Extracto del Catastro de Ensenada en la Chancillería de Granada
Página 382 de Ubrique A.N.
Por Esperanza Cabello
Hace un par de años estuvimos trabajando sobre el Castastro de Ensenada en Ubrique. Se trata de una serie de preguntas y respuestas que los enviados reales fueron haciendo en todos y cada uno de los pueblos de la geografía española en un intento serio de censar y fiscalizar las propiedades. El catastro comenzó a realizarse en 1749, con Fernando VI, a propuesta del Marqués de la Ensenada.
Se pretendía hacer un control de las riquezas del pueblo, pero como resutado se obtuvieron valosisísimos datos de población.
Entre las personalidades de Ubrique encontramos al escultor Antonio Asencio de la Cerda, uno de los escultores de la familia de la Cerda, provenientes de Cieza (Murcia), cuyo hermano Pedro se asentó en Málaga donde tenía un taller con su hijo Vicente.
Antonio fue el creador de varias tallas para las iglesias de la zona, especialmente de Ubrique, Benaocaz, Setenil y Ronda. Catalogado está el Cristo de Benaocaz (en este enlace), y la imagen de San Francisco, también de Benaocaz. Se sabe que hizo varias tallas para la iglesia de Nuestra Señora de la O de Ubrique, pero ignoramos cuáles eran y si se mantienen actualmente.
Hay un extenso artículo (en este enlace) de 2005 escrito por Sergio Ramírez González y Juan Antonio Sánchez, con los que nos hemos puesto en contacto, en el que explican la trayectoria de la familia de los Asencio de la Cerda.
Lo que se ignoraba hasta el momento es que Antonio Asencio de la Cerda, el hermano menor, estaba censado en Ubrique a mediados del siglo XVIII, y tenía su taller de maestro escultor en esta localidad, tal como consta en los Archivos Nacionales en la Chancillería de Granada.
En la página 382 de las preguntas generales del catastro podemos leer:
Antonio Asencio de la Cerda, maestro escultor
Personal
Preguntas y respuestas generales
Y su relación: le produce su arte de escultor
un año con otro dos mil reales de vellón
Producto del personal: 0720 reales de vellón
Curiosamente en el artículo citado hemos podido leer la misma relación de su hermano, que tenía el taller de escultor en Málaga y declaraba una ganancia de dos mil y doscientos reales de vellón anuales.
Antonio Asencio de la Cerda tenía su taller en Ubrique a mediados del siglo XVIII, y la especialidad de su familia era la talla de Dolorosas (en la época se pagaban unos mil seiscientos reales de vellón por cada talla). En Ubrique precisamente nació, el 12 de marzo de 1748, el escultor ubriqueño José Fernández Guerrero (en este enlace, en este y en este otro enlace), imaginero creador de maravillas y especialista también en Dolorosas.
Al mismo tiempo, en Ubrique estaba el taller del también imaginero Gonzalo Fernández de Pomar, coetáneo de Antonio Asencio (1711-1794) y hermano menor del abuelo de José Fernández Guerrero.
¿Cuáles serían las relaciones entre los tres tallistas? ¿Sería también Antonio Asencio de la Cerda el maestro de José Fernández Guerrero del mismo modo que Pedro de Mesa había sido el maestro de Antonio Asencio?
De lo único que no cabe duda es de que Ubrique es, desde siempre, tierra de artistas.
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