Redacción escolar sobre Ubrique
Revista Blanco y Negro 1931
Por Esperanza Cabello
Escribiendo en femenino singular
He estado varios días trabajando sobre Luis Romero Romero, un pequeño ubriqueño que en 1931 escribió una redacción escolar publicada más tarde en la revista Blanco y Negro.
La redacción, muy ilustrativa, es la de un chaval bien formado,orgulloso de su pueblo, contento del lugar en el que vive y del que conoce los secretos.
Y en esa redacción, como en tantos otros lugares, he vuelto a encontrar Ocurris. La verdad es que no me llama la atención en absoluto, porque ese es el nombre que desde hace doscientos años se ha venido utilizando para el yacimiento romano que se encuentra en el Salto de la Mora y ese es el único nombre que conozco.
Normalmente no soy muy amiga de polémicas, y casi siempre voy a mi aire sin más, intentando, en todos los casos, respetar lo que hacen los demás. Pero el tema de Ocurris me tiene un poco cansada. En Ubrique utilizamos Ocurris con sus dos erres desde siempre y eso no tiene más vuelta de hoja. ¿Por qué hay que hacer y decir lo que se le ocurra a algún iluminado?
Aquí tenemos un Hotel Ocurris, una coral Ocurris, una calle Ocurris, un buen montón de empresas Ocurris, incluso Ocurris es una palabra válida de Scrable
Y es que realmente Ocurris ha sido, desde su
descubrimiento en 1795 por Juan Vegazo, un motivo de orgullo para los
ubriqueños, ya que la "fortaleza romana" como dice Luis Romero Romero, ha marcado
nuestra historia.
Por supuesto que Luis, como todos los ubriqueños
hasta hace unos pocos años, llama Ocurris con sus dos erres al
yacimiento. Ese es el nombre que ha imperado desde que en 1869 Hübner lo
transcribiera con dos erres, seguramente convencido de que era lo
correcto. Y han sido cientos los autores que han utilizado Ocurris con dos erres, desde Hübner hasta Romero de Torres, desde Romero de Torres hasta todos los que han trabajado en el Salto de la Mora (sin excepción), que han utilizado, incluso escrito en alguna ocasión este topónimo.
Y eso es lo que no termino de entender. Desde la
primera transcripción de Masdeu en 1800 se ha escrito el genitivo
ocuritanorum con una sola erre al escribir el texto latino, pero la
mayoría de los autores se ha decantado por utilizar el topónimo Ocurris, independientemente de ese genitivo, ya que no es fijo que el topónimo surja sin más al quitar la desinencia de genitivo.
Nadie, absolutamente nadie, puede afirmar con seguridad, con los documentos de los que disponemos actualmente, cuál era el nombre de nuestra ciudad romana. Por eso no entendemos esa imposición, esa especie de régimen dictactorial lingüístico. ¿Por qué hay que decir Ocuri (sic) y no Ocur u Ocurit o cualquier otra cosa?
Si a los autores les viene bien centrarse en un solo nombre no hay problema, que cada uno se centre en el que quiera, o que hagan como nuestro especialista más brillante, Alejandro Pérez, que utiliza sin problemas las dos versiones:
Alejandro Pérez Ordóñez
"Sierra de Cádiz Andalusí"
El repentino intento de cambio de nombre, utilizando todos los medios posibles, imponiendose de manera dictatorial, avasallando, podría haber ido tomando cuerpo si hubiera sido paulatino y por las buenas, porque la lengua no se impone, el pueblo es soberano y sabio, y si ha decidido llamar a las cosas por su nombre, las seguirá llamando.
Y en lo que a mi respecta, cuantos más anónimos reciba, cuantos más comentarios fuera de tono pueda leer, más fuerza encontraré para decir fuerte y claro que solo hay que dejar que la historia siga su curso, y nos pondrá a cada uno de nosotros en nuestro lugar.
A mí, que me deje tranquila en Ocurris, con sus dos erres, por favor.
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