco

 

Imagen de San Francisco en el convento de capuchinos de Ubrique


Por Esperanza Cabello

 

El próximo viernes, once de octubre, nos han invitado a dar una charla en el marco del setenta aniversario del nombramiento de Nuestra Señora de los Remedios como alcaldesa perpetua de Ubrique, fue en 1954, siendo alcalde don Carmelo Gago.

Para preparar esta charla hemos estado esta mañana en el convento, para hablar con Juan Carlos López y conseguir más información sobre la imagen de Nuestra Patrona. Juan Carlos es una de las personas que mejor conoce todo el entorno, y nos ha contado algunas historias del propio convento y de las imágenes. Gracias, Juan Carlos.

Al hablarnos de las imágenes antiguas, nos ha recordado que, además de la de la Patrona, pudo recuperarse en parte la imagen de San Francisco.

Entonces recordamos una conversación que hace unos meses mantuvimos con nuestra amiga Ana María León a propósito de esta imagen.

Nos contó que Prudencia Romero Clavijo (que, siendo su tía abuela, hermana de su madre, para ella era casi su abuela) fue una de las ubriqueñas que emprendió la restauración de la imagen de San Francisco, cuyos restos fueron salvados de la quema del 17 y 18 de abril de 1936, cuando un grupo de asaltantes destruyó e incendió el convento.

San Francisco fue también quemado, aunque pudieron recuperarse las manos y la cabeza.

Prudencia Romero (que murió con 82 años), se encargó y costeó la reconstrucción de la imagen y del retablo. La ropa de San Francisco, de terciopelo, que también se conserva, la había protegido y guardado Ana Romero, y, según nos ha contado Carlos Pizano (cuyo conocimiento de la iconografía ubriqueña es impresionante), se trata de una ropa de un gran valor por su confección, sus bordados y el material con el que se hizo.

Prudencia Romero se trasladó a vivir a Sevilla, y Ana María León nos ha contado que todos los años se venía a vivir a Ubrique desde mediados de septiembre hasta pasado el día de San Francisco, el cuatro de octubre, pues para celebrarlo organizaban un triduo y una procesión.

Durante algunos años, la imagen de San Francisco salía en la procesión del ocho de septiembre, detrás de la Virgen, y se procesionaban ambas imágenes.

 Ana María nos cuenta que nuestros tíos participaban activamente en estos actos y en la procesión, que llegaba hasta la iglesia parroquial.

Hasta que, pasados los años, ya fallecida Prudencia y sin haberse constituido una hermandad, fue decreciendo la participación en estos cultos hasta terminar desapareciendo.

Muchísimas gracias a Ana María, a Juan Carlos y a Carlos por su amabilidad y toda la información que nos han proporcionado.


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