domingo, 13 de febrero de 2011

El nacimiento del Benalfi

Una preciosa catarata desde el Benalfi
Foto: Luis Eduardo Rubio

Por Esperanza Cabello
Fotos: Luis Eduardo Rubio

Seguimos con nuestra tarea de buscar fuentes en la sierra, y hoy queremos hacer una paradita en el Benalfi. Para nosotros es uno de los manantiales más increíbles que hay en Ubrique.
Situado al pie de la sierra del mismo nombre, entre el Arroyo Seco (que viene de Benaocaz) y el comienzo de la Calzada Romana que va a Las Cumbres, el nacimiento del Benalfi da lugar, junto al Arroyo Seco y al nacimiento de la Cornicabra, al Río Ubrique (ese que al unirse con el Río El Bosque dará lugar al Majaceite).
Los datos de este nacimiento, al igual que  los del nacimiento de la Cornicabra, nos los ha facilitado nuestro hermano Manuel Cabello, uno de los encargados de mantenerlo en perfectas condiciones para el uso del pueblo.



El templete del Benalfi



El agua del Benalfi es limpia y pura, la de mayor calidad de todos los nacimientos del pueblo. Cuando las aguas del nacimiento de la Cornicabra vienen "tomadas" (turbias), es el Benalfi el encargado de suministrar agua a toda la población.




 El agua de Ubrique: una riqueza natural


De este nacimiento se toma el ochenta por ciento de los cinco millones de litros diarios que necesitamos los ubriqueños cada día cuando llueve mucho y el agua de la Cornicabra viene algo turbia.
En 1937 se hizo una gran obra para llevar el agua a Ubrique, y en esas obras de ingeniería se incluye el ovoide que está justo enfrente del Rodezno. Este dispositivo es el que distribuye las aguas del Cornicabra o del Benalfi, según sea necesario.
Pero el Benalfi tiene una desventaja con respecto al otro nacimiento: no dura todo el verano. Dependiendo de las lluvias del año el Benalfí se seca en julio, agosto o septiembre.



El Templete del Benalfi
Obra de 1937
Foto: Manuel Cabello



Pero cuando llueve hay tanta agua como en el nacimiento de la Cornicabra, y nunca se enturbia.
El nacimiento está justo dentro de un templete de piedra y mampostería construido en 1937, hasta entonces el nacimiento estuvo al aire libre, y se habían construido una fuente y un lavadero (hoy desaparecido).

Antiguo lavadero del Benalfi 
Destruido en 1937

Ese templete de piedra y sus alrededores eran lugar habitual de paseos y visitas.
Desde el nacimiento el agua se encauza en dos direcciones diferentes: una parte va hacia la Fuente de los Nueve Caños, otro de los símbolos de nuestro pueblo, y otra hacia el ovoide de Herrera Oria, para distribuirla en la red de abastecimiento si es necesario.




 Los Nueve Caños
Foto: Leandro Cabello

La Fuente de los Nueve Caños se ha convertido en uno de los símbolos de nuestro pueblo. Es muy raro el ubriqueño que no tiene una fotografía en esta fuente, y cada vez que alguien pasa por los alrededores baja a beber, porque la fuente se quedó por debajo del nivel de la carretera después de las obras de 1937, en estas obras se subió el nivel para poder albergar todas las obras de ingeniería (depósitos, ovoide, motores) necesarias para la distribución del agua potable en el pueblo.




El agua del Benalfí va al Río Ubrique



Recientemente han terminado los trabajos de un pequeño paseo junto al río Ubrique, y nos hemos encontrado con una caída de agua espectacular. Siempre la habíamos visto desde arriba, desde la carretera, pero, vista desde abajo, podemos contemplar el agua cayendo con toda su belleza.



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