sábado, 26 de agosto de 2017

Concierto en el Salto de la Mora: una experiencia impresionante

 El quinteto Glauka durante la actuación en el yacimiento romano



Por Esperanza Cabello


Anoche pudimos vivir una experiencia totalmente diferente en el yacimiento romano de Ocurris. Nuestra ciudad romana, y en concreto su foro, sirvieron de escenario para la magnífica interpretación del quinteto Glauka, un quinteto de viento granadino que hizo las delicias de todos los asistentes y nos dejó maravillados  a todos.


Allegro vivace de Szervánszky
Interpretado por el Quinteto de viento Glauka
Grabación gentileza de Juan Manuel Román
"La noche de ayer en Ocuri fue mágica, oír un repertorio de clásicos por el joven quinteto de Glauka de Granada y finalizar con esta pieza hace de la noche del viernes en una noche inolvidable en un paraje incomparable"


 Antes de comenzar la subida al foro


El concierto sería a las nueve de la noche, pero la subida comenzaba a las ocho y media, no hay que olvidar que nuestra ciudad romana está situada en lo alto del Salto de la Mora, y hay que andar un buen trecho.





 Lo primero que nos llamó la atención fue la gran cantidad de personas que asistían al concierto, el aforo estaba completo y se habían agotado las invitaciones. 
Al entrar, los encargados repartían cojines y botellines de agua a los asistentes, quienes han asistido a estas representaciones saben de la necesidad de ambos obsequios, el agua para la subida y el cojín para sentarse con más comodidad.




 Y a medida que recorríamos el camino podíamos darnos cuenta de que el yacimiento, ese tesoro de todos los ubriqueños, está cada vez más cuidado, parece mentira la limpieza y el orden que imperan en todas las zonas de la ciudad romana de Ocurris. Se ve claro que detrás de todo este trabajo hay una constancia, una decisión, un saber hacer y un amor inmenso por el trabajo bien hecho. Sabemos que hay una voluntad muy decidida de conservarlo, cuidarlo y mantenerlo en el mejor estado posible, y estamos seguros de que muy pocos yacimientos similares reciben una atención tan esmerada, tan especial y tan cuidadosa como el nuestro.
Pensábamos casi en broma que si existiera un Tripadvisor para los yacimientos éste tendría un certificado de excelencia... ¡Y resulta que existe! Y que, efectivamente, el yacimiento de Ocurris tiene un certificado de excelencia (pinchar en este enlace).




Por fin todo el grupo llegó al foro romano, poco a poco los asistentes se fueron colocando cerca del estrado natural en el que tendría lugar el concierto. Como si se tratara de un domingo en el campo de antes, unos llevaban mantas, otros sillas plegables, otros cojines... Cada uno se colocó en el lugar elegido y comprobamos que comenzaba a anochecer y una pequeña luna despuntaba detrás de los algarrobos.




A pesar de que en el lugar no existe ningún tipo de tecnología (iluminación, equipos de sonido o similares), no se necesitaba nada, los responsables habían colocado unas linternas que iluminaban el escenario y en los extremos del foro había varios empleados también con linternas por si fuera necesario. En septiembre de 1973 Manuel Cabello había presentado un proyecto de iluminación del monumento (en este enlace).
El ambiente era, a priori, excelente: familias con niños pequeños y con abuelos, grupos de jóvenes músicos ubriqueños, aficionados a la buena música, parejas, grupos de amigos. Todo el mundo sosegado y respetuoso, todos dispuestos a disfrutar de un buen rato.




Y así fue, el quinteto de viento estaba compuesto por músicos muy jóvenes que a pesar de  su juventud han seguido  más de once años de estudios de música e instrumento, interpretaron obras de Franz Danzi, Claude-Paul Taffanel, Jacques Ibert y Endre Szervánszky, para terminar entre aplausos con Cádiz, de Albéniz, en una adaptación de Miguel López, el clarinetista del grupo.




El quinteto Glauka está compuesto por Francisco Rojas Huertas, flauta; Jorge Villatoro Harillo, fagot; Irene Rodríguez García, oboe; Carlos Gómez Barba, trompa y Miguel López Sánchez, clarinete.

Quisiéramos agradecerles a todos la magnífica interpretación con la que nos han deleitado, han conseguido que esta noche de verano se convierta en una de las más agradables posibles, a la luz de las estrellas, en un entorno histórico cuidado, respetado y tratado con esmero, oyendo una música suave y melodiosa y aislándonos del barullo diario.

También queremos agradecer a los responsables del yacimiento, tanto políticos como técnicos, que lo mantengan en un estado envidiable y que continúen con esta tarea de difusión que comenzaron hace un par de años y que está consiguiendo unos resultados envidiables, siempre desde la discrección y la humildad. Es un lujo que todos podamos disfrutar de esta manera de nuestra ciudad romana. Ubrique esta en un paraíso natural, pero también, si miramos al Salto de la Mora, en un paraíso cultural. Nuestro padre se habría sentido muy feliz y orgulloso del cuidado que se dispensa a la ciudad romana de Ubrique.


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