sábado, 6 de agosto de 2016

Las ruinas, bien cuidadas, siguen siendo un tesoro. Más aún las del Rodezno

 Ruinas del antiguo molino del Señor Duque de Arcos
Aún se conservan los elementos arquitectónicos


Por Esperanza Cabello

Por fin hemos tenido ocasión de visitar el Rodezno este verano. Esta primavera había hecho crecer la maleza por todas partes y estábamos a la espera de que los responsables municipales encargaran a Básica, la empresa de limpieza y jardines, la puesta en valor de esta zona histórica.






Y aquí está el resultado: una zona impecable y "limpita". Como dice nuestra amiga María Campos, la arqueóloga municipal: las ruinas, limpitas, retoman su valor y, aunque no haya presupuesto para su reconstrucción, así al menos podemos disfrutarlas.
Han hecho un buen trabajo, limpiando toda la zona de maleza, árboles y residuos urbanos en general. La verdad es que a veces somo poco civilizados, y algunas personas tiran basuras, restos de muebles, chatarras y demás porquerías.
Así, aunque no podamos disfrutar totalmente de una zona recuperada, sí que podemos refrescarnos con el sonido del agua del nacimiento,que en pleno agosto mana cantarín y risueño, y también entretenernos en recordar cómo eran las cárcavas del molino del Señor Duque de Arcos (en este enlace) o en intentar buscar los restos del segundo molino, más modesto, o de las tenerías que existían en esta zona.



Y es que al fondo de esta imagen, detrás del muro y bajo esas parras silvestres que han nacido, están los noques de una antigua tenería, cubiertos ahora mismo por los escombros del derrumbe de la propia tenería. Sabemos que hubo otras tenerías, pero no estamos seguros de  en qué ubicación se encontraban.




Quizás en esta pequeña estructura, que está a la izquierda del molino principal se encontrara otra tenería. La verdad es que nunca nos hemos atrevido a entrar a "investigar" dentro de los edificios del Rodezno, no es muy recomendable, no solo porque es propiedad privada (aunque abandonada, tiene sus dueños) sino porque el estado ruinoso de todos los edificios llama a la prudencia.




El Rodezno, como todos sabemos, es el origen de nuestro pueblo, del primer asentamiento del Ubrique que conocemos hoy. Aquí estaba el manantial más caudaloso del pueblo, el que aún hoy día nos sigue surtiendo de agua potable, y alrededor del agua fue formándose el primer núcleo de población. 
Existió un asentamiento árabe en Ubrique el Alto, de ahí que hubiera ya edificaciones en la zona de la Torre; pero el Ubrique "moderno" comenzó a formarse alrededor del Rodezno.
Se construyó el convento de capuchinos en el siglo XVII, y sabemos que existían batanes, molinos y tenerías en 1750. Así que la historia del Rodezno va paralela a la de Ubrique.
Y fue en este Rodezno, en la entrada de una tenería donde Manuel Cabello encontró una inscripción en piedra, como podemos leer en sus textos:


"...en cuyo frontis de entrada localizamos una inscripción sobre piedra de tamaño 30 x 20 cuyo texto lapigráfico nos dice: primer renglón el anagrama de Jesús Hombre Salvador, y a continuación, bien legible, Gaspar e Cabeça me fecit, anno de 1684"


Por eso esperamos que el próximo gran proyecto cultural/arquitectónico de Ubrique sea la recuperación del Rodezno; al igual que se restauró la ermita de San Pedro o la de San Juan. Sabemos que este proyecto es mucho más ambicioso, sobre todo porque la propiedad de los edificios no es solo municipal, también hay propiedades privadas, y también porque son muchas edificaciones.
Pero estamos seguros de que con mucha imaginación e iniciativa los responsables municipales van a encontrar la manera de recuperar este patrimonio ubriqueño para todos.
Por el momento, les agradecemos que cuiden de estas ruinas y las mantengan en el mejor estado posible, así está mucho mejor. Gracias.


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