miércoles, 30 de mayo de 2012

Nuestra tía Teresa (Teresita)

 Teresa Ortega Rivera el día de su boda



Por Esperanza Cabello

Cuando comenzamos en blog (en abril de 2009) una de las primeras personas a las que quisimos rendir homenaje fue nuestra tía Teresa Ortega, a la que todos conocíamos como Teresita. Es una de las personas de la familia más apreciada, más querida y más admirada por todos.
Nosotros la queríamos como a una madre, pero eso era muy fácil, Teresa es una de esas personas entrañables que se hace querer y respetar por todos, una de esas personas que siempre está atenta a los deseos de los demás, que es capaz de educar sin levantar la voz, que está siempre pendiente de todos, por encima de sí misma.
No tenemos muy claro qué son las casualidades ni por qué las cosas pasan. Pero si que es cierto que a veces se dan una serie de circunstancias que te hacen pensar.
Teresa murió hace ya muchos años, pero nos acordamos de ella muchas veces. Sin embargo, en los últimos días hemos hablado y nos han hablado de ella tantas veces que  no lo hemos pensado más y hemos decidido volver a escribir sobre ella.
Hace unos días, cuando hablábamos de las Piñeritas, nuestra prima Antonia María nos comentaba que su madre siempre le hablaba de ellas, y en casa decíamos que Teresita era tan buena y tan primorosa como las Piñeritas.

Las mujeres de nuestra familia
 en la boda de nuestro primo Leandro, años ochenta.
Teresita con Elisa, María Remedios, Natalia y Esperanza


 Unos días después nuestra madre nos dio esta fotografía de la boda de nuestro primo Leandro (Teresa está con su nieta Elisa en brazos) para que la conserváramos, y nos estuvo hablando de Teresa, de lo mal que lo pasó cuando murió nuestra abuela y de lo que habría sufrido al saber que tita Reme también había muerto. Nos contó el gran apoyo que Teresa fue para nuestra abuela Natalia, de las veces que la ayudó, de lo  mucho que se encargó de nuestros bisabuelos y de lo feliz que era con sus nietos, Elisa y Rafael.

 La familia Pérez Ortega en la feria de Ubrique

Al día siguiente (viernes) nuestra prima María Teresa nos preguntó por unas fotografías familiares que habíamos escaneado el año pasado y en las que estaba toda su familia: Francisco, Teresa, Antonia María y María Teresa. Estas dos imágenes son también de esos escaneos.

 La familia Pérez Ortega a principios de los sesenta
El sábado, preparando una entrada en la que hablábamos de un juego de tocador, estuvimos recordando el montón de detalles que tuvo nuestra tía Teresa con nosotros, lo buena que fue siempre haciéndonos caso y contándonos historias familiares. Teresita nos regaló una pieza del tocador de nuestra bisabuela hace muchísimos años.
Por la  tarde celebramos un cumpleaños (¡Felicidades, Luis!) y estuvimos hablando de la leche condensada, Teresita tenía siempre una lata de leche condensada la Lechera abierta en una fresquera, y cada vez que íbamos a verla nos dejaba que cogiéramos una cucharada. Lo estuvimos comentando durante la merienda.
Ayer, domingo, hicimos una entrada sobre el juego de las tabas y recordamos unas bolsitas de tela que Teresita nos había hecho para guardarlas.


 Mantel confeccionado por Teresita en 1982

 Pero lo que nos ha hecho, definitivamente,  pensar que no puede ser casualidad, es que estábamos planchando tranquilamente y nuestra prima nos ha dicho "¡Qué paño tan bonito! ¿Tú has hecho el croché? Me recuerda a las costuras de abuela y de Teresita".
Y nos hemos quedado de piedra. Teresita nos había hecho ese paño en 1982, tan bien hecho y tan primoroso como todas las cosas que hacía, siempre con delicadeza y siempre con cariño. Era la costurera más meticulosa y perfeccionista que conocemos, siempre hacendosa y trabajadora, siempre atareada.


Puntadas milimétricas y croché perfecto 
Ese era el sello de Teresita
Todos estos días hemos estado recordando a nuestra tía,  y aunque es verdad que nos acordamos de ella muchísimas veces, hemos pensado que lo mejor que podíamos hacer era dedicarle esta entrada, para que todos la  recordemos como hasta ahora, con alegría, con admiración  y con cariño. 

5 comentarios:

Leandro dijo...

Un recuerdo muy bonito Esperanza. Yo recuerdo la leche condensada e intentaba que la cucharada durara lo maximo en la boca, aunque quien se podía resistir, !!pá dentro¡¡.

Antonia Mari Pérez Ortega dijo...

Esperanza, muchas gracias por quererla tanto,y por recordarla siempre, si ella pudiera ver esto se estaria emocionando, porque os queria a todos y se sentia querida por todos,un beso:)

Manuel Izquierdo dijo...

¡¡Qué recuerdos tengo mas entrañables de Teresita!!!, la tengo como de las personas mas buenas del mundo, ya no hay personas así.

Esther Izquierdo dijo...

Jolinesssssssssss cunatos recuerdos me habeis traido a la mente....cuando volvia a mi casa del asilo y paraba en casa de Teresita, jalaba de la cuerdecita para abrir la puerta y directa a la leche condensada...jajajajaja

Esperanza Cabello Izquierdo dijo...

¡Veo que estamos hechos todos unos golosos! Ella debe de estar contenta por habernos dejado unos recuerdos tan dulces a todos.
Un beso, primos