miércoles, 4 de diciembre de 2024

¡Que vienen los franceses! Los enemigos atacan a Villaluenga y Ubrique

 

Archivos estatales. Pares. Ministerio de Cultura y Deportes


Por Esperanza Cabello


Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de preparar una breve historia del convento de capuchinos de Ubrique. Nos llamaban la atención especialmente las épocas de abandono y/o destrucción del convento, para recalcar la inmensa fortaleza del edificio y de los ubriqueños y ubriqueñas que siempre se han destacado por ser capaces de alzar sus cabezas y volver a empezar.

Por eso nos gustó especialmente este pequeño fragmento que encontramos en los archivos estatales (en este enlace) sobre uno de los ataques de los franceses a nuestro pueblo y a Villaluenga durante la Guerra de la Independencia.

 





Se trata de un puñado de folios que tuvimos la ocasión de leer y cuya transcripción fue muy divertida, cada vez le cogemos mejor el tranquillo a estos "papeles" que para nosotros son auténticos tesoros y entre los que de vez en cuando encontramos textos dignos de ser releídos una y otra vez.

Hemos podido leer otras transcripciones pero, a riesgo de equivocarnos, preferimos quedarnos con la nuestra, aunque hay muy poco margen de error, claro.

Esperamos que disfruten con la lectura.


10 de junio de 1810

Ejército de Andalucía

Los enemigos atacan Villaluenga y Ubrique

 

 

El teniente coronel don Gregorio Fernández, comandante del escuadrón de caballería de Ubrique y de las armas de las cuatro Villas con fecha 10 del corriente me comunica el parte que a la letra dice así:

“Con arreglo a noticias anticipadas, había dado mis disposiciones para evitar una sorpresa que intentaba ejecutar el general francés que manda las tropas en Ronda y según un anónimo: y a eso de las 4 de esta mañana, las tuve positivas por mis avanzadas, de que los enemigos, en número de 300 hombres, venían a verificarla en los Pueblos de Villaluenga y Ubrique.

En efecto, con la fuerza de 160 hombres del Provincial de Ronda, al mando de su sargento mayor don Antonio Avilés y 30 paisanos por el patriota don Miguel López, de esta villa, se cubrieron los diferentes puntos por donde debían entrar, y a eso de las 7 se principiaron los fuegos de una y otra parte, que se sostuvieron hasta las 12.

Los enemigos fueron rechazados más de media legua; tuvieron varios muertos, entre ellos un oficial, por el cadete don Diego Dorado, de mi escuadrón, y se cogieron 3 prisioneros, declarando el uno que solo de su compañía habían muerto más de sesenta hombres. A la una y media recibieron refuerzos los enemigos, y se continuó el ataque, que no pudiendo sostenerse por su crecido número, se retiraron los paisanos y el provincial de Ronda se dirigió a las alturas.

En esta disposición se hicieron los enemigos dueños de la villa: Incendiaron las Casas capitulares y un molino y mataron tres paisanos que encontraron en él. Según parte del capitán de mi escuadrón, don Manuel Yurre que dejé en observación, dice que estando en esta operación los enemigos, llegaron los patriotas de Benaoján, mandados por don José Aguilar, y otra partida de Cortes, con cuyo auxilio se volvió a renovar el ataque. Se desalojaron de la villa, fueron echados (recha-za-dos) completamente y envueltos varias veces; pero nuestro corto número de fuerzas no pudo hacerlos prisioneros según se intentó. Últimamente nuestra tropa y paisanos siguió en su alcance y se liberó a la villa de ser incendiada enteramente.

Por si fuesen algunas noticias me anticipo a participar a V.S. lo ocurrido hasta oraciones; y luego que regrese la tropa y paisanos, daré el detalle de todo lo ocurrido en este pueblo y en el de Villaluenga, a cuyo comandante mandé cargase al enemigo por retaguardia. La pérdida de este debe ser de consideración, y la nuestra hasta ahora de unos diez muertos y ocho heridos.

Con anticipación a todo mandé utilizar los potros y caballos endebles a un punto de seguridad, y no tratando de reforzar este punto con algún número de tropas, no se podrá verificar el completo de escuadrones, ni la unión del provincial de Ronda, pues los enemigos inteligenciados de nuestras operaciones, no nos dejarán en sosiego para que se verifique la creación de estos cuerpos.

Los oficiales y tropa se han conducido con el mayor valor, y no puedo menos de recomendar a V.S.  en las acciones que he presenciado, al capitán de mi cuerpo don Manuel Yurre: al sargento mayor don Antonio Avilés, y cadete don Diego Dosal que, unidos a los paisanos (por no ser terreno de caballería) los acompañaron y animaron a la defensa de esta villa: Al patriota don Miguel López de la misma, y a don José Aguilar de Benaoján, que por haber llegado con oportunidad se salvó dicha villa según llevo manifestado, y luego que tenga una noticia individual de los que se hayan señalado particularmente, lo procuraré para su digno premio.

Todo lo que participo a V.S. para su conocimiento.

Dios guarde a V.S. muchos años

 Cuartel general de Casares, 16 de junio de 1810.

José Serrano Valdenebro

 

 

Señor Comandante General del campo de Gibraltar Algeciras.

Fecha al margen: Arcos, 10 de junio de 1810

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