jueves, 5 de mayo de 2011

El mes de las cruces

La cruz del Toledo
Mitad del siglo XIX

Ha empezado el mes de mayo, un mes agridulce porque nos recuerda especialmente a aquellos que se fueron, aunque también es un mes de bienvenidas y renovación. Por eso hoy queremos dedicar un cariñoso recuerdo a los que ya no están con nosotros. 
No están pero  nos siguen acompañando en nuestros pensamientos y seguirán siempre cerca de nosotros, porque vivimos toda una vida a su lado, de ellos aprendimos a ser como somos, y nos sentimos felices de haber tenido la suerte compartir tantos momentos con ellos.

Y parece que el mes va de cruces. Se trata, desde luego, de una tradición de nuestro país, y en mayo se celebran muchas fiestas relacionadas con las cruces. Aunque lo nuestro no sean precisamente este tipo de símbolos, en muchos de los rincones de nuestras calles podemos encontrarlos a lo largo de los siglos. 
Nuestro hermano Leandro nos trajo ayer un escrito que le había entregado Ramón Trujillo Zurita, dedicado a las cruces de Ubrique, para que lo pusiéramos en el blog. 
Las imágenes son del libro del Padre Sebastián de Ubrique, se trata de cinco fotos de mediados del siglo XIX publicadas en "Historia de la Villa de Ubrique" en 1945.
 


 Cruz de la calle San Sebastián
Mediados del siglo XIX


UBRIQUE Y SUS CRUCES
POR RAMÓN TRUJILLO ZURITA


"La cruz en Ubrique tiene mucha importancia en cuanto a tradición, promesas y fiestas, como la fiesta del tres de mayo, el día de la cruz y los gamones.
En las sierras  que rodean el pueblo de Ubrique se encontraban tres cruces, como decía la letra flamenca:

Ubrique tiene tres cruces
Encima de sus montañas
Tres manantiales grandiosos
Que brotan de sus montañas

 

Cruz de la calle Fuentezuela
Mediados del siglo XIX

La historia nos remonta a muchos años atrás, en que una noche de tormenta y terremoto subió hasta los tres picos más altos del pueblo el padre Buenaventura de Ubrique y  colocó tres cruces de madera: la del Benafín, El Tajo y La Viñuela, y “ante dichas cruces pidió a Dios que calmara su ira, bendiciendo las montañas”. Desde entonces jamás cayó una piedra sobre el pueblo por causas naturales.
Con el paso del tiempo solo se ha mantenido la del Tajo, todo un símbolo del pueblo. Se han vuelto a colocar varias veces las otras dos pero el paso del tiempo las ha ido deteriorando y no se han vuelto a restaurar o colocar. 




Cruz de la Plaza Colón
Mediados del siglo XIX

En las calles de Ubrique y en fachadas de calles y plazas se encontraban varios vía crucis de forja y pedestales de piedra creados por el Padre Buenaventura de Ubrique y nuestro paisano el Beato Diego José de Cádiz. Una gran mayoría se conservan, pero otras cruces, con motivo de obras y rehabilitación de las casas y fachadas, se han ido perdiendo por descuido de sus propietarios.


 La cruz de la Trinidad
Mediados del siglo XIX

En la plaza de Colón o Pilita Abajo, en la fachada del Banco Banesto, se encontraba una cruz de forja que en la restauración del edificio no se volvió a colocar. 
En la calle San Sebastián, a la altura de la calle Hospital, se encontraba una cruz de forja. En las obras de dicha casa (en julio de 2006) se quitó y terminadas las obras no se ha vuelto a colocar.

Con este escrito quiero recordar y reivindicar a las autoridades de nuestro pueblo, a la Iglesia y Hermandades, para que entre todos los ubriqueños volvamos a recuperar pequeños recuerdos de nuestras tradiciones culturales y religiosas de nuestros antepasados."
 




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