Exlibris de Onomatographia siue descriptio nominum varii et peregrini idiomatis ... : diuiditur in duas partes ... (1617) - Ballester, Luis (S.I, 1544-162)
Biblioteca Virtual del Patrimonio
Por Esperanza Cabello
Ubrique ha mantenido durante siglos una estrecha relación con el convento de capuchinos y sus habitantes. Muchos frailes ubriqueños han salido de sus muros llevando el nombre de Ubrique por doquier, como explicábamos en este enlace, y muchos de ellos, como el obispo Panal (fray Leopoldo de Ubrique, que plantó cara al dictador Trujillo en la República Dominicana) más conocidos en otros países que en nuestro propio pueblo.
Hoy hemos tenido el placer de encontrar, en la Biblioteca Virtual del Patromonio (en este enlace) un libro impreso encuadernado en pergamino en 1617, "Onomatographia siue descriptio nominum varii et peregrini idiomatis", un libro muy curioso que habría pasado desapercibido para nosotros de no ser por el Exlibris que consta en su primera página (etiqueta en la que consta el nombre del dueño o la biblioteca de un libro), en el que se puede leer:
"De D Juan de Salvatierra, en Sevilla año de 1668 y de A uso de Fr. Juan Baptista de Ubrique"
Portada del libro propiedad del clérigo Licenciado don Juan de Salvatierra
A uso de Fray Juan Bautista de Ubrique
Conservado en la Biblioteca de Orihuela
Biblioteca Virtual del Patrimonio
Se trata pues de la primera vez que tenemos noticia documental de un fraile con el "apellido" de Ubrique, en 1668. Hasta ahora habíamos sabido de los frailes sevillanos o antequeranos que llegaron a nuestro pueblo en 1660 para construir el convento, y de fray Félix José de Ubrique que publicó en 1704 un sermón fúnebre, pero hasta ahora no habíamos sabido nada de ningún miembro del claustro anterior, aunque con total seguridad en los libros de fundaciones deben de constar otros nombres de capuchinos ubriqueños.
En 1668, ocho años después de que comenzara la construcción del convento de capuchinos y dos años antes de que estuviera totalmente construido, fray Juan Bautista de Ubrique compartía lectura con un clérigo sevillano.
La biblioteca conventual de Ubrique debió de ser excepcional, nuestros abuelos salvaron de la quema de 1936 algunos volúmenes que guardaron como un tesoro y que aún conserva la familia, nunca comprenderemos cómo el ser humano puede ser capaz de tantas atrocidades, y aunque no es la más grave, quemar una biblioteca completa es absolutamente demencial.
Nota del 26 de enero: Nuestro amigo Juan Rodríguez nos comenta que en Ubrique era muy abundante el apellido "Bautista", era por ejemplo el apellido de su abuelo paterno, y que podría ser que estuviera relacionada la elección del nombre con el uso del apellido en el pueblo. Así Fray Juan Bautista de Ubrique eligió, entre los ciento veinte santos que se llaman Juan este nombre tan característico.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario