lunes, 4 de julio de 2016

A Esperanza Izquierdo, por Bartolomé Pérez Sánchez de Medina

"Me acordaba hace un momento del iris de sus ojos..."
Fotografía de Leandro Cabello



Por Bartolomé Pérez Sánchez de Medina



Ha muerto Esperanza Izquierdo. Me he preguntado si lo que ahora me viene a la mente, como golpes del eco que han quedado en mi memoria, un vendaval de cercanas sensaciones tan amargas como el dolor del penoso pasillo que conduce a esa puerta negra que impone, pero que da acceso a la claridad total....; me pregunto si todo ello es necesario para dignificar el recuerdo de la amiga, de la madre, de la esposa. Yo supongo que sí.
Esperanza, al igual que Manuel, su esposo, fueron para mí como hermanos mayores. Siempre admiré el equilibrio amoroso de este matrimonio. Pero pude gozar de su amistad, dejar que el frescor de su serenidad embadurnara mis sentidos y mi espíritu, y era la forma más eficiente de deleitarme en su dulzura. Cuando hablaba con ella, era tan dulce que me proporcionaba una paz interior como si volviera a la existencia ataviado con otras hechuras, sobre todo anímicas o psicológicas y no tanto físicas casi sublimes, y hasta las realidades captadas por los sentidos eran mejores que antes.
Me acordaba hace un momento del iris de sus ojos. Junto a la ermita de El Calvario pueden o se podían contemplar plantas de Lavanda, y creo que en la Primavera con sus florecillas, penetrante su azul como también su aroma, y así eran y en mi memoria siguen siendo sus ojos, con la transparencia y luminosidad de las aguas del Mediterráneo, irradiando paz interior.
Esperanza ha sido una mujer con muchas inquietudes, de hecho estuvimos embarcados en la misma nave de la UNED. Frecuentaba algunos foros culturales donde siempre dejaría su impronta personal, por su respeto hacia los demás y la forma tan serena y pausada en la exposición de sus ideas .
Total, hemos asistido al entierro de su cuerpo, pero su alma, ella y su recuerdo perviven con nosotros.

Bartolomé Pérez Sánchez de Medina 





2 comentarios:

Ubrique en verde dijo...

Todas las palabras gasté... Pero me queda una... ¡Gracias!

M I A A dijo...

Entrañables palabras de recuerdo... Una mujer admirable. D.E.P.